En la sesión plenaria del 54° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se lleva a cabo en Asunción, Paraguay el 28 de junio de 2024, el canciller Luis Gilberto Murillo rechazó el intento de golpe en Bolivia y respaldó al pueblo boliviano y a su Gobierno.
Durante su discurso, el alto funcionario aseguró que la situación “nos pone frente a la necesidad de que exista también un trabajo encaminado a que haya escenarios en el contexto interamericano de juzgamiento de conductas como esta, que intentan golpes contra la democracia porque no pueden quedar impunes”.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook
A su vez, Murillo indicó que el trabajo conjunto entre naciones “es muy importante para conseguir la paz definitiva en nuestros territorios y fortalecer la democracia”. A su juicio, es necesario implementar “medidas innovadoras y ajustes institucionales en el sistema interamericano en ese sentido”.
En su intervención, el ministro indicó que desde Colombia las intenciones del presidente de la República, Gustavo Petro, y de la vicepresidenta Francia Márquez, son “promover la paz, salvaguardar la vida y promover la democracia en todas sus expresiones”.
Asimismo, se pronunció sobre la necesidad de unión en el continente, señalando que “la integración es el sello de identidad de la región americana, por eso Colombia reafirma su dedicación hacia el fortalecimiento de la cooperación y la construcción de la unidad en las Américas”
En ese sentido, el canciller aseguró que el país busca tener la paz como principal valor democrático. Para lograrlo, solicitó “excluir a la República de Cuba de la lista de Estados designados como patrocinadores del terrorismo y también las medidas que son unilaterales y extraterritoriales que tienen que ver con sanciones”.
Por último, el jefe de la cartera de exteriores de Colombia señaló que todos los países de las Américas deben estar en la OEA: “Los que se fueron deben volver. Es así cómo se construye unidad desde la diferencia regional y hemisférica en el contexto actual convulsionado internacional”.
¿Qué pasó en Bolivia?
El 27 de junio de 2024, un batallón de militares, liderado por el comandante general del Ejército de Bolivia, Juan José Zuñiga, entró por la fuerza en el Palacio Quemado. Durante su arremetida contra el Gobierno boliviano, los uniformados utilizaron un tanque para disparar, esta acción fue calificada por el presidente boliviano, Luis Arce, como un “intento de golpe de Estado”.
Zuñiga amenazó con “cambiar el gabinete de Gobierno” después de que el martes en la noche circularon varios rumores sobre su destitución. Tras tumbar la puerta del edificio, el comandante, junto a un grupo de soldados, entró por siete minutos a la Casa Grande del Pueblo, donde se encontraba el presidente Luis Arce junto a su vicepresidente David Choquehuanca.
El comandante general dijo a los medios que iba a “restablecer” la democracia en Bolivia y que liberaría a “todos los presos políticos”, incluyendo a la ex presidenta interina Jeanine Añez y al gobernador opositor Luis Fernando Camacho. Sin embargo, luego de varias horas de tensión, los militares y los tanques comandados por Zuñiga se replegaron.
El presidente de Bolivia aseguró en una entrevista a la emisora local Unitel que el éxito para rebatir el ataque fue que habían recibido informes sobre “intentos de desestabilización, pero no se sabía cuándo podría llevarse a cabo”.
El ex comandante Juan José Zúñiga y el ex comandante de la Armada Juan Arnez Salvador fueron arrestados, informó el ministro Eduardo del Castillo, señalando que cerca de una docena de militares han sido detenidos y podrían enfrentar penas de prisión de entre 15 y 30 años.