La Policía Nacional, a través de la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental, llevó a cabo una importante operación en el barrio La Candelaria de Cartagena, destinada a combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre. Durante el operativo, los agentes lograron rescatar a 41 aves de diversas especies, las cuales habían sido extraídas de su hábitat natural para su venta ilegal en la ciudad.
El brigadier general William Castaño Ramos, director de Carabineros y Protección Ambiental, reportó que “durante la ejecución de la operación Candela, se logró la captura en flagrancia de un individuo dedicado a la comercialización ilegal de especies silvestres”.
Este individuo se dedicaba a extraer las aves de su hábitat para lucrar con su venta en el mercado negro, una acción que ha provocado la muerte de muchos de estos animales.
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Entre las especies rescatadas, se encuentran canarios, mochuelos, tuceros y cotorras, todas víctimas del comercio ilegal. Estas especies, al ser extraídas de su entorno natural, no solo sufren físicamente sino que también causan un grave daño a la biodiversidad colombiana.
“Este acto delictivo constituye un grave atentado contra la biodiversidad colombiana, afectando la integridad de nuestros ecosistemas y la cadena alimenticia”, afirmó el general Castaño Ramos. El tráfico ilegal de fauna silvestre desestabiliza las relaciones ecológicas y pone en riesgo la supervivencia de múltiples especies.
El impacto económico del tráfico ilegal de estas aves también es considerable teniendo en cuenta que, según explicaron desde la Policía Nacional, los implicados obtenían ganancias anuales de aproximadamente 30.000.000 de pesos.
“El accionar de esta operación no solo golpea significativamente la economía criminal de quienes se benefician de actividades ilícitas contra los recursos naturales, sino que también marca un avance en la protección de nuestra biodiversidad”, declaró Castaño Ramos.
La operación Candela se inscribe en un esfuerzo continuado para salvaguardar los recursos naturales de Colombia. De acuerdo con las autoridades, muchas de las aves rescatadas se encontraban en condiciones deplorables, lo que subraya el trato cruel que suelen recibir estos animales cuando son capturados y transportados para su venta.
Este operativo es parte de una serie de acciones similares que buscan erradicar el tráfico de especies silvestres y promover la conservación de los ecosistemas.
El general William Castaño Ramos destacó la importancia de la colaboración ciudadana en la denuncia de estos crímenes. Las comunidades locales juegan un papel fundamental en la identificación y reporte de actividades ilícitas relacionadas con el medio ambiente. Castaño Ramos enfatizó que “la participación activa de la comunidad es crucial para el éxito de estas operaciones y la preservación de nuestra biodiversidad”.
Frente a ello, la Policía Nacional instó a la ciudadanía a continuar denunciando el tráfico ilegal de especies y a apoyar los esfuerzos de preservación ambiental a través de canales oficiales. Recalcaron en que la información proporcionada por los ciudadanos puede ser vital para prevenir futuros delitos y proteger a las especies vulnerables de la explotación y la extinción.
Para marzo de 2024, las autoridades explicaron que 3.267 especies animales habían sido incautados por la Policía a las redes de tráfico de fauna, esto es 560 más que en 2023. De estas, 3143 eran reptiles, 110 son aves y 23 mamíferos.
Según los datos proporcionados por las autoridades ambientales, el tráfico de fauna es el cuarto mercado internacional ilícito más grande del mundo, después del narcotráfico, comercio ilegal de armas y trata de personas; y Colombia, por ser un país con gran biodiversidad, tiene protagonismo en este delito, que se castiga con penas de hasta 12 años y multa de hasta 40.000 salarios mínimos.