Polémica en Cúcuta por medida que busca prohibir los megáfonos a vendedores ambulantes

En Cúcuta, el anuncio del secretario de Gobierno, Miguel Castellanos, sobre la expedición de un decreto que permitirá a las autoridades incautar megáfonos a los vendedores informales, desató un debate entre los ciudadanos. Mientras algunos defienden la medida por la creciente contaminación auditiva en el centro de la ciudad, otros consideran esencial tener en cuenta la necesidad de trabajo de los comerciantes.

La medida, que se espera sea implementada pronto, encontró respaldo en sectores que consideran que el ruido provocado por los vendedores es un problema significativo. Un ciudadano dijo en W Radio: “La verdad, sería una buena medida porque eso es muy incómodo para muchas personas. Hay personas de la tercera edad, el ruido es demasiado fuerte. Si eso lo utilizaran a bajo volumen, le creo, pero eso es muy estresante”.

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Por otro lado, existen voces que piden un equilibrio entre la regulación del ruido y el sustento de los vendedores. “Para la sociedad, para el ruido de mucha gente, sí voy de acuerdo, pero a su vez no lo comparto porque ellos son personas que salen a buscar esas ventas para llevar el sustento para sus casas y todo el mundo necesita trabajar”, manifestó otra persona.

Algunos ciudadanos sugieren que antes de proceder con la incautación, debería haber avisos y advertencias para que los vendedores reduzcan el volumen de sus megáfonos. “Me parece que es buena medida, pero entonces, cuando lleguen esas personas, se les debería avisar que le mermen el volumen, que eso es muy maluco para los oídos y el que no haga caso y lo vuelvan a encontrar en eso, que se lo decomisen, para eso está la ley”, comentó otro habitante de la ciudad.

Miguel Castellanos explicó que el decreto busca mejorar la calidad de vida en el centro urbano, cada vez más afectado por altos niveles de ruido. No obstante, las opiniones divididas muestran que el reto será encontrar un equilibrio que considere tanto el bienestar público como la necesidad de trabajo de los vendedores ambulantes, quienes dependen de esta actividad para sostener a sus familias.

Implementar la medida de incautar megáfonos a los vendedores informales en Cúcuta sin contar con un consenso amplio, podría traer múltiples implicaciones negativas tanto para la comunidad como para las autoridades.

Primero, la falta de un acuerdo podría exacerbar la tensión social entre los vendedores informales y las autoridades. Estos trabajadores dependen de su actividad diaria para sustentar a sus familias y podrían sentir que se les está privando injustamente de sus herramientas de trabajo, lo que podría derivar en protestas y manifestaciones en la ciudad.

Segundo, sin un plan de transición o alternativas viables para los vendedores afectados, es probable que se incremente el desempleo y la precarización laboral. Muchos de estos vendedores no cuentan con otras formas de ingreso y la pérdida de su principal medio de comunicación con los clientes podría afectar gravemente sus ventas, reduciendo así su capacidad de generar ingresos.

Además, la medida podría repercutir negativamente en la economía local. Los vendedores informales son una parte integral del comercio en Cúcuta, y su actividad dinamiza la economía de los barrios y el centro urbano. La interrupción de su labor no solo afectaría sus ingresos, sino también el acceso de la población a productos básicos y de bajo costo, lo que podría aumentar los precios y reducir la oferta.

Desde el punto de vista legal y de derechos humanos, implementar la medida sin consenso podría ser visto como una acción autoritaria por parte de las autoridades, poniendo en riesgo la confianza de los ciudadanos en el gobierno local.