Un presunto caso de hurto que se presentó en una finca ubicada en jurisdicción del municipio de Funza, Cundinamarca, tiene a los investigadores judiciales en medio de una ardua labor en pro de determinar el móvil del crimen de un hombre de 21 años, que se reportó el sábado 22 de junio, pero ha causado tanto revuelo en la zona que ha tenido eco en varias regiones del país.
Lo que más tiene preocupados a los vecinos y residentes próximos a la finca donde ocurrieron los hechos la madrugada de aquel sábado es que la versión que estarían entregando los propietarios del lugar no es creíble para los demás, debido a que muchos de los vecinos reconocían a la hoy víctima, quien fue identificada como Miguel Polo Vega.
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Qué pasó en la finca de Funza
Infobae Colombia habló con una de las personas que reside en inmediaciones al punto donde fue asesinado Polo Vega, el cual llegó hasta un hospital en Funza con varias heridas producto de la golpiza que recibió, según se confirmó de manera preliminar tras el levantamiento del cuerpo que se efectuó en el centro de salud local.
Sumado a esto, lo que se pudo establecer en campo fue que la ubicación de la finca queda cerca de un paradero de buses y, de acuerdo con lo que los propietarios del lugar aseguraron, “dicen que el muchacho se metió a robar papa y que lo mataron a golpes, pero él (Polo Vega) vivía ahí”.
Para soportar dicha afirmación, algunos residentes en el punto comentaron que “ahí (en la finca) donde queda una bodega de reciclaje y hay una casa abandonada, le dieron trabajo a un chico que venía de otra ciudad (a Polo Vega) y no le pagaban, solo con la vivienda, no hay servicios ni agua ni luz nada”. En otras palabras, “lo tenían trabajando solo por el techo donde dormía”.
Las autoridades deberán confirmar si la versión es cierta
Pero esto no sería lo peor de todo el asunto, debido a que en el lugar funcionaría “un matadero ilegal”, según lo que indicó una fuente a Infobae Colombia, hecho que se trató de confirmar con las autoridades de Policía en Cundinamarca, pero al momento de publicar esta nota no se había obtenido una respuesta formal por parte de las autoridades.
Este detalle habría sido uno de los detonantes del homicidio de Polo Vega, basado en que, cuenta el testigo, “tres días (del crimen) antes el señor de la finca lo amenazó”, además que la misma persona explicó que Polo Vega sabía de la actividad ilegal que allí se realizaba, debido a que “sabía lo del ganado de dudosa procedencia”.
Tras llegar al hospital agonizando, en el mismo centro de salud un testigo dijo que uno de los residentes en dicha finca llegó hasta el lugar para preguntar cómo se encontraba el hombre, pero por su tono y las palabras se siembra la desconfianza, dado que “alguien del hospital dijo que ese señor había ido a preguntar, pero no con empatía; sus palabras fueron ‘¿el ladrón que golpearon está vivo o muerto?’”. Esta versión también se encuentra dentro de la investigación que abrieron las autoridades.
La comunidad lo ayudaba con comida y agua
“Por más humilde que fuera, él merecía vivir y no ser víctima de esta falsedad”, le dijo una de las vecinas al medio local El Informativo Mosquera Funza, mientras que la fuente anónima destacó que el presunto homicidio cometido por los propietarios habría sido resultado de un cruce de palabras en el cual Polo Vega fue advertido por uno de los dueños del inmueble tras decirle: “¿Quiere que sapee lo que hacen aquí?”
La realidad es que, tras lo sucedido, se corroboró que uno de los familiares de la víctima llegó desde la costa Atlántica hasta el municipio para reconocer al fallecido. “Es una familia muy pobre que no tiene cómo enterrarlo”, comentó el vecino al lugar, quien junto a los demás miembros de la comunidad exigieron a las autoridades llevar a cabo la indagación de los hechos, debido a que consideran “injusto” que a una persona que se ganaba la vida de manera honrada como reciclador lo hayan asesinado de esa forma, “como si fuera un animal”.
Pese a tener un problema en uno de sus ojos, esto no era obstáculo para que Polo Vega lograra “ganarse el pan con el sudor de su frente” en actividades tales como lavando carros o revendiendo algunos cultivos que otros residentes le regalaban para que obtuviera un ingreso.
Debido a todo esto, la indignación crece con el paso de los minutos en el municipio, y es por eso que la comunidad espera que las autoridades ahonden en los detalles de este homicidio para que no quede impune el caso, pero, sobre todo, que el nombre de Miguel Polo Vega no quede manchado por un delito que aseguran en la zona “él no cometió”.