Robo millonario en concesionario de motos en Bogotá afectó a reconocida familia de influenciadores

Un concesionario de la marca Fortezza, situado al norte de Bogotá, sufrió un millonario robo el miércoles 19 de junio. Delincuentes, armados con una vara de metal, rompieron la puerta de cristal del local ubicado en la calle 127 con 19, llevándose motocicletas y varios accesorios.

El robo no solo afectó a los propietarios, sino también a Julián Calderón y Angie Pangie, reconocidos creadores de contenido en redes sociales. Los influenciadores compartieron a través de un video en Instagram que, entre los vehículos sustraídos, se encontraba una moto que habían comprado para su hija Juana.

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En el video, que ya superó las 670.000 reproducciones, la pareja impulsa un mensaje de conciencia para evitar la compra de productos robados. Cámaras de seguridad captaron el momento en que los ladrones se llevaron un total de seis motocicletas y dos bicicletas eléctricas que aún no tenían baterías, además de otros accesorios. Los expertos en motocicletas e influencer aprovecharon la ocasión para llamar a la ciudadanía a no participar en mercados de productos robados, argumentando que estos mercados prosperan porque la gente sigue comprando estos artículos.

En sus declaraciones, la pareja expresó: “Le teníamos una sorpresa a Juana y era a las 10:00 a. m. que le íbamos a dar su nueva moto 110 c.c. (...) Se robaron la moto de Juana y la de más niños. (...) No compren robado, sea en motos, sean celulares, televisores; estos mercados existen porque la gente sigue comprando robado. (...) Yo sé que los buenos somos más, no apoyemos esta clase de mercado negro”. Es de mencionar incidente se produjo cerca de un CAI de la policía, lo que genera preguntas sobre la seguridad en la zona. Julián Calderón y Angie Pangie siguen promoviendo un mensaje de honestidad y legalidad a través de sus redes sociales.

Las autoridades de la capital del país están actualmente investigando una red de presuntos criminales dedicados a la venta de motocicletas robadas. La operación se habría llevado a cabo principalmente en sectores de alto perfil de la ciudad, afectando a varios ciudadanos, cuatro de los cuales presentaron casos similares ante las autoridades. El caso de Luis Enrique Puentes puso en el punto de mira el modus operandi de estos delincuentes. El 27 de mayo, Puentes halló una publicación de venta de una motocicleta en Facebook Marketplace, donde contactó a un supuesto vendedor que se identificaba como Saúl Sandoval. Tras intercambiar mensajes en la red social, ambos pactaron un encuentro al día siguiente en una casa cercana al sector de San José de Bavaria, en el norte de Bogotá.

Durante la transacción, el vendedor presentó documentos aparentemente legales del vehículo y ofreció una rebaja en el precio de la motocicleta de 11 millones a 10,5 millones de pesos. Puentes, junto con su esposa y su tío, concretó la compra y transfirió el dinero al vendedor. El afectado relata que verificó la matrícula de la motocicleta, encontrándola inicialmente sin problemas. Sin embargo, posteriormente descubrió que la matriculación había sido cancelada y que la motocicleta había sido reportada como robada. Los documentos presentados por el vendedor fueron falsificados.

“El vendedor me pidió el 50% del valor en efectivo y el resto mediante transferencia. Ante mi insistencia, finalmente acepté hacer una transferencia a un número de Nequi que no pertenecía a él, sino a una mujer que dijo ser su madre”, declaró Puentes al dar a conocer el fraude en Infobae Colombia. Además, el estafador involucró a su familia en la operación, creando una falsa sensación de seguridad para el comprador. El 31 de mayo, la familia de Puentes presentó una denuncia formal ante la Fiscalía, donde les informaron que la motocicleta estaba reportada por robo. Según información de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, entre enero y abril de 2024, se han registrado 1.617 casos de motocicletas robadas en la ciudad, muchas de las cuales se venden por partes o a través de anuncios en redes sociales.

El propietario de la casa donde se realizó la transacción inicialmente negó vínculos con el vendedor, quien luego admitió ser su hijo. “Asumo la responsabilidad por la deuda”, expresó el hombre ante las víctimas y la policía. No obstante, los intentos de recuperar el dinero mediante acuerdos legales no han dado resultado debido a la falta de activos del padre del vendedor. Desesperado por una solución, Luis Enrique Puentes recurrió a protestas frente a la casa donde compró la moto, lo que resultó en amenazas por parte del vendedor y su familia. Vecinos informaron que la propiedad está en venta, aumentando la preocupación de que los estafadores puedan huir sin resarcir a las víctimas.