En su afán de “libertad” o simplemente de estar tras el volante de una motocicleta, un menor de tan solo 10 años protagonizó un incidente poco usual, tras hurtar un vehículo de dos llantas en la zona comercial del municipio de Apartadó, Antioquia.
Según las autoridades, “su picardía” ocurrió a finales de junio, cuando se encontró con una moto estacionada entre los barrios Obrero y 1 de mayo, donde su propietario la habría dejado minutos atrás.
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El menor estaba cometiendo su primer delito, conocido entre las autoridades como el robo halado, el cual “se realiza cuando el vehículo está sin pasajeros, parqueado en bahías o en la calle”, según agentes de la Policía.
Aunque, entre lo que se sabe, la moto no estuvo en su poder sino unos minutos mientras el propietario lo encontró montado sobre ella y dio aviso a las autoridades. sin embargo, el supuesto hermano del niño decidió tomarla y darse a la fuga.
“Yo la dejé afuera de la casa, pero mi error fue dejarla con la llave pegada. Él niño la cogió, la arrastró hasta la esquina, la prendió y se la llevó (...) Yo venía subiendo y lo vi, entonces la cogí”, comentó la víctima en entrevista para para La chiva de Urabá.
Tras la captura, el niño fue puesto a disposición de la autoridad competentes que se negó a revelar su identidad por tratarse de un menor de edad.
“Yo le dije que no se deje llevar, que robar es malo”, insistió el propietario del vehículo que, a pesar de admitir su descuido, se encuentra preocupado por dónde se encuentra.
Motos en Cali eran robadas y desaparecidas con un inhibidor de señales GPS
En la comuna 8 de Cali, las autoridades en una serie de allanamientos desmantelaron una red de robo de motocicletas. Durante estos operativos, se descubrió el modus operandi de los delincuentes, quienes lograban desaparecer motocicletas incluso equipadas con rastreadores GPS.
En uno de los allanamientos, llevado a cabo en una vivienda del barrio Benjamín Herrera, se encontró un centro de acopio y desguace de vehículos robados. En este lugar, tres hombres fueron capturados y se incautaron varias herramientas utilizadas para el hurto, como un juego de llaves maestras y un inhibidor de señales, capaz de bloquear tanto señales satelitales como las de teléfonos celulares. Este dispositivo, avaluado en 12 millones de pesos, era el que permitía a los delincuentes eludir el rastreo de las motocicletas y automóviles de alta gama.
El subintendente Andrés López, técnico de codificación de automotores de la Policía Nacional, explicó en entrevista con Noticias Caracol que: “Este elemento es transportado en un maletín, el cual en el momento de darle encendido lo que hace es aislar la señal a las motocicletas que cuentan con rastreo GPS, lo que hace es aislarla totalmente y no dar su ubicación al momento del hurto”.
Esto permitía a los delincuentes trasladar las motocicletas a lugares seguros para su posterior regrabación o desguace. Además, se supo que en aras de agilizar el proceso de desaparición y venta en el mercado negro, los delincuentes trabajaban en grupos de dos a tres personas.
Y Andrea Pai, una de las últimas víctimas de esta modalidad de robo, relató su experiencia, también, en conversaciones con el medio citado: “Dos hombres me intimidaron con un arma de fuego, me dijeron, con muchas groserías, que me bajara de la moto. Yo pasé la moto inmediatamente. En el mismo momento también empecé a mirar el GPS, hacia donde marcaba y el GPS dejó de tener señal”. Su caso no es aislado; de los 758 robos de motocicletas registrados en Cali, varios involucraron el uso de inhibidores para que las autoridades no puedan rastrear los vehículos robados.
Gracias a la labor de inteligencia de la Policía Metropolitana de Cali, en julio del 2023, se recuperaron 15 vehículos robados y luego “desaparecidos del mapa” con ayuda del inhibidor.