Mientras reparaba la nevera de un restaurante, técnico murió electrocutado en Medellín

Un hombre falleció electrocutado mientras realizaba el mantenimiento de una nevera en un restaurante de comida árabe ubicado en el barrio Manila, comuna 14 (El Poblado), en Medellín.

El incidente ocurrió el miércoles 3 de julio por la tarde, cuando Juan Pablo Zuluaga Betancur, empleado de una reconocida empresa de gaseosas, acudió al establecimiento tras recibir una solicitud de servicio por problemas de una nevera para enfriar los productos.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Zuluaga llegó al lugar alrededor de la 1 de la tarde y comenzó a trabajar después de hablar con los empleados del restaurante. Acto seguido procedió a manipular la nevera, la cual almacenaba principalmente bebidas. En ese momento, sufrió una descarga eléctrica que le provocó la muerte instantánea.

Los empleados del restaurante no se percataron de inmediato del acontecimiento, ya que la descarga no produjo ningún ruido. No fue sino hasta que una trabajadora se acercó para preguntar sobre el progreso de la reparación, cuando descubrió a Zuluaga tendido en el suelo, sin signos vitales.

A raíz del accidente, unidades del cuadrante de la Policía llegaron al lugar tras recibir el reporte, contactando a los bomberos para aislar la zona donde se encontraba el electrodoméstico.

Posteriormente, agentes del CTI de la Fiscalía realizaron la inspección del cuerpo de Zuluaga. El cadáver fue trasladado a Medicina Legal para la respectiva autopsia, mientras que las autoridades, con la ayuda de expertos, iniciaron el análisis de la nevera para determinar las causas de la descarga letal.

Asimismo, revisaron las condiciones del electrodoméstico antes de realizar cualquier intervención y recomendaron verificar el estado del cableado, evaluar los sellos y juntas, y siempre desconectar el aparato para prevenir descargas eléctricas.

Medellín ha experimentado un aumento en el número de muertes en lo que va del año 2024. Según información de la Personería distrital, se han registrado 29 fallecimientos de forasteros, algunos de ellos aún no clasificados completamente. Estos incidentes, considerados no naturales, han generado preocupación y debate en la capital de Antioquia.

Las circunstancias de estas muertes siguen un patrón inquietante. En varios casos, las víctimas han sido encontradas en hoteles turísticos. Un ejemplo es el caso reciente de Matthew Watson Croulet, un ciudadano estadounidense de 25 años, que fue hallado sin vida en su habitación en El Poblado. Su cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para determinar la causa de su fallecimiento.

Otro caso relevante ocurrió el 31 de mayo, cuando Jaime Eduardo Cisneros, también de nacionalidad estadounidense, fue encontrado sin vida en un hotel en Laureles, una comuna conocida por su popularidad entre los turistas. Cisneros, de 54 años, fue hallado semidesnudo y enrollado en una sábana sin signos evidentes de violencia.

La Secretaría de Seguridad de Medellín ha cuestionado las cifras proporcionadas por la Personería distrital. Según la Secretaría, solo ha habido una muerte violenta de un extranjero en Medellín este año, catalogada como homicidio. Los demás decesos, argumentan, han sido por otras causas como suicidio, problemas de salud o intoxicación.

Sin embargo, la comunidad sigue exigiendo respuestas claras, ya que la seguridad de los visitantes es primordial para una ciudad que ha recibido a 359.000 turistas en lo que va del año. Por lo cual investigar y esclarecer estas muertes es crucial para mantener la confianza en Medellín como destino turístico.

Casos como el de Matthew Watson Croulet han generado expectativas de mayor transparencia en los informes oficiales. La Personería distrital sostiene que la cifra de muertes no naturales es significativamente superior a la reportada por la Secretaría de Seguridad.

La Personería distrital ha indicado que parte de los fallecimientos ocurrieron en circunstancias similares y dentro de zonas altamente turísticas. El Poblado y Laureles son ejemplos prominentes de áreas donde se concentran la mayoría de estos incidentes.

Se ha instado a las autoridades a mejorar las medidas de seguridad y vigilancia en las zonas turísticas. La comunidad y los operadores turísticos locales también han expresado su preocupación ante esta ola de muertes, exigiendo acciones concretas para proteger a los visitantes y preservar la imagen de Medellín como un lugar seguro y atractivo para el turismo.