La Cancillería colombiana está considerando modificar los requisitos de ingreso a la carrera diplomática, lo que ha generado una fuerte oposición entre los actuales diplomáticos y expertos en relaciones internacionales.
Según documentos obtenidos por el diario El País de Cali, el proyecto de resolución del Departamento Nacional de Planeación (DNP) para regular la carrera diplomática a partir de 2026 ha provocado críticas de las asociaciones Unidiplo y Asodiplo.
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Unidiplo acusa a la Cancillería de querer reducir el nivel de exigencia y preparación para ingresar a esta carrera, lo que, según ellos, comprometería la calidad de los futuros diplomáticos. Un punto controvertido es la propuesta de disminuir el requisito de dominio de un idioma extranjero de nivel B2 a B1. Según la asociación, “el nivel B1 no es compatible con la expresión ‘hablar y escribir correctamente, además del español, otro idioma de uso diplomático’”.
Astrid Camelo, analista política y experta en capacitación para exámenes diplomáticos, explicó en el diario El País de Cali la diferencia entre los niveles B1 y B2: “El nivel B1 permite entender textos sobre temas conocidos con ayuda de un diccionario y mantener conversaciones sencillas, mientras que el nivel B2 permite comprender textos avanzados y conversar fluidamente con hablantes nativos”.
Otra propuesta controvertida es la inclusión de acciones afirmativas para grupos históricamente marginados, otorgando puntajes adicionales a ciertos grupos en el examen escrito. Unidiplo y Asodiplo advierten que esto podría desvirtuar la igualdad de condiciones entre los aspirantes.
Unidiplo señaló que un aspirante podría incrementar significativamente su puntaje y avanzar a la siguiente fase del concurso solo por pertenecer a varios grupos beneficiados.
Camelo advirtió sobre los riesgos de acumular puntajes adicionales: “No se puede permitir que, en nombre de la inclusión, un candidato con múltiples interseccionalidades acumule hasta un 15% de puntaje adicional sin siquiera presentar la fase I del examen”.
El proyecto también propone cambiar la prueba de conocimientos de selección múltiple por dos ensayos y una prueba oral en video, lo que ha generado más críticas. Unidiplo argumenta que la eliminación de la prueba de conocimientos precisos podría llevar a evaluaciones subjetivas, mientras que Asodiplo señaló que la prueba oral en video carece de criterios objetivos de calificación, lo que podría hacerla injusta y subjetiva.
Ricardo Bello, profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario, expresó sus preocupaciones a ese medio de comunicación: “Este proyecto reduce los parámetros objetivos para las evaluaciones, haciendo que se pierda la objetividad y el anonimato, y asignando un puntaje demasiado alto a la prueba oral en video, lo que resulta en una evaluación subjetiva”.
Este debate refleja la tensión entre la inclusión y la necesidad de mantener la excelencia en la diplomacia colombiana. Bello concluyó: “Es una tradición buscar a los mejores profesionales para la carrera diplomática. Cuando se incluyen elementos subjetivos en los requisitos, se desmejora la calidad”.
El gobierno de Petro, al igual que anteriores administraciones, ha sido criticado por nombramientos diplomáticos controvertidos, mencionándose casos como Sebastián Guanumen en Chile, Moisés Nico Daza en México, y Armando Benedetti en la FAO, todos sin experiencia diplomática previa.
La propuesta del gobierno Petro está en fase de revisión y se espera un amplio debate en los próximos meses. Las asociaciones diplomáticas y expertos en el campo siguen expresando sus preocupaciones sobre el impacto potencial de estos cambios en la calidad y objetividad del servicio diplomático colombiano.