El Gobierno colombiano, liderado por el presidente Gustavo Petro, ha generado controversia con la instalación de una mesa de diálogo con la Segunda Marquetalia, una disidencia de la extinta guerrilla de las Farc.
Estos diálogos comenzaron el lunes 24 de junio en Caracas, cuando se abrió una primera ronda de negociaciones con exguerrilleros que abandonaron el acuerdo de paz de 2016.
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Carlos Alonso Lucio, excombatiente del M-19, criticó duramente al gobierno del presidente Gustavo Petro, acusándolo de violar la Constitución al establecer esta mesa de diálogo. Lucio declaró en la revista Semana que “el simple hecho de sentarse a dialogar con ellos es una violación flagrante. Un gobierno no puede violar la Constitución para luego cambiarla y decir que no la violó”.
Así mismo, añadió que el Congreso de la República debería considerar abrir un juicio político contra el presidente por esta acción.
La Segunda Marquetalia se formó en 2019 cuando Iván Márquez y ‘Jesús Santrich’, dos de los antiguos negociadores del acuerdo de paz de 2016, regresaron a la clandestinidad. Este grupo lleva el nombre del lugar de nacimiento de las extintas Farc en 1964.
Se estima que en la actualidad esta guerrilla cuenta con un número de miembros entre 1.800 y 2.000 y tiene su presencia principalmente en los departamentos de Nariño y Putumayo, aunque opera en más de sesenta municipios en todo el país.
Otra de las personalidades políticas que cuestionó ese nuevo ciclo de negociaciones fue el senador Humberto de la Calle, que fue uno de los principales arquitectos del acuerdo de paz de 2016. El congresista expresó sus dudas sobre la viabilidad de estas nuevas negociaciones señalando que “hay obstáculos serios y reparos importantes. Legalmente, normas sobre no repetición impiden acuerdos. Se dice que el gobierno buscará caminos. Es la tesis del ‘ahí vamos viendo’, nada aconsejable”.
La administración del presidente Petro sostiene que el Estado podría no haber cumplido parte del acuerdo de 2016, lo que justificaría esta nueva ronda de diálogos.
Del mismo modo, los líderes de la Segunda Marquetalia argumentaron que hubo un “entrampamiento” y persecución judicial contra ellos después de firmar el acuerdo de paz, durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, alegando que los cargos en su contra fueron falsos.
Entre tanto, la figura de Jesús Santrich cobró nuevamente relevancia en este contexto. Santrich murió en un fuego cruzado en Venezuela en 2021, pero su influencia y la de Márquez siguen presentes en las dinámicas del grupo. El grupo de Márquez, que es políticamente más pequeño comparado con otras disidencias, insiste en renegociar una salida al conflicto que consideran justa.
El inicio de estas negociaciones no solo ha captado la atención nacional, sino que también ha resaltado las divisiones dentro del panorama político colombiano. Mientras algunos ven en esto una oportunidad de redención y cumplimiento del proceso de paz, otros lo consideran una acción inconstitucional y peligrosa.
Los alegatos de Carlos Alonso Lucio han puesto el foco en las implicaciones legales de estas acciones por parte del gobierno. Lucio insistió en su punto al subrayar: “Un presidente de la República no puede empezar violando la Constitución y después decir que la cambia para recoger el reguero de violaciones constitucionales, eso es contra la ley”.
Con un antecedente histórico tan complicado, el camino hacia una resolución pacífica con la Segunda Marquetalia presenta numerosas dificultades. La administración actual, encabezada por el presidente Gustavo Petro, parece decidida a explorar todas las vías posibles para reactivar y consolidar la paz en el país, pese a los cuestionamientos que se dan desde diferentes frentes de acontecer nacional.
Gobierno y Segunda Marquetalia abrieron ciclo de diálogo de paz en Caracas, Venezuela
El Gobierno y la Segunda Marquetalia instalaron una mesa de negociación en Caracas, Venezuela, donde ambas delegaciones acordaron el inicio de conversaciones para avanzar en el proceso de paz. El primer ciclo de diálogo comenzó este martes 25 de junio y finalizará el 29 del mismo mes.
En la ceremonia de apertura, Gloria Arias en representación del Gobierno y Yurneli Guerrero por la disidencia, leyeron un comunicado de nueve puntos que oficializa la instalación de la mesa y establece los compromisos para este primer ciclo. Durante este periodo, se abordarán temas específicos de la agenda, se definirán protocolos y se tomarán decisiones sobre medidas para desescalar el conflicto.
Ambas partes ratificaron su compromiso con el nuevo acuerdo de paz e invitaron a la comunidad a participar activamente en el proceso. El comunicado enfatizó la necesidad de cohesión en la búsqueda de una solución política y el compromiso de abstenerse de acciones que puedan minar la confianza en el proceso.
Además, lamentaron el asesinato de uno de los jefes de la disidencia y reiteraron el compromiso de garantizar la seguridad de los participantes en las negociaciones. En el documento, se detallaron los nombres de los equipos negociadores: Armando Novoa lidera la delegación del Gobierno, acompañado por Gloria Arias, Parmenio Cuéllar, María Camila Moreno, Jaime Ariza, Tulio Gómez y Gabriel Bustamante. Por la Segunda Marquetalia, Walter Mendoza encabeza el equipo junto a Yurleni Guerrero, Andrés Allende, Andrés Rojas, Jairo Marín y Andrés Guerrero.
Los países garantes de las negociaciones serán Cuba, Noruega y Venezuela, quienes destacaron la importancia de este paso para alcanzar la paz en Colombia.
En su intervención, Iván Márquez, comandante de la disidencia, expresó su “profundo anhelo de paz” y lamentó el asesinato de Elmer Guerrero, calificando el hecho como un mensaje incorrecto para el proceso de paz. Márquez subrayó la disposición de la Segunda Marquetalia para contribuir a la paz en Colombia y criticó lo que denominó como “la traición del Estado al Acuerdo de Paz de 2016″.