Un joven identificado como Diego Andrés Puello Acosta recibió al menos siete disparos por parte de un agente policial en el barrio El Milagro, Cartagena, el jueves 27 de junio. Según informaron las autoridades, el oficial de la Sijín estaba fuera de servicio y habría notado actitudes y movimientos extraños en el joven, por lo cual se dedicó perseguirlo por varias calles.
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El coronel Gelver Yecid Peña Araque, comandante de la Policía Metropolitana de la capital del departamento de Bolívar, señaló que el agente actuó en defensa propia y prevención cuando suponía que Puello iba a cometer un delito; sin embargo, en el reporte policial no se precisó cuál sería el ilícito.
“Todo indica que esta persona iba a cometer un hecho ilícito y es cuando el uniformado lo enfrenta y lo neutraliza en un hecho de reacción y prevención de la Policía Nacional”, afirmó Peña Araque.
De acuerdo con la información que publicó el medio local Vanguardia, la muerte de Puello ocurrió ante los transeúntes que vieron cómo el policía disparaba y para terminar con la vida del joven.
Inicialmente, la identidad de Puello no era conocida, pero el 28 de junio se confirmó y comenzaron a aparecer múltiples mensajes en redes sociales por parte de familiares y allegados. “Nos dejaste solos, vivirás siempre en nuestros corazones”, escribió uno de sus familiares.
El joven tenía un arma, según el policía que lo neutralizó
El oficial que siguió y disparó a Puello Acosta —quien caminaba por las calles del barrio El Milagro—, expresó que este fue sorprendido con un arma de fuego en la vía pública. Si bien el joven no llegó a usar su arma, como confirmó la Policía, se conoció que en el lugar en el que falleció se encontraron nueve casquillos de calibre 9 milímetros. El cuerpo de Puello fue llevado a la morgue de Medicina Legal.
Aunque la Policía Nacional defendió la acción del agente, el caso ha generado controversia y preocupación entre los residentes del barrio y la comunidad en general, quienes piden una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y que se haga justicia si hubo un uso excesivo de la fuerza.
Muerte de joven en Norte de Santander tendría que ver con presunto abuso policial
Las autoridades están investigando la muerte de Jefferson Barajas, ocurrida durante un operativo policial el pasado fin de semana. La familia de Barajas ha exigido justicia mientras se revisan las cámaras de vigilancia para determinar si hubo abuso de autoridad.
Según testigos, Barajas intentaba ingresar a un conjunto residencial cuando fue detenido por un vigilante que dudaba en dejarlo pasar. Durante el altercado, Barajas intentó quitarle el arma al vigilante, y lo habría intimidado, lo que llevó al personal de seguridad a llamar a la Policía. Al llegar, los funcionarios emplearon un taser para neutralizar a Barajas, mientras este ya estaba esposado a una baranda. El joven falleció luego de la intervención.
Barajas tenía antecedentes judiciales por hurto agravado, violencia intrafamiliar y agresión a un servidor público. Actualmente, se realiza una investigación para esclarecer si hubo uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía.
Brigith Ariza, esposa de Barajas, expresó: “Pido que se haga justicia por lo que le hicieron. Ya lo mataron y mi bebé se quedó sin padre”. Shirly Barajas, hermana del fallecido, añadió: “En el video aparece que mi hermano está con un jean y que su cuerpo no está marcado, no tiene golpes y no tiene sangre. Pero yo fui a la Fiscalía y me mostraron un cuerpo en el que aparece con una pantaloneta que no es de él y está reventado. Además, no hay una historia clínica que diga que la Policía le prestó los primeros auxilios”.
La Policía de Cúcuta está al frente de las indagaciones y ha tomado declaraciones fundamentales de los involucrados. El coronel William Quintero, comandante de la Policía de Cúcuta, señaló que “la justicia penal militar se trasladó de inmediato a ese lugar y el mismo juez estuvo presente tomando las versiones”.