En la mañana del jueves 4 de julio, un grupo de guerrilleros del ELN armado y uniformado apareció en la vía Panamericana en el sector de Pescador, entre Cali y Popayán. Varios viajeros captaron imágenes de los insurgentes, quienes tomaron parte de la carretera sin la intervención de las autoridades.
Durante las últimas 24 horas, el ELN realizó una campaña de zozobra en el suroccidente de Colombia. Todo parece indicar que el grupo estaría adelantando estas acciones por las seis décadas que cumple esta guerrilla desde su fundación, el 4 de julio de 1964. Por ejemplo, el miércoles 3 de julio, el grupo instaló banderas en la capital del departamento de Valle del Cauca y también pintó grafitis en varias partes de la ciudad. Asimismo, este jueves se reportó una posible maleta bomba en Timbío, lo que está siendo investigado por las autoridades locales.
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En Cali, una bandera del grupo insurgente fue descubierta cerca de la estación Calipso del MIO el miércoles a las 6:00 a. m. La ubicación de la bandera junto a un cronómetro y cables generó pánico entre los residentes, quienes temieron la presencia de un artefacto explosivo. Sin embargo, la Policía Metropolitana de Cali descartó dicha posibilidad y retiró la bandera de inmediato.
Dichas imágenes han sido ampliamente difundidas a través de redes sociales generando pánico entre los colombianos, lo que ha despertado opiniones entre los internautas y en la esfera política. Es el caso del senador David Luna, que expresó mediante su cuenta de X: “Municipios y ciudades de Colombia como Chiriguana, Curumaní, Tibú y hasta Cali, amanecieron con banderas del ELN en conmemoración a los 60 años de fundación de este grupo delincuencial. Pero además, en la vía Panamericana hay presencia de guerrilleros de este grupo. Increíble y doloroso.”
Lo propio hizo el secretario de Cultura de Popayán, Luis Miguel Zambrano, indicando que: “Tal parece que ahora el pulgar en alto se le debe hacer al ELN y no al Ejército como en el pasado. Hoy en El Mango en plena vía Panamericana entre Popayán y Cali este es el panorama.” Cabe acotar que lo que más ha llamado loa atención es la nula presencia de las autoridades para controlar la situación.
En paralelo, es de mencionar que estos eventos coinciden con la reciente denuncia de la Personería Distrital sobre la presencia de células urbanas de disidencias de las Farc en la Sucursal del Cielo. Este contexto, hay preocupación entre las autoridades locales y nacionales sobre la seguridad en la región. En otro frente, la Defensoría del Pueblo emitió la Alerta Temprana (AT) 016-2024 para el sur del departamento del Casanare, en municipios como Maní, Monterrey, Orocué, Tauramena y Villanueva. La alerta advierte sobre el riesgo de conflictos territoriales entre grupos armados ilegales, incluidos las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC o Clan del Golfo), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y facciones disidentes de las Farc.
Cabe mencionar que, la AT 016 menciona tres escenarios de riesgo: el control armado ilegal de las AGC, su accionar violento, y la injerencia del ELN y las disidencias de las Farc. La expansión de las AGC desplazó violentamente a otras estructuras armadas, permitiendo “supremacía y control en la región” y a su vez afectar a las comunidades rurales y urbanas, aumentando el temor entre la población.
En las áreas bajo riesgo, los grupos armados han penetrado en zonas de alta pobreza, generando intimidación y reclutamiento de jóvenes en estado de vulnerabilidad. Las comunidades afectadas incluyen organizaciones comunitarias, campesinas, víctimas del conflicto armado, firmantes de paz, mujeres, servidores públicos, agricultores, ganaderos, sindicalistas, comerciantes, transportadores, docentes y estudiantes, entre otros.