La región Caribe colombiana y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina se preparan para enfrentar posibles efectos derivados del huracán Beryl que, hasta el sábado en horas de la noche, estaba en categoría 1. Actualmente ubicado en el océano Atlántico tropical, se espera que Beryl evolucione hasta convertirse en un huracán mayor (el domingo evolucionó a categoría 4) antes de llegar a las Islas de Barlovento el lunes 1 de julio en horas de la madrugada.
Se prevé que impacte en las Islas de Barlovento e ingrese a la cuenca del mar Caribe en la madrugada del lunes 1 de julio, dirigiéndose hacia el noroccidente de la cuenca. Su máxima cercanía al territorio colombiano se espera para los días martes 2 y miércoles 3 de julio, cuando se podrían presentar vientos fuertes, olas de altura significativa y posibles lluvias en zonas litorales de la región Caribe colombiana.
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En un informe, la Ungrd señaló: “Actualmente, se observa una altura de la ola significativa de 1.0 a 1.9 metros (Mar 3-4) dentro del mar Caribe con vientos de dirección este-noreste y una intensidad de 10 a 22 nudos (Fuerza 3-5). No se presenta influencia directa o indirecta de la Tormenta Tropical Beryl y no se espera afectación dentro de las próximas 48 horas en el territorio nacional”.
La predicción de una temporada de huracanes más activa de lo usual por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa) añade urgencia a estas preparaciones. La Noaa anticipó entre 17 y 25 tormentas nombradas, de las cuales de 8 a 13 podrían alcanzar la categoría de huracán, y entre 4 y 7 de estos podrían ser huracanes mayores (categorías 3, 4 y 5).
En respuesta, la Mesa Técnica de Alertas por Ciclones Tropicales recomendó al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, así como a alcaldes, gobernadores y la comunidad en general, mantener un estado de preparación constante para la próxima temporada de huracanes.
Los Consejos Departamentales y Municipales de la región Caribe, junto con los del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, fueron invitados a colaborar estrechamente con las comunidades locales para implementar acciones y medidas necesarias que eviten la pérdida de vidas humanas y bienes materiales.
La Ungrd señaló la importancia de activar y reforzar las medidas para la reducción del riesgo y la preparación ante la posible ocurrencia de ciclones tropicales y eventos asociados como inundaciones, deslizamientos de tierra, avenidas torrenciales y vendavales.
El objetivo de estas medidas es mitigar los impactos negativos de fenómenos climáticos como Beryl, asegurando que las comunidades estén bien informadas y preparadas para actuar en caso de una eventual emergencia. La Ungrd y otras instituciones seguirán monitoreando de cerca la evolución del huracán para proporcionar actualizaciones y guiar a la población sobre las mejores prácticas de seguridad.
Entre las primeras recomendaciones para la comunidad se encuentran:
- Planes de emergencia familiar: Desarrollar y practicar un plan de emergencia que incluya rutas de evacuación y puntos de encuentro, y mantener un kit de emergencia con suministros básicos como agua, alimentos no perecederos, medicamentos, linternas, baterías y documentos importantes.
- Fortalecimiento de estructuras: Revisar y reforzar techos, ventanas y puertas de las viviendas, instalar persianas o contraventanas para proteger las ventanas y asegurar objetos sueltos en el exterior que puedan convertirse en proyectiles durante un huracán.
- Seguir las indicaciones oficiales: Obedecer de inmediato las órdenes de evacuación emitidas por las autoridades, refugiarse en una habitación interior alejada de ventanas si se ordena permanecer en casa, y escuchar la radio o la televisión para obtener actualizaciones constantes sobre el huracán.
- Seguridad personal durante el Huracán: evitar el uso innecesario de teléfonos celulares para permitir que las líneas permanezcan disponibles para emergencias, apagar los sistemas eléctricos y de gas para prevenir incendios y no salir durante el huracán, incluso si parece que ha pasado, ya que puede tratarse del ojo del huracán y los vientos pueden retomar rápidamente con fuerza.
- Asistencia y recuperación: buscar refugio en los establecimientos habilitados si la vivienda ha sido afectada, no intentar reconectar la electricidad o el gas sin la evaluación de un profesional y participar en las labores de limpieza y reconstrucción comunitaria siguiendo siempre las indicaciones de las autoridades locales y equipos especializados.
- Salud y bienestar después del Huracán: consumir solo agua potable y evitar alimentos que hayan estado en contacto con aguas de inundación, mantenerse informado sobre posibles brotes de enfermedades y recibir cualquier vacuna recomendada por los servicios de salud.