Un joven ecuatoriano de 24 años, que prefirió mantener su identidad bajo reserva, viajó a Colombia para someterse a una rinoplastia en un consultorio de Medellín, capital del departamento de Antioquia, con la esperanza de obtener una solución estética más económica. Sin embargo, el procedimiento se convirtió en una pesadilla cuando la cirugía resultó en una necrosis nasal.
Atraído por los bajos costos y la publicidad de la doctora identificada como Neyla Gutiérrez, el afectado decidió realizar la intervención que en Ecuador le costaba más de 3.000 dólares, mientras que en Medellín se ofrecía por aproximadamente $2′500.000. Según declaraciones a la revista Semana, la víctima afirmó que la cirujana resultó ser una esteticista o peluquera.
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“Vine a Colombia a realizarme una rinoplastia, porque tenía una curvatura en la nariz y tenía que estar en óptimas condiciones, pero confié mi vida a una cirujana estética que en realidad resultó ser una esteticista o peluquera, como la quieren llamar”, relató el hombre al medio citado anteriormente.
La intervención, que tuvo lugar en febrero de 2024, se realizó en un consultorio registrado como “Glamour Micropigmentación BY Neyla” y no como un centro de cirugía plástica. Durante el procedimiento, que duró cinco horas, el joven permaneció consciente en una camilla odontológica: “Nadie se presentó como anestesiólogo, pero sí me inyectaron medicamento para evitar el dolor localizado”. Incluso, el extranjero afectado reveló que una vez realizado el procedimiento, justo a un lado de la cortina, el personal estaba comiendo y contando dinero, lo que incrementó las dudas sobre la reputación del sitio y las condiciones de higiene.
“Cuando vi todo eso que me dio desconfianza, ya era muy tarde, tenía mi rostro con una incisión. Ya no había más que esperar los resultados, y fueron los peores”, señaló. En efecto, luego de la operación, el estado de la nariz del ecuatoriano empeoró, lo que lo llevó a investigar y descubrir irregularidades en el consultorio. Neyla Gutiérrez, la supuesta cirujana, tribuyó el problema a un rechazo del injerto por parte del cuerpo del paciente.
Desesperado y en un país extranjero, el joven intentó buscar explicaciones sobre la situación. Descubrió que el consultorio Glamour Micropigmentación BY Neyla, registrado en Cámara y Comercio como una “peluquería y otros tratamientos de belleza”, y pese a que no estaba habilitado para procedimientos quirúrgicos mayores, sí lo está “para realizar procedimientos menores”, según la respuesta que recibió al consultar la Torre de Salud y Servicios de Medellín. La Secretaría de Salud no tenía constancia de problemas de asepsia en el establecimiento, lo que agrava la situación del joven afectado.
Asimismo, la Torre de Salud y Servicios de Medellín corroboró que el consultorio estaba registrado para servicios odontológicos. De acuerdo con la investigación llevada a cabo por Semana, la Secretaría de Salud de la Gobernación de Antioquia realizó una inspección y encontró medicamentos estéticos no autorizados, lo que llevó a clausurar temporalmente el establecimiento. Asimismo, el equipo periodístico de la mencionada revista conoció que “los sábados suele atender en Medellín; después, los miércoles, atiende en Barranquilla, y el resto de días, en Cali”, en dichas ciudades, la mujer alquila consultorios pagando un valor aproximado de $200.000.
Semana también reveló que Neyla Gutiérrez, señalada como médica esteticista y facial, es de nacionalidad venezolana y tiene cédula de extranjería; además, no figura como miembro de la Sociedad de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, ni aparece habilitada en el Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud. Actualmente, no se ha logrado localizar a Gutiérrez, y la víctima asegura que no se le han entregado diplomas o documentos que acrediten su capacidad profesional en cirugías estéticas.