El viernes 21 de junio, se conoció uno de los hechos que más polémica causaron al país por el cierre preventivo del piqueteadero Doña Segunda, muy tradicional en el barrio Doce de Octubre, en Bogotá, y se debe a que no estaba expidiendo la facturación electrónica.
La decisión de la Dian causó tanto el rechazo de cientos de usuarios y políticos en redes sociales, como algunos que les dieron la razón, pues la entidad le había informado al establecimiento un año atrás sobre el proceso para que tuviera el tiempo suficiente de desarrollarlo,
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Juan Carlos Suárez, CEO de la empresa Q-enta, que brinda asesoramiento sobre la facturación electrónica, habló para Infobae Colombia acerca de los errores que otras tiendas, al igual que Doña Segunda, estarían cometiendo y provocarían dichas sanciones.
Con lo que pasó con el cierre del establecimiento de Doña Segunda, ¿cuáles cree que sean las razones para que un establecimiento como este no cumpla con la facturación electrónica?
La Dian informa mucho a sus usuarios y permanentemente están lanzando comunicados frente a toda la normatividad vigente. La factura electrónica no es un tema nuevo, con esto llevamos desde 2015 y no fue sino hasta 2019 cuando ya se volvió obligatoria, sobre todo para las empresas y en ese decreto se aclaraba que algunos establecimientos de comercio que tenían que ver con emisión de documentos alternativos o documentos soporte, se podían utilizar aquellos que metían los establecimientos de comercio con punto de venta abierto al público como el mencionado establecimiento que cerraron.
De un tiempo para acá, la Dian no había regularizado esa documentación electrónica, pero ya se sabía desde hacía tiempo que se iba a hacer. En 2024 ya empezó a entrar en vigencia la regulación y comunicó a la gente para poder entrar.
Tal vez fue por desconocimiento, no quisiéramos pensar que esos establecimientos lo hacen de manera arbitraria o voluntaria, sino que tal vez su contador o las personas que los asesoran no tenían el conocimiento adecuado, pero es una información que está pública y que todo el mundo la conoce.
¿Cree que la Dian también debería hacer más pedagogía con los usuarios más que a las empresas? Hay muchas personas que no saben sobre la facturación electrónica.
Desafortunadamente, el volumen es muy grande. Hay más o menos 1.390.000 empresas registradas en Cámaras de Comercio y un millón de establecimientos adicionales, imagínese la Dian visitando cada uno, si lo han hecho porque visitan centros en donde hay aglomeraciones como en San Andresito, las clínicas de servicios médicos donde hay odontólogos y médicos, hace una pedagogía con el usuario final y le da unos tiempos para que puedan cumplir con la regulación.
Sin embargo, es insuficiente, tal vez porque es mucha la cantidad de establecimientos y de comerciantes que tendrían que visitar. Afortunadamente, los contadores están bastante informados de las regulaciones, es muy inusual que un contador no conozca la regulación en ese sentido.
Otro punto a resaltar es que también se cerraron tiendas de empresas importantes como el Éxito, Olímpica, entre otras, por el mismo problema…
Si, el año pasado empezaron los cierres, la regulación es muy clara y dice que en el caso de quienes incumplan estas obligaciones, es posible que se llegue al cierre del establecimiento.
Estos cierres son preventivos, es decir, les dieron unos días para que se regularizaran, pero es posible que se llegue al cierre definitivo de establecimiento seguramente con recurrencia. Yo no conozco el primer caso que haya sido un cierre definitivo, pero sí se han hecho muchos cierres de tres o cuatro días, principalmente para que la gente se ponga el día con la regulación.
¿Qué recomendaciones le ha dado a las empresas que maneja para avanzar con la facturación electrónica?
Estamos trabajando muy duro para que las compañías tengan la capacidad tecnológica para adaptarla a sus necesidades y a la regulación con unos precios muy económicos. Tener factura electrónica realmente es casi lo mismo que se estaba haciendo, en los sistemas son muy parecidos, no se incurre en ninguna operatividad extraordinaria y los costos tampoco lo son.
Se trata de tecnologías muy económicas que afortunadamente están al alcance de cualquier ciudadano, de cualquier compañía, de cualquier establecimiento comercial y nosotros trabajamos para facilitarles el acceso a la tecnología que a veces el usuario no tiene las herramientas adecuadas, sino que tienen que salir a contratar una compañía para solucionar su regulación y hacer todo lo que necesite a través de su contador, pero el mismo empresario lo puede hacer, si quisiera.