El presidente Gustavo Petro ha generado una fuerte polémica por sus recientes ataques a los medios de comunicación y a la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
Durante el fin de semana, sus críticas se intensificaron en las redes sociales, sitio que se convirtió en el punto focal de numerosas discusiones mediáticas y políticas.
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Jonathan Bock, director de la Flip, habló al respecto en Blu Radio, donde calificó estos ataques de Petro como “sistemáticos”. La confrontación se agudizó cuando el domingo 30 de junio, en respuesta a una columna de la periodista Ana Bejarano publicada en la revista Cambio, el mandatario acusó a la prensa de intentar destruir su gobierno. Las declaraciones de Petro, realizadas en la red social X, causaron revuelo en el ámbito periodístico.
Bock subrayó la gravedad de estos enfrentamientos, destacando que “no solo son desafortunados, sino peligrosos”. Según él, los comentarios del presidente son una forma profunda de minar la credibilidad del periodismo en general y contribuyen a perpetuar el ciclo de violencia en Colombia: “Lo que termina haciendo interminable el ciclo de violencia en Colombia, en primer lugar, es que tenemos una violencia atávica que no hemos podido resolver adecuadamente”.
Petro utilizó sus redes sociales para argumentar que el periodismo actual ha dejado de buscar la verdad y se ha entregado a la mentira de manera generalizada. Indicó que se ocultan fechas en los titulares para imputar casos de corrupción de administraciones pasadas a su gobierno actual. Según Petro, esta práctica se lleva a cabo para hacer propaganda política a favor de la extrema derecha, añadiendo que “los grupos neonazis parecieran dominar el relato mediático”.
Además, la ofensiva de Petro hacia los medios llega en un contexto donde la polarización política en Colombia es alta, y cualquier declaración controvertida se amplifica rápidamente en el ámbito público.
Bock destacó la necesidad de protecciones robustas para el ejercicio periodístico y la importancia de un entorno donde el periodismo pueda desarrollarse sin temores ni presiones indebidas. “El periodismo debe buscar siempre la verdad, por difícil que sea”, afirmó, remarcando que las acusaciones del presidente Petro no deben traducirse en ataques personales o en la deslegitimación de la labor informativa.
Bock indicó que las declaraciones del presidente “no solo afectan la credibilidad de la prensa, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los periodistas”. Este aumento en la retórica hostil ha venido acompañado de una escalada en los ataques a periodistas en el país, con cinco reporteros asesinados en los últimos 19 meses, de acuerdo con las estadísticas de esta organización.
El gobierno de Petro ha defendido sus críticas argumentando que su enfoque está dirigido al “periodismo sesgado y manipulador”. En sus redes sociales, el presidente ha sostenido que busca la verdad y que muchos medios distorsionan la información para favorecer a la extrema derecha. Esta postura, sin embargo, ha sido cuestionada por organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Reporteros sin Fronteras (RSF), los cuales han señalado que los ataques verbales de Petro pueden fomentar un ambiente de hostilidad hacia los periodistas, exacerbando el riesgo de violencia contra ellos.
Las tensiones entre el gobierno y la prensa no son un fenómeno nuevo en Colombia, pero la frecuencia y el tono de las declaraciones de Petro han intensificado la preocupación. De acuerdo con la Flip, “Colombia es en este momento el país con la cifra más alta de periodistas asesinados en América Latina, incluso por encima de México”.
Bock hizo un llamado al presidente para que reconsidere su postura y fomente un diálogo constructivo con los medios de comunicación. “Buscaremos nuevamente un acercamiento con el presidente, pero también advertiremos esto en escenarios internacionales”, destacó. Asimismo, subrayó la importancia de que la narrativa contra el periodismo cese para proteger la democracia y la libertad de prensa en el país.
“La narrativa en contra del periodismo debe cesar para proteger la democracia y la libertad de prensa en Colombia”, concluyó Bock.