Pareja de motociclistas víctima de robo en Medellín terminó refugiándose en vehículo particular que pasaba por el frente

El incidente ocurrió entre las estaciones Madera y Niquía del metro de Medellín

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Al verse en peligro, intentaron refugiarse en el vehículo de enfrente - crédito 123RF
Al verse en peligro, intentaron refugiarse en el vehículo de enfrente - crédito 123RF

Los motociclistas paisas ya no hallan en dónde esconderse de la inseguridad. Cuenta de ello es el robo a una pareja del gremio registrado en la capital de Antioquia, la noche del miércoles 26 de junio, entre las estaciones Madera y Niquía del metro de Medellín.

Según se aprecia en la grabación realizada por un habitante local, ambas víctimas fueron abordadas por tres delincuentes armados que no solo tomaron sus pertenencias, entre ellas su vehículo, sino también amenazaron con atentar contra su vida.

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Horas más tarde lograron dar con los responsables - crédito @DenunciasAntio2 / X

El susto habría sido tal que, según plataformas de denuncia ciudadana como Colombia Oscura, la pareja víctima de atraco se subió a un vehículo particular que estaba estacionado en frente para huir de los ladrones.

Sin embargo, ellos lograron distribuirse, ahora en las tres motos, y darse a la fuga para evitar a las autoridades. Algo que no les habría funcionado del todo, pues fueron capturados en el municipio de Bello horas más tarde.

Motociclistas, incluso vinculados a aplicaciones de transporte, son víctimas constantes de hurto en el país - crédito 123RF
Motociclistas, incluso vinculados a aplicaciones de transporte, son víctimas constantes de hurto en el país - crédito 123RF

Modalidades del hurto a vehículos que debería conocer, según agentes de la Policía Nacional

  • “Quieto” (atraco): con el uso de amenazas se obliga al conductor a abandonar el vehículo; esta denominación proviene de la frase de “quédese quieto y bájese”, o similares, que son típicas en esta modalidad.
  • “Bajonazo” o intimidación (atraco): frecuente en vehículos de servicio público (taxis), puesto que se lleva al conductor hasta un sitio aislado o periférico y se le obliga con amenazas a bajarse del vehículo.
  • Halado: se realiza cuando el carro está sin pasajeros, parqueado en bahías o en la calle; mediante distintas técnicas (algunas de las cuales se describen en el escrito) los delincuentes se llevan el automóvil.
  • “Estuche o pluma” (llave maestra): el carro se abre y enciende con una pluma (llaves hechizas elaboradas con seguetas, destornilladores o de carbón).
  • Entrega o de confianza: se da por descuido de los conductores, cuando abandonan el auto dejando las puertas abiertas y el carro encendido o con las llaves puestas. Esta situación es aprovechada para abordar el vehículo y huir con él.
  • “El taco”: se usa un martillo o taco para romper el encendido del carro, el cual se enciende haciendo ignición con los cables.
  • Con bujía: se emplea una bujía húmeda (los delincuentes la ponen en su boca para humedecerla) y se lanza contra un vidrio para fragmentarlo.
  • Autorrobo o asegurado: cuando una persona quiere deshacerse del vehículo (por lo general para cobrar un seguro) y contacta a los delincuentes para planear el hurto del carro con la complicidad del propietario. Hay un acuerdo de dinero que paga el propietario a los delincuentes, y acuerdan realizar la denuncia brindando a los delincuentes el tiempo suficiente para ocultar, vender o despiezar el auto.
  • De control (suplantación de autoridad): en esta modalidad los delincuentes emplean distintivos o disfraces de la autoridad para engañar a víctimas fingiendo un retén o requisa, invitándolos a abandonar el automóvil y aprovechando para huir con él.
El robo halado también afecta a los motociclistas - 123RF
El robo halado también afecta a los motociclistas - 123RF
  • Inicio: en esta modalidad se tiene un mayor trabajo previo, se ubica el vehículo que se va a hurtar y se busca la complicidad de vigilantes o encargados de la seguridad del vehículo. También se da por complicidad de lavaderos y parqueaderos donde los propietarios dejan las llaves de los carros, y los delincuentes pagan por las copias de las llaves10 para luego hurtar los vehículos.
  • “Tomasiado o tomasera” (uso de sustancias psicoactivas): es la modalidad más común en las zonas de entretenimiento nocturno (bares o restaurantes). Una persona se gana la confianza del propietario del vehículo (por lo general son mujeres atractivas) y le proporciona alguna sustancia psicoactiva (escopolamina o ativan), para incapacitarlo con el propósito de hurtar el vehículo y otras pertenencias.
  • “Choque” (atraco): se usa un carro antiguo o hurtado para golpear por detrás un automóvil; cuando el conductor baja a mirar lo sucedido, otro integrante del grupo se sube al vehículo y huye.
  • “Lujos” (hurto autopartes): con el carro estacionado o en movimiento, se hurtan los accesorios o partes de lujo del carro, es decir, espejos, antenas, tapas de llantas, radios, entre otros.
  • “Creación de empresa fachada” (estafa): creación legal de una empresa dedicada a la comercialización de vehículos, que inicia un proceso formal de compra y venta con los propietarios de automotores. Luego de pagar un pequeño monto de dinero al propietario, se tramitan los documentos para la entrega a un nuevo acreedor de buena fe. Finalmente, el vehículo es vendido por la empresa y nunca se le paga al propietario contactado el dinero convenido en la promesa de compraventa.
  • “Martilleo”: se borran los seriales e identificaciones del auto y se usa una placa o molde para “martillar” nuevas marcas en el vehículo.
  • “Picar”: hace referencia al despiece o desguace de los carros hurtados.
  • “Darle vida al auto” (falsedad en documento y falsedad marcaria): creación de los documentos legales de un vehículo (matrícula, registro de importación, pago de impuestos, placas, entre otros), con la complicidad de funcionarios públicos encargados de estos trámites administrativos.
  • “Gemeleo” (falsedad en documento y falsedad marcaria): es la adaptación física (chasis, placas, color, entre otros) de un vehículo hurtado a un vehículo que se encuentra transitando en el mercado.
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