Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, uno de los jefes paramilitares con más incidencia en el conflicto armado, envió desde prisión una misiva al presidente Gustavo Petro para que este le permita cumplir funciones como gestor de paz.
Señala que la paz se hace entre quienes hicieron la guerra y quienes la padecieron. Como era de esperarse, esta noticia provocó varias reacciones en el mundo político.
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Congresistas del Pacto Histórico y funcionarios del actual gobierno se pronunciaron al respecto, señalando que esta puede ser una oportunidad para conocer verdades de la violencia en Colombia. Camilo Romero, embajador en Argentina, dijo: “Los paramilitares cometieron más de doscientos mil asesinatos. Esa es una razón suficiente para que sus responsables den la cara al país. Quienes se oponen a que Mancuso revele sus cómplices del Estado en la matanza son los mismos que lo harán con ‘Don Berna’. Tienen miedo a la verdad”.
Alejo Toro, representante a la Cámara, mencionó las revelaciones que hizo ‘Don Berna’ sobre Álvaro Uribe hace años. Señaló que sus testimonios pueden contribuir a la construcción de paz en el país.
“Obviamente la oposición pegará el grito en el cielo. Berna aseguró ante la justicia en 1992 que Uribe trabajaba para Pablo Escobar, también que el gobierno Uribe asesinó a Vicente Castaño y que el secretario de Uribe, Pedro Juan Moreno, pertenecía al ‘Grupo de los notables’, un grupo de personajes de alto nivel que asesoraban a Carlos Castaño”, dijo.
Añadió: “Don Berna sabe muchas cosas de Hidroituango, de la ‘donbernabilidad’, del manejo del aeropuerto Olaya Herrera desde donde presuntamente salía droga hacia EEUU, del bloque Metro al que combatió (bloque que presuntamente habría creado Uribe y los hermanos Villegas), sabe de la ‘desmovilización’ paramilitar en Ralito, de hacendados, empresarios y políticos que los crearon y financiaron. Por supuesto, tienen muchas razones para poner ese grito en cielo. Esperemos que la justicia decida”.
‘Don Berna’ quiere ser gestor de paz
En una carta de dos páginas, ‘Don Berna’ señaló la importancia de la reconciliación y la inclusión de diversos actores armados, así como la necesidad de un enfoque territorial para resolver el conflicto en Colombia. Un texto relevante dado que fue uno de los hombres más temidos de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que se desmovilizaron como parte del proceso de Justicia y Paz.
“Permítame la licencia para expresarle mi absoluto apoyo a todos sus esfuerzos para alcanzar la tan necesaria reconciliación del país”, indicó Murillo, quien sigue de cerca los planteamientos y desarrollos de la política de reconciliación de Petro. También enfatizó la relevancia de que la paz se haya convertido en una política de Estado transversal e inclusiva, más allá de las dinámicas homogéneas normalmente asociadas al conflicto.
El exlíder paramilitar celebró el acuerdo de paz con las extintas Farc, que culminó con el Acuerdo del Teatro Colón, y mostró su aprobación por los procesos en curso con el ELN, el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia. Según Murillo, esta confluencia de intenciones “es un hecho político sin precedentes en el país, el cual no puede desaprovecharse”.
“La experiencia vivida como antiguo actor del conflicto, conocedor de primera mano de los conflictos urbanos y rurales del país, el tránsito en la construcción de paz desde las desmovilizadas AUC y la indeclinable voluntad de paz que desde el primer momento he expresado y sostenido a pesar de las circunstancias de mi reclusión en otro país, permiten como gestor de paz tener los instrumentos y el conocimiento para lograr que los procesos que se adelantan lleguen a buen puerto”, manifestó.
Remarcó la importancia de revalidar una cooperación entre Estados Unidos y Colombia que podría facilitar su participación, aunque fuera –en primer término– de manera virtual.