En la tarde del jueves 27 de junio se reportó el asesinato de una persona en el barrio Antonio Nariño, a la altura de la carrera 39 con Simón Bolívar, en el oriente de Cali.
De acuerdo con las primeras versiones del hecho, la situación se habría generado en medio de las tradicionales caravanas fúnebres que realizan algunas personas para darle el ‘último adiós’ a su ser querido. Estas manifestaciones se han convertido en foco de las críticas debido al desorden y congestión que provocan en las vías de la ciudad, y que, en esta ocasión, habría sido el escenario del homicidio.
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Una vez se notificó el crimen, la Policía Metropolitana de Cali realizó el seguimiento de la caravana, la cual fue interceptada en la carrera 39 con autopista Sur. En medio de la diligencia de control, los uniformados hallaron que uno de los asistentes al desfile, un menor de 17 años, portaba un arma de fuego, por lo que fue capturado.
En un video compartido en redes sociales se observan varias motos en el suelo, mientras que dos mujeres, a bordo de una motocicleta, piden desesperadamente ayuda para trasladar a una persona, al parecer, herida. Segundos después llegan varios hombres que suben a la víctima en una motocicleta y se dirigen a un centro médico, donde posteriormente se reportó su fallecimiento.
Según versiones compartidas por Radio Reloj Cali, la caravana salió del barrio El Retiro, en el oriente de la ciudad, y se dirigía al cementerio de Siloé.
Las caravanas fúnebres en Cali se convirtieron en un ‘dolor de cabeza’
Algunos caleños han recurrido a los desfiles fúnebres para despedir a sus familiares, amigos o allegados. Para ello, convocan a personas cercanas para acompañar el momento de duelo en camino hacia uno de los cementerios de la ciudad, como el Metropolitano, el de la Panamericana o el de Siloé.
Sin embargo, estas caravanas, en ocasiones, se salen de control, pues algunos motociclistas literalmente paran el tráfico, se pasan semáforos en rojo, no utilizan los elementos de protección como cascos y realizan maniobras peligrosas debido al consumo de alcohol o estupefacientes.
De hecho, a principios de año, uno de los propósitos de la Alcaldía de Cali, en cabeza de Alejandro Éder, era el control de este tipo de expresiones, por lo que algunas caravanas reciben el acompañamiento de la Policía.
“A esas caravanas deben ponerles operativos de control, siempre hay alguien armado y quieren generar caos en la ciudad”; “ningún alcalde ha tenido las pelotas para ponerle freno a esas caravanas de chirretes”; “Q bien, aunque faltaron armas, pero al menos es un inicio, esas caravanas fúnebres son puros gamines, armados, cerrando las vías, pa q pase el cajón con el “Kennier baldenys” q casualmente mueren en atraco a mano armada”; “Excelente ya basta con esas mierdas de caravanas como si fuese que muriera un heroe de la patria (sic)”, fueron algunos comentarios respecto a los recientes hechos.
Presidente Petro destacó la reducción de los homicidios en Cali
El martes 25 de junio, el presidente Gustavo Petro anunció una significativa reducción en la tasa de homicidios en Cali. Según el mandatario, “17 ciudades capitales registran decremento, es decir, disminuyen su tasa de homicidios. La principal, Cali, tiene 89 homicidios menos comparado al mismo periodo del año pasado”.
Petro resaltó que la paz en los territorios se logra a partir de la política de seguridad ciudadana con valores democráticos y solicitó al director de la Policía Nacional, General William René Salamanca, tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad durante el desarrollo de la Conferencia de Biodiversidad COP16, que se realizará en octubre. “Le pido, General Salamanca, de acuerdo a los protocolos mundiales en este tipo de eventos, que ya se empiece a construir la zona candado, que permita absoluta seguridad en esta ciudad”, solicitó el jefe de Estado.
El presidente destacó que la mejora en la seguridad de Cali es histórica, ya que, siendo la capital con mayor número de habitantes que ingresaba en las listas de las 50 ciudades más violentas del mundo, hoy vive una realidad diferente. “Esta reducción de la tasa de homicidios nos muestra que la ciudad está realmente saliendo de la violencia y que pueda acoger, como algunas otras ciudades colombianas lo han logrado, ser el centro de una gran atracción mundial”, afirmó Petro.