Esta es la carga económica para Colombia por el aumento de casos relacionados con la salud mental

El cuidado de la salud mental se convirtió en una tarea pendiente del Estado colombiano, pues en los últimos años aumentaron los diagnósticos y muertes a causa de trastornos mentales. Solo en 2022, cerca de 147.000 personas fueron atendidas por episodios depresivos, un 38,7 % más que en 2021 y casi cinco veces más que en 2013.

Este panorama generó un impacto en la economía colombiana en la última década. Según el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), “las muertes asociadas a trastornos mentales y lesiones autoinfligidas le han costado a la economía del país más de 56,5 mil millones de dólares entre 2013 y 2022″.

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La entidad también aseguró que la economía colombiana dejó de percibir más de 1.900.000.000 de dólares por muertes asociadas a trastornos mentales y de comportamiento entre 2013-2022. Las muertes por lesiones autoinfligidas tuvieron un impacto aún mayor, con un costo de 54.500.000.000 de dólares en la última década. Tan solo para 2022, esta cifra alcanzó los 16.800.000.000 de dólares, es decir, el 4,4 % del PIB de ese año.

Este análisis, basado en datos de diversas fuentes, como el Sistema Integrado de Información de la Protección Social (Sispro), el Sistema de Estadísticas Vitales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y el Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos (Cisproquim®), evidenció un incremento significativo en la atención por episodios depresivos y un alarmante aumento en los intentos de suicidio y muertes asociadas.

Solo en 2022, alrededor de 147.000 personas en edad productiva fueron atendidas por episodios depresivos, un 38,7 % más que en 2021 y casi cinco veces más que diez años atrás, en 2013. Siete de cada diez de los casos atendidos fueron mujeres, con una notable alza en 2024.

Igualmente, la investigación indicó que la depresión afectó principalmente a personas entre 15 y 24 años, con un aumento característico en los eventos de atención en salud registrados a partir de 2021. También, señaló que para el 2022, “3.645 personas en edad productiva fueron atendidas en los servicios de salud por problemas relacionados con el empleo, siendo esta cifra 17,6 % mayor a la referida en 2013″.

De acuerdo con el CCS, en Colombia se reportaron más de 162.000 intentos de suicidio en población en edad productiva, pasando de 1337 casos en 2013, a 29.410 en 2022; es decir, un aumento 22 veces superior a lo reportado una década atrás. Incluso, la cifra entre 2021 y 2022 aumentó en un 21,5 %.

La tasa de intento de suicidio en 2022 para los hombres fue de 47,47 por cada cien mil habitantes, mientras que en las mujeres, fue de 86,72. Esto refleja que la tasa de intento de suicidio en el género femenino es un 82,7 % más alta comparada con la de sus pares masculinos. Asimismo, el estudio señaló que “la tasa más alta de intento de suicidio para el 2022 se encontró en jóvenes entre 15 y 19 años con 251,66 casos por cada 100 mil habitantes; le sigue la población entre 20 y 24 años con 155,25 eventos y de 25 a 29 años con 95,03 casos”.

Con relación a los fallecimientos por suicidio, la entidad, encargada de brindar soporte técnico y científico al país, reveló que en 2022 se registraron 2.618 muertes por suicidio, lo que supone un 3,6 % mayor frente al año inmediatamente anterior.

Asimismo, señaló que las formas más comunes de quitarse la vida son el ahorcamiento, el estrangulamiento o la sofocación, que representan el 60,6 % de las causas de muerte. Le siguen los decesos a causa de “Intoxicaciones o envenenamientos voluntarios” y las “Lesiones autoinfligidas por disparo de armas”, con participaciones equivalentes al 18,4 % y al 11,6 %, respectivamente.

El género masculino constituye el 80,9 % de las víctimas y en cuanto a los grupos poblacionales afectados, el estudio señaló que el 17,3 % de los eventos ocurrió en personas de 20 a 24 años, seguido por el grupo etario de 15 a 19 años con un 14,8 % y del grupo de 25 a 29 años el 13,9 %.

Para afrontar este flagelo, Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad, subrayó que “es necesario implementar políticas efectivas para abordar este problema, pues las cifras aquí expuestas son una alerta roja para el país”.

La experta también dijo que es fundamental que el sector público y el privado trabajen en conjunto para crear entornos laborales saludables, que promuevan el bienestar mental y protejan el capital humano como el activo más valioso de las organizaciones. “La salud mental debe ser una prioridad en nuestras agendas de salud pública y empresarial”, concluyó.