La tasa de usura mantiene su tendencia a la baja, iniciada a principios de 2023, tras el comienzo de la denominada “guerra de tasas entre los bancos”. Según la Superintendencia Financiera, este indicador para julio será de 29,49%, una reducción frente a la tasa de julio del año pasado, que fue de 30,84%.
Este descenso implica que la tasa máxima que los bancos pueden cobrar a los usuarios al solicitar un crédito con tarjeta de crédito será más baja este mes, lo que podría traducirse en compras más económicas. El indicador no se encontraba en un nivel tan bajo desde mayo de 2022, cuando la tasa de usura estaba en 29,57%.
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Analistas anticipan que la disminución en las tasas de interés pueda fomentar la reactivación del consumo y el aumento en la solicitud de créditos, sectores que evidenciaron una disminución el año pasado.
El interés bancario corriente para el crédito productivo de mayor monto será de 26,62% efectivo anual y aplicará del 1° al 31 de julio de 2024. El crédito productivo rural tendrá una tasa del 18,65% efectivo anual y será válida hasta el 31 de julio. En el caso del crédito productivo urbano, la tasa será del 35,84% y también regirá en ese mismo período.
Para el crédito popular productivo rural, la tasa será del 49,60% efectivo anual. Para el crédito popular productivo urbano, la tasa será del 57,16% efectivo anual. Ambas tasas tendrán vigencia hasta el 31 de julio.
La caída que puede reactivar la economía
La disminución en las tasas de usura para tarjetas de crédito puede tener varios efectos positivos en la economía:
- Incremento del consumo: menores tasas de interés hacen que el uso de tarjetas de crédito sea más atractivo para los consumidores. Esto podría llevar a un aumento en las compras y, por ende, a una mayor demanda de bienes y servicios. Este incremento en el consumo puede estimular el crecimiento económico.
- Fomento de la inclusión financiera: tasas de interés más bajas pueden facilitar el acceso al crédito para personas que anteriormente podrían haber considerado las tasas muy altas. Esto puede incluir a un mayor número de personas en el sistema financiero formal, mejorando su capacidad de gasto y ahorro.
- Reducción de la deuda: para aquellos que ya tienen saldos pendientes en sus tarjetas de crédito, una tasa de interés más baja significa que menos de su pago mensual se destina a intereses y más al capital. Esto puede ayudar a los consumidores a pagar sus deudas más rápidamente y con menos costo total.
- Mayor liquidez: con tasas de interés más bajas, el costo de mantener un saldo en la tarjeta de crédito disminuye. Esto puede dar a los consumidores más flexibilidad financiera y mayor liquidez, permitiéndoles manejar mejor sus finanzas personales y enfrentar imprevistos.
- Confianza del consumidor: la percepción de un menor costo de financiamiento puede incrementar la confianza del consumidor, alentándolos a gastar más. Esta mayor confianza puede tener un efecto dominó positivo en la economía a medida que el gasto se traduce en ingresos para negocios de todos los tamaños.
La reducción en las tasas de interés para diferentes modalidades de crédito, además de las tarjetas de crédito, puede traer diversas ventajas económicas:
- Fomento a la inversión y producción: las tasas más bajas para créditos productivos, tanto rurales como urbanos, pueden incentivar a emprendedores y pequeñas empresas a invertir en nuevos proyectos o expandir sus operaciones. Esto puede conducir a un aumento en la producción y la generación de empleo.
- Menor costo del crédito popular: tasas de interés más bajas para créditos populares productivos, tanto rurales como urbanos, facilitan el acceso al financiamiento para personas y microempresarios con menos recursos. Esta accesibilidad puede impulsar la economía informal hacia la formalidad, mejorando los ingresos y las oportunidades para estos sectores.
- Estabilidad financiera: al disminuir el costo del crédito, las empresas pueden gestionar mejor su deuda y mantener una mayor estabilidad financiera. Esto puede conducir a una menor tasa de incumplimiento y a un sistema financiero más fuerte y resiliente.