Federico Gutiérrez atribuyó aumento de muertes de extranjeros en Medellín al incremento de turistas en la ciudad

El 30 de junio se registró en Medellín el asesinato de un ciudadano mexicano mientras compartía con otras personas en un restaurante del exclusivo sector de El Poblado. Este caso, según información de la Personería Distrital, se suma a una alarmante cifra de 31 extranjeros que murieron en la capital antioqueña durante los primeros meses del 2024.

Carlos Calle, líder del Observatorio de Turismo de la Personería, expresó su preocupación por el incremento de muertes de turistas extranjeros en comparación con el año anterior. “Vemos con preocupación la cantidad de muertes que se han presentado de turistas extranjeros en lo que va corrido del 2024. En comparación con 2023 podemos ver un aumento de por lo menos el 65 por ciento”, afirmó Calle.

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El informe de la Personería reveló que de los 31 decesos reportados, siete correspondían a muertes naturales y tres a suicidios, mientras que otros dos casos son de muertes violentas. Además, hay 12 casos que aún están bajo estudio para determinar las causas exactas, las cuales podrían variar desde suicidios y consumo de estupefacientes hasta homicidios.

La entidad hizo un llamado tanto a las autoridades públicas como a los sectores privados a redoblar esfuerzos para abordar esta situación. La creciente tasa de muertes de extranjeros no solo afecta la percepción de seguridad en Medellín, también podría tener repercusiones en el turismo, un sector vital para la economía local.

El alcalde Federico Gutiérrez atribuyó el aumento del 65% en muertes violentas de turistas extranjeros en Medellín al incremento del número de visitantes que llegan a la capital antioqueña. “Eso aumenta la prevalencia de que, por diferentes motivos, una persona pueda morir en otra parte”, indicó Gutiérrez, enfatizando que el mayor flujo de turistas también incrementa las probabilidades de ocurrencia de diversos incidentes.

En particular, el Observatorio de Turismo señaló la necesidad de implementar medidas preventivas y de seguridad para los visitantes extranjeros. Carlos Calle destacó que, aunque no todas las muertes son violentas, el aumento significativo en el número de decesos es motivo de preocupación y requiere una acción coordinada.

El estudio, a su vez, indicó que este aumento en las cifras podría llevar a un escrutinio más intenso por parte de organismos internacionales y de gobiernos extranjeros, quienes podrían emitir advertencias de viaje que afecten el flujo de turistas hacia la capital antioqueña.

Esto también podría generar una mayor presión sobre las autoridades locales para implementar medidas de seguridad más estrictas y para acelerar las investigaciones de estos casos, con el objetivo de reducir las ocurrencias de dichas tragedias.

La ciudadanía de Medellín también manifestó su inquietud ante estos hechos, solicitando una mayor atención y medidas preventivas por parte de las autoridades competentes. El turismo en Medellín floreció en los últimos años, atraído por sus mejoras en infraestructura y seguridad, pero los recientes eventos podrían poner en riesgo estos avances.

Además, señalaron los desafíos legales y diplomáticos que esto implica, ya que los consulados y embajadas extranjeras pueden demandar respuestas más rápidas y detalladas sobre las circunstancias de estas muertes, así como aseguramientos de protección para sus ciudadanos.

Este contexto plantea varios desafíos para la ciudad, que tendrá que equilibrar sus esfuerzos de promoción turística con una robusta estrategia de seguridad y prevención. La integración de sistemas de monitoreo, la mejora en la coordinación con entidades internacionales y campañas educativas para los turistas son algunas de las iniciativas que ya se están discutiendo entre las autoridades.

Mientras tanto, las investigaciones continúan para esclarecer los 12 casos en estudio, y la administración municipal se encuentra evaluando nuevas políticas para proteger tanto a locales como a visitantes.

La comunidad señaló que esta situación requiere un enfoque multidimensional que no solo incluya mejoras en la seguridad pública y el patrullaje en zonas turísticas, sino también programas educativos para los turistas sobre cómo permanecer seguros y reducir riesgos durante su estadía en la ciudad.