Padre de menores embera presuntamente abusadas en Bogotá criticó la atención del Distrito: “Solo les dieron acetaminofén para el dolor”

Las dos niñas de 11 y 13 años habrían tomado un servicio de mototaxi en la noche y fueron amenazadas por el conductor con arma cortopunzante para accederlas sexualmente

Guardar
El padre de las menores
El padre de las menores aseguró que las encontró por una llamada de un policía - crédito Mauricio Dueñas Castañeda/EFE

Un día después de que la Alcaldía de Bogotá informara sobre cuatro casos de presunto abuso sexual a menores de edad indígenas en la UPI La Florida y el Parque Nacional, el padre de una de las menores entregó detalles de los momentos de angustia por los que pasaron sus hijas y su familia.

Estas denuncias provinieron de la misma comunidad embera y ocurrieron entre los días 27 y 30 de junio de 2024. Uno de estos incidentes implicó a dos niñas de 13 y 11 años, hijas de Nelson Murri, un líder de la comunidad que se tomó el parque ubicado calle 34 con carrera Séptima.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Según contó el familiar a El Espectador, el 29 de junio las menores estaban en Corabastos, alrededor de las 11 de la noche, acompañadas por dos mujeres embera más, mientras intentaban conseguir alimento para ellas y la comunidad.

Sin embargo, Murri narró que una de las mujeres pagó alrededor de siete mil pesos a un motociclista para que llevara a las niñas a una estación de Transmilenio que se ubica sobre la avenida de las Américas.

Fue en ese momento que el conductor del servicio de mototaxi “se las llevó a otro lado. Me dijeron que las empezó a tocar y a amenazar con cuchillo. Ellas alcanzaron a defenderse y escapar”, detalló Murri al diario nacional.

Dos menores embera presuntamente abusadas
Dos menores embera presuntamente abusadas en instalaciones del Idipron, reciben atención de acuerdo con la Alcaldía de Bogotá - crédito Canva

De hecho, con el transcurso de las horas y ante la desaparición de las dos menores, Murri salió a buscarlas alrededor de las 4 de la mañana, primero en Corabastos y luego en la estación de Transmilenio a la que se suponía debían llegan, sin resultados.

Incluso, el paradero de las dos niñas solo se supo cuando uno de los uniformados de la Policía logró contactarse con el padre e informar el estado en el que se encontraban las pequeñas. “Pensé que habían desaparecido y me fui a Medicina Legal. Ahí recibí una llamada de un policía diciéndome que estaban en el Hospital de Meissen”, relató.

Asimismo, el familiar entregó detalles de las horas posteriores al hecho que afectó la integridad física y emocional de las dos pequeñas de 11 y 14 años. Según contó, las niñas fueron internadas en el hospital a las 10 de la mañana con golpes en un ojo y rasguños en el cuerpo.

Además, “les dieron una habitación a las 8 de la noche y al mediodía del domingo 30 de junio, les dieron salida. Solo les dieron acetaminofén para el dolor, ni siquiera les dieron suero”, criticó Murri. Incluso, el líder embera también se despachó en repararos contra las autoridades, pues aseguró que tuvo que esperar más de dos días para poder instaurar la denuncia, pues los festivos no trabajan en las URI de la ciudad para recibir denuncias.

El Distrito activó la ruta
El Distrito activó la ruta de atención a las cuatro menores y sus familias, además de adelantar investigaciones - crédito EFE/Colprensa)

La Fiscalía está preguntando y la niña ya reconoció las caras del hombre y señaló las motocicletas”, comentó el padre.

Entretanto, las autoridades han activado la ruta de atención integral para salvaguardar a las menores afectadas. La Policía Metropolitana de Bogotá, junto con su Unidad Especial de Infancia y Adolescencia, ha asegurado que están realizando el seguimiento y han detenido a uno de los presuntos agresores, quien fue individualizado y judicializado.

Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) también se ha pronunciado sobre el caso de dos niñas embera de 11 y 14 años, presuntamente abusadas sexualmente en la UPI La Florida. El instituto ha designado un equipo profesional que activó la ruta para la verificación de sus derechos y ubicó a las menores en un hogar sustituto.

Reiteramos el llamado a la comunidad para que denuncie a través de la línea 141 toda situación que ponga en peligro la vida o la integridad de cualquier niño, niña o adolescente”, invitó la entidad de bienestar.

Los hechos han reavivado la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las comunidades indígenas asentadas en Bogotá. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer estos casos y brindar la ayuda necesaria a las víctimas y sus familias.

Guardar