En diciembre de 2023 fue noticia la acusación formal en contra de Fereidoun Khalilian por los delitos de uso de instalaciones comerciales interestatales para la comisión de asesinato a sueldo y conspiración para manipular testigos en los Estados Unidos.
Conocido en las redes sociales y algunos entornos de la élite paisa como el ‘Príncipe Fred’, Khalilian vuelve a estar en las portadas de los principales medios de comunicación nacionales y de Florida, debido a que este lunes 1 de julio será condenado, tras un año de audiencias que atendió desde prisión.
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Lejos de enfrentarse a supuestas acusaciones por su relación con personalidades colombianas, como el exalcalde de Medellín Daniel Quintero; el comandante de la IV Brigada del Ejército, general Juan Carlos Fajardo; o el director de la Policía, general William Salamanca, el ‘Príncipe Fred’ tendrá que responder por haber pagado a uno de sus guardaespaldas para asesinar al cineasta Juan Esco, quien, pese a haber trabajado para él en el pasado, preparó un documental sobre sus fraudes y excesos.
Una cara de la moneda que también conocía su expareja sentimental, la ganadora de Miss World Colombia 2021 y Miss Earth Colombia 2022, Andrea Aguilera, quien, por primera vez desde que estalló el escándalo del falso príncipe de Abu Dabi, habló con el programa colombiano Los Informantes para dar su versión de los hechos.
“Yo lo veía como una persona muy exitosa, un hombre con muchos proyectos, con grandes influencias, siempre estaba trabajando y se hacía llamar de esa manera: ‘Príncipe Fred’ porque, según me contó, su mamá había sido una princesa de Abu Dabi, pero lo había deshonrado desde que él nació. Sin embargo, tres años antes de fallecer, lo aceptó y le dio el título”, explicó, en medio de un mar de incógnitas, sobre el supuesto linaje real de Khalilian.
Su relación, como muchas otras desde que las redes sociales y aplicaciones de citas permitieron conectar a amantes en polos opuestos, inició como un amor a larga distancia, en el que se veían cada tanto, cuando Fred visitaba Medellín, o Aguilera los Estados Unidos.
“Él siempre me hablaba sobre su familia y era algo muy íntimo, esas historias tan duras con su mamá y creo que él se sentía rechazado o abandonado por esa realeza. Inclusive, a veces se le notaba triste o decepcionado de que no lo hubieran incluido en esa vida, o a veces estaba de mal genio y, al preguntarle, me decía que todos se reunían y a él no lo invitaban”, recordó Aguilera, que, aunque de manera distinta, también fue víctima de los engaños de Fred.
A simple vista “parecía una persona vulnerable que había pasado por un montón de cosas y muy resiliente, porque había salido de ellas, con una cantidad de dificultades desde la niñez, como que su mamá lo deshonró o vio morir a su padre”.
En medio de sus historias, de las que no se sabe qué es real y qué es ficción, contaba que sus padres se conocieron en la universidad y, por un desliz, terminaron quedando en embarazo; lo que, como era de esperarse, no fue aceptado por la familia de su madre, ya que eran musulmanes y su enamorado judío.
“Él siempre decía: ‘I’m a self-made person’, una persona que se hizo a sí misma, y eso lo hacía sentir muy orgulloso. Tenía una vida con un estilo económico muy alto, se daba muchos gustos y, cuando se presentaba con las personas, se aprovechaba de ser diplomático para mostrarse como una persona importante”, recordó la exreina y añadió: “En Estados Unidos todo el mundo le decía príncipe, pero yo sentía que era más como un apodo. Sin embargo, acá, buscando un estatus, estaba más interesado en mostrarse como un verdadero príncipe”.
Sin embargo, su trato hacia ella jamás fue de princesa. Por el contrario, le revisaba el celular y la mantuvo cautiva durante semanas en un apartamento en los Estados Unidos, donde aplicaba sus vastos conocimientos en extorsión y mentiras para hacerla sentir inferior.
“Tenía una explicación para todo y era obsesivo (...) Luz de la calle, oscuridad de la casa. Él en la calle era la persona más noble, pero lo que era de puertas para adentro era todo lo contrario. Era una persona que ejercía la ley del hielo todo el tiempo, era una persona agresiva”, afirmó.
De toda esta experiencia, a Aguilera le queda claro que en algún punto fue cómplice de sus engaños, obligándose a creer que era un buen hombre para entablar una relación y que, a diferencia de los cuentos de hadas, el final feliz no siempre es con un “príncipe” al lado:
“Un abusador abusa de su víctima y esta siempre va a ser su pareja, sus hijos, su entorno más cercano, las personas con las que ya vive y con las que ya no puede mantener la máscara puesta el 100% del tiempo, porque sería completamente agotador. Y tú no sabes que eres una víctima, hay una parte de ti que no cree lo negativo cuando aparece”.