Debido a la crisis económica por la que están pasando múltiples países en América del Sur, y el aumento de los controles para llegar a naciones como México o Estados Unidos, una gran cantidad de personas que tiene planes de migrar ven en el tapón del Darién una oportunidad.
A pesar de que la única frontera terrestre que existe entre Colombia y Panamá es una selva de más de 17.000 kilómetros —que es la tercera mayor zona silvestre de Centroamérica y en la que hay múltiples riesgos para quien intente atravesarla—, en 2023 se registró el mayor número de personas que cumplió esta travesía.
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El paso de más de 500.000 migrantes hizo que el Estado panameño pidiera a las autoridades en Colombia, entidades internacionales y otros gobiernos emplear estrategias para mitigar esta problemática, que ha provocado una crisis sanitarias en varias naciones de Centroamérica.
Esto se debe a que, tras llegar a Panamá, los migrantes suelen seguir su recorrido por tierra, pasando por Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, para finalmente llegar a Estados Unidos; pero, debido a la falta de dinero, este recorrido suele tardar meses.
La promesa de cerrar el Darién
A pesar de los pedidos de ayuda desde Panamá, la crisis migratoria en el Darién sigue vigente, lo que hizo que José Raúl Mulino, presidente electo del país centroamericano, hiciera que la posibilidad de cerrar el tapón se convirtiera en uno de los temas principales de su campaña.
Esto ha generado múltiples posturas en la región, y aunque se registró un encuentro entre José Raúl Mulino y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, aún se desconoce si Mulino seguirá con sus ideas antimigrantes después de que se posesione el 30 de junio.
Lo único expuesto por el presidente electo de Panamá, en diálogo con CNN, es que no existe ninguna posibilidad de que en el Darién sea construido un muro.
“Yo he definido ese cierre, que si en efecto he mencionado, como algo más filosófico que real, porque una muralla no voy a hacer, ni una cerca tampoco; evidentemente en esa selva que conozco muy bien, porque por cinco años fui ministro de Seguridad y Darién era un problema en otra dimensión con las Farc”, declaró Mulino.
Por fuera de esto, el presidente electo afirmó que sí es necesario tener una línea de trabajo que impida que alrededor de 1.200 migrantes crucen el Darién por día, y reveló que una idea que está analizando con Estados Unidos es repatriar a los migrantes que lleguen a Panamá por el tapón.
“Estoy planteado una posibilidad bastante cercana de lograr un acuerdo con los Estados Unidos para cooperar con Panamá en el proceso de repatriación, debidamente verificado y vigilado por los organismos de los derechos humanos”, afirmó el presidente electo de Panamá.
La estrategia planteada por Mulino tendría como objetivo principal evitar que los migrantes indocumentados recorran Centroamérica para luego ser deportados a sus países de origen en Estados Unidos, recordando que en 2023 esta cifra superó los 380.000 casos.
Esta no es la primera vez que desde un país centroamericano se plantean ideas para mitigar el impacto de la crisis migratoria, ya que en 2023, en Costa Rica y Panamá, tras una visita por el Darién, se habló de una forma en la que los extranjeros no se radiquen durante meses en sus territorios.
El objetivo de estas naciones era ampliar la aplicación de una estrategia de flujo controlado, que consiste en el pago —por parte de los migrantes— de una ruta terrestre que los llevará desde Panamá hasta Costa Rica y luego hasta Nicaragua. Lo anterior incluiría beneficios de salud y alimentación.
“Hemos trabajado de forma conjunta para que el presidente de Costa Rica visite el tapón del Darién el 7 de octubre como una forma de elevar al más alto nivel lo que el ministro Pino y mi persona hemos concordado: que los países de tránsito, que somos democracias, que respetamos los derechos humanos y las libertades que implica el Estado de derecho (…) nos tenemos que sentir apoyados también en la comunidad internacional para enfrentar la crisis”, afirmó en ese momento Mario Zamora, ministro de Seguridad de Costa Rica.