En un video publicado en su cuenta de X, el exministro Alejandro Gaviria afirmó que muchos gobiernos de izquierda en América Latina han sido afectados gravemente por la corrupción. Según Gaviria, existen al menos cuatro razones que explican este fenómeno. “Causas de la corrupción en este y otros gobiernos similares”, comentó en el post.
En la continuación de su mensaje, Gaviria explicó que la primera razón es una idea equivocada en la mente de los grandes líderes de izquierda, quienes creen que su preocupación por la equidad los hace inmunes a la corrupción. La segunda es el desconocimiento, tanto de los líderes como de sus seguidores, sobre el funcionamiento del Estado y una indiferencia hacia las políticas públicas. La tercera, según Gaviria, es una cierta ceguera ética y la creencia de que los fines sociales del gobierno de izquierda justifican sus medios.
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“La primera es la idea equivocada en la mente de sus grandes líderes de que su preocupación por la equidad, por ejemplo, los hace inmunes a la corrupción. La segunda es el desconocimiento, por parte de los mismos líderes y sus seguidores, del funcionamiento del Estado y la indiferencia hacia las políticas públicas. Tercera, cierta ceguera ética y la idea de que los fines sociales del gobierno de izquierda justifican cualquier medio. Los gobiernos de izquierda, por ejemplo, abrazan sin pudor el clientelismo. Lo estamos viendo en Colombia”, comentó el exfuncionario público en el material audiovisual.
En ese sentido, Gaviria señaló que la cuarta razón, en su opinión, es la ausencia de políticas públicas efectivas contra la corrupción, más allá de los discursos y la retórica repetida, muchas veces vacía, de esos líderes políticos.
Asimismo concluyó su video comentando que: “La corrupción, por supuesto, no tiene colores políticos; es de izquierda y de derecha. Pero el ímpetu anticorrupción, en este caso, el ímpetu anticorrupción que eligió al presidente Petro, terminará devolviéndose, robándole buena parte de su legitimidad. En buena medida definirá su gobierno; será su condena”.
Sin embargo, Alejandro Gaviria ha realizado varias críticas al Gobierno nacional al comentar sobre las declaraciones del presidente Gustavo Petro, el cual hizo mención del nazismo y a supuestos ataques provenientes de sectores de ultraderecha.
Gaviria, quien ocupó el cargo de ministro de Salud durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, señaló que el presidente sigue promoviendo la idea de un “enemigo interno”. Asimismo, planteó dudas sobre un posible regreso de las interceptaciones telefónicas en Colombia.
“¿Volvieron las chuzadas a Colombia? Magistrados de las altas cortes, opositores y periodistas han denunciado que están siendo perseguidos. El presidente Gustavo Petro, por el contrario, asegura que todo esto se trata de una conspiración de la ultraderecha, de un complot”, cuestionó el político.
Según el exministro, esto sería parte de una estrategia del “enemigo interno”, y el presidente Petro ve “adversarios en todos lados”.
“La misma victimización ha creado al interior del Gobierno una mentalidad paranoide en la cual cualquier cosa puede pasar. Cualquier táctica está justificada. A fin de cuentas, se trata de una lucha, de un combate contra un enemigo todopoderoso”, dijo.
El exministro de Salud subrayó que los seguidores más leales del presidente buscarán maneras de hostigar a quienes lo critican. Las afirmaciones de Alejandro Gaviria surgen en respuesta a las publicaciones y discursos recientes de Gustavo Petro en X.
Durante la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional, el presidente Gustavo Petro abordó públicamente las recientes denuncias acerca de supuestas interceptaciones ilegales a magistrados de la Corte Constitucional, conocidas como “chuzadas”. En su discurso, el jefe de Estado comentó que los “chuzadores echados de su Gobierno se están organizando para chuzar por fuera”.
Alejandro Gaviria ya ha mencionado al presidente Gustavo Petro en otras ocasiones; semanas atrás, formuló serias críticas contra el mandatario. Gaviria alegó que el presidente recurre a una serie de tácticas discursivas para desviar la atención de temas cruciales que están en debate en el país, como la educación superior.
“Uno podría criticar el silogismo grandilocuente y el tono profético que vuela sobre los mismos temas de siempre: la supervivencia de la especie, la esencia humana, la justicia universal, etc. Los profetas solo conciben dos escenarios: la salvación providencial o la condena absoluta. Pero no vale la pena concentrarse en la forma”, comentó.