Reservistas de la Fuerza Púrpura participarán en los diálogos de paz con la Segunda Marquetalia: estas son sus peticiones

Iván Márquez y representantes de 68 organizaciones de reservistas y veteranos de la fuerza pública concluyeron el 28 de junio la primera fase de las negociaciones de paz con la organización ilegal Segunda Marquetalia en Caracas, Venezuela.

Durante estas conversaciones, destacó la participación del grupo denominado Fuerza Púrpura, que aboga por el respeto al orden constitucional y la protección de los intereses de sus integrantes.

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Los reservistas y veteranos, parte de Fuerza Púrpura, manifestaron su intención de asegurar la inclusión de todas las visiones del país en las negociaciones y apoyar las estrategias del Gobierno. Asimismo, hicieron hincapié en la necesidad de implementar mecanismos objetivos para la toma de decisiones, exigiendo el respeto a las vías institucionales en cualquier acuerdo alcanzado.

Entre las peticiones dirigidas al Gobierno nacional, se encuentra la exigencia hacia la Segunda Marquetalia de cumplir con el acuerdo de paz con las Farc, prestando especial atención a los casos de incumplimientos y reincidencias. Además, se considera crucial demandar un cese inmediato de hostilidades y establecer un sistema de monitoreo y verificación para asegurar el alivio humanitario a las comunidades afectadas.

Los representantes recalcaron la importancia de que la fuerza pública continúe con su misión constitucional mientras se desarrollan las negociaciones, y enfatizaron la necesidad del respaldo gubernamental a través de la Oficina del Comisionado Consejero de Paz y la Delegación del Gobierno.

El Gobierno de Gustavo Petro iniciará un nuevo intento de diálogo para avanzar en su promesa de Paz Total en Colombia, esta vez enfocándose en las disidencias de las Farc, conocidas como Segunda Marquetalia, lideradas por alias Iván Márquez. Estos diálogos buscan promover reformas democráticas y cambios enfocados en la paz de las poblaciones y los territorios, según indicó el gobierno.

El 22 de junio en Bogotá, seis delegados seleccionados por el presidente Petro se reunieron para ultimar los detalles de la instalación de la mesa de negociaciones, la cual se está llevando a cabo en Caracas, Venezuela, desde el 24 de junio. Entre los delegados se encuentran Armando Novoa, exconsejero del CNE y principal vocero del grupo; Parmenio Cuéllar, exministro de Justicia; el coronel (r) Jaime Joaquín Ariza; Gabriel Bustamante, subdirector de la Unidad de Restitución de Tierras; María Camila Moreno, antropóloga; y Gloria Arias Nieto, representante del movimiento Defendamos la Paz.

Según declaró Novoa al diario El Tiempo, el proceso no comenzará con un cese al fuego, sino con un “desescalamiento de la presencia armada de la Segunda Marquetalia”. Estas negociaciones constituyen el tercer intento de paz del mandatario colombiano, quien también dialoga actualmente con la guerrilla del ELN y el otro grupo disidente Farc-EP, denominado Estado Mayor Central (EMC).

Informes recientes de la revista Semana, basados en datos de la fuerza pública, señalan que los principales líderes de la Segunda Marquetalia operan desde Venezuela, siendo Iván Márquez, Walter Mendoza, Zarco Aldinever y Jhon 40 algunos de los cabecillas identificados. Aunque su cúpula se encuentra en Venezuela, su influencia se extiende por el sur de Colombia, el Pacífico y la frontera con Ecuador, con presencia en áreas clave como el río Mira, Ipiales, Cumbal y municipios de Nariño.

La Segunda Marquetalia, que cuenta con aproximadamente 1.751 integrantes, se formó en agosto de 2019 cuando Iván Márquez y otros excomandantes anunciaron su regreso a las armas, argumentando incumplimientos del Gobierno en el acuerdo de paz de 2016. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, entre 2019 y 2024, los grupos armados ilegales han fortalecido su presencia, con las disidencias de las Farc operando en casi 300 municipios, un incremento del 141%.

Además, la Segunda Marquetalia tiene presencia significativa en el suroccidente de Colombia, con 15 subestructuras y acciones armadas que han aumentado debido a disputas territoriales con el EMC y el ELN, grupos con los que ha formado nuevas alianzas en áreas del Cauca y Nariño. Estas alianzas y mecanismos de control social sin duda representan un desafío significativo para el Gobierno y sus esfuerzos de paz.