Una familia de Barranquilla sufrió dos tragedias en menos de 72 horas. Neiver José Acosta Domínguez, fue víctima de un tiroteo en el barrio Santo Domingo de Guzmán.
Acosta sería hijo de Bibianeth María Domínguez Mercado, una mujer a la que un árbol le cayó encima, matándola.
Según el reporte de las autoridades, Neiver estaba en la casa de un amigo cuando hombres en motocicleta dispararon y lo hirieron mortalmente. Según versiones extraoficiales, no se trataría de un accidente o daño colateral, sino un ataque directo, aunque las autoridades no han confirmado ni negado dicha versión.
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Neiver José murió la madrugada del martes 2 de julio, en la Clínica San Ignacio, tras recibir un impacto de bala. En el mismo incidente, Isaac Manuel González González, su amigo, resultó herido y fue trasladado a otro centro asistencial.
Alexandra Acosta, prima de Neiver, en conversaciones con El Heraldo, relató que su primo se encontraba en la casa de su amigo para recoger a la madre de este en el aeropuerto cuando recibió el disparo. Además, comentó que tras la muerte de su madre, Neiver José había estado distante y tratando de evitar reuniones familiares.
La familia, impactada por estas pérdidas en tan corto tiempo, se enfrenta ahora a coordinar los servicios funerarios y demás gestiones necesarias para despedir a sus seres queridos.
Tres días antes, su mamá había muerto
La comunidad del barrio Carrizal en Barranquilla se encuentra conmocionada tras la muerte de Bibianeth María Domínguez Mercado. La mujer, de 42 años, falleció al ser impactada por un árbol que se desplomó debido a las fuertes lluvias que han afectado la zona.
El accidente ocurrió cuando Domínguez Mercado transitaba por la vía pública y el árbol cayó sobre ella, provocándole la muerte instantánea. Las autoridades y el Cuerpo de Bomberos acudieron rápidamente para retirar el árbol y rescatar el cuerpo. Según el informe policial, “la víctima transitaba sobre la vía pública, cuando por temas de la lluvia un árbol pierde estabilidad y cae encima de la víctima, causándole la muerte de forma instantánea”.
Un vocero del Cuerpo de Bomberos explicó que, una vez retirado el cuerpo, este fue entregado a la Policía para su custodia. Además, se tomaron medidas para despejar el área y permitir el paso de los vehículos. Según las autoridades, la antigüedad del árbol y las fuertes lluvias contribuyeron a su caída.
El vocero del Cuerpo de Bomberos también hizo un llamado a la comunidad: “Las recomendaciones son: cuando esté lloviendo, por favor no salir de sus casas y si lo van a hacer no meterse bajo los árboles, porque puede ser que el árbol se caiga o puede ser un rayo”.
Inundaciones, crecientes, un llamado a los habitantes del Atlántico colombiano
La capital del Atlántico ha estado experimentando intensas precipitaciones, que han generado inundaciones y arroyos que mantienen a la comunidad en constante preocupación. Recientemente, el 29 de junio de 2024, fue encontrado el cuerpo de Keiber Alejandro Fernández Carrillo, un niño que había caído en un arroyo en el barrio El Bosque mientras jugaba al fútbol.
La Policía Metropolitana de Barranquilla y la comunidad local trabajaron conjuntamente en su búsqueda, que culminó 18 horas después en la carrera 9G con calle 110. La prima del niño, Melany De la Ossa, compartió con El Heraldo el desconcierto y dolor de la familia al enterarse de la desaparición. “Yo me encontraba en el trabajo cuando mi hermana me llamó para decirme que mi primo se acababa de ir al arroyo”, relató.
Jaime Pérez, comandante del Cuerpo de Bomberos, destacó en una entrevista con Noticias Caracol la colaboración de varias entidades en la búsqueda del menor, señalando que se realizaron intensas gestiones para el rescate.
Vecinos del sector, como Yosie Reales, expresaron su miedo y la inseguridad que sienten ante los arroyos crecidos durante las lluvias. “Ese arroyo se crece mucho y los niños se exponen cuando salen a bañarse”, comentó Reales.