El viernes 21 de junio se conoció una polémica decisión de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian). Cerró, por tres días, 19 establecimientos de comercio en Bogotá, uno de ellos el Piqueteadero Doña Segunda, en la carrera 51, número 73 - 09, en el barrio 12 de Octubre, en localidad de Barrios Unidos.
La razón que tuvo la entidad para hacerlo es que no expedía factura electrónica, algo que se volvió obligación en Colombia para cualquier tipo de negocio y para lo que se necesitan tres simples datos: correo electrónico, cédula de ciudadanía o NIT (Número de Identificación Tributaria) y nombre o razón social.
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Por supuesto, el hecho se hizo conocido a nivel nacional y las palabras de doña Segunda resonaron en todo el territorio, ya que la mujer, quien dijo que había tenido problemas durante algunos días para expedir facturas, aseguró que estaba “al borde de la locura” porque serían tres días en los que el restaurante dejaría de producir.
Tras lo sucedido, las hijas de la principal afectada buscaron solución y, por fortuna, la encontraron de la mejor manera. Lo anterior, debido a que el negocio tendrá expedición de factura electrónica durante los próximos seis meses, gracias a una capacitación, asesoría, montaje y puesta en marcha gratuita, lo que hará que tenga un notable ahorro.
La reunión que lo cambió todo
La noticia se la dio el CEO y fundador de Tiendana, Víctor Abril, quien en diálogo con Infobae Colombia dio a conocer que la startup colombiana, dedicada a la tecnología, decidió ayudar a la señora con seis meses gratis de factura electrónica para que así siga sacando su negocio adelante.
El experto afirmó que tuvo una reunión con las hijas y nietas de doña Segunda y les comentó acerca de lo que hace el software, entonces les gustó mucho la idea. Además, les mostró el funcionamiento simplificado con el que trabajan, que les ayudará a hacer más fácil la facturación.
“Nos contactamos. Tuvimos una reunión y me dijeron que estaban buscando un software, porque el que tenían actualmente se quedaba mucho”, explicó.
Sobre el error que tuvo doña Segunda con la expedición de factura electrónica, el experto cree que no facturaron de manera directa la vez que tuvo la visita de los funcionarios de la Dian, quienes acudieron al lugar, hace un año, vestidos como clientes normales y sin distintivo de la entidad.
“Uno tiene que facturar, sí o sí, a cualquier persona. Ya es obligatorio, no es opcional, no es que supera un monto y eso es lo que facturan. Ahorita, es absolutamente todo. Y eso es donde está cayendo la Dian. Por eso hay que emitirla y pedirla”, anotó.
Abril dijo que los meses de cortesía son para que aplique el sistema y no le cierren el negocio.
Factura electrónica en cuestión de segundos
“Ahora sí están emitiendo factura electrónica para todo. Antes, lo que hacían era pedir los datos a los clientes y les entregaban la factura al siguiente día. Era un software que, literalmente, es bastante complejo. Demoraban entre 1:25 y cinco minutos para generar una venta. Ahora lo bajamos a solo 15 segundos”, precisó al recordar que la familia tomó la decisión en solo unas horas.
“Varias empresas grandes estuvieron buscando apoyarla, pero nos escogieron a nosotros. Ellos tomaron la decisión a mediodía y a las 6:00 p. m. les tuvimos montado todo: el menú en línea, la solución y listo, empezaron a facturar electrónicamente. Le solucionamos ese chicharrón a ella. Ya están generando las facturas directamente en el punto de venta”, agregó.
Los otros retos de Doña Segunda
Lo otro que les gustó mucho en el negocio de doña Segunda es que crearon un menú en línea que está integrado con el sistema y las llamadas o el WhatsApp. Con este pueden utilizar toda la gestión de domicilios, con lo que puede atenderse más rápido.
Antes tampoco tenían un registro de llamadas, pero ahora quedó integrado con los dos puntos de venta, la fábrica y los domicilios. La decisión ayudará a minimizar las filas.