Durante la pasada legislatura del Congreso, el Gobierno nacional adelantó la discusión de dos proyectos importantes de la gestión del presidente Gustavo Petro. Una fue la reforma pensional, que logró aprobarse en sus cuatro debates y le resta únicamente la sanción presidencial, y la otra fue la reforma laboral, que logró salvarse a último minuto cuando fue respaldada por los congresistas de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, y le quedan tres debates por surtir.
En diálogo con el medio de comunicación Colprensa, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que, pese a lograr un acuerdo con los congresistas frente a diferentes artículos, insistirá en aquellos puntos en los que no hay consenso con la cámara baja; entre ellos, los derechos sindicales y la recuperación de los beneficios laborales, cuyos artículos fueron eliminados en el primer debate.
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“Esto es un diálogo social, necesariamente tenemos muy claro que el Congreso de la República nada sale como entra; esto implica que hay que trabajar modificaciones, pero nosotros sí pensamos que el sentido de esta reforma, que es justamente avanzar hacia un país con enfoque de derechos, se deben cumplir los estándares, tanto nacionales como internacionales y los compromisos que este país ha adquirido con otras organizaciones mundiales”, expresó la ministra.
Igualmente, la jefa de la cartera de trabajo respondió a quienes consideran que la Reforma Laboral no beneficia a aquellos que se encuentran laborando en la informalidad, manifestando que este problema no viene de este gobierno sino de anteriores administraciones.
“Lo primero que nosotros tenemos que ver es que Colombia tiene un problema estructural de informalidad, tanto en el empleo como también en la informalidad, que significa que no es un problema de ahora o de este Gobierno. Ahora, las políticas que han venido haciendo los diferentes gobiernos no han contribuido a disminuir la informalidad (...) este Gobierno ha tenido dos tareas: la primera es devolverles los derechos que les quitaron a los trabajadores, tanto de la jornada diurna y nocturna, como también el derecho de la indemnización para el despido sin justa causa, pero además lo que significa el pago de dominicales y festivos”, comentó.
A su vez, la ministra Ramírez señaló que la reforma también responde a las necesidades de las poblaciones de las zonas rurales, mediante la implementación del contrato agropecuario y la recuperación de los derechos al trabajador campesino.
“Esta reforma plantea también nuevas posibilidades: el contrato agropecuario y el jornal agropecuario, que son dos figuras distintas, pero que nos van a permitir que ese 1.600.000 trabajadores del campo puedan llegar a la seguridad social, y permite también que las 600 mil trabajadoras domésticas puedan también tener la seguridad social”, explicó.
Igualmente, la funcionaria del gobierno resaltó la creación de la figura para las plataformas, en la que beneficiará a más de 150 mil trabajadores, que tendrán acceso a la seguridad social. “Hoy las plataformas digitales logramos que tengan la transparencia del algoritmo, que sus trabajadores tengan seguridad social ya sea por vía del contrato especial digital o de manera independiente, pero garantizando que el 60% de esa seguridad social la ponga la plataforma y el trabajador el 40%, y en todo caso, los riesgos laborales son asumidos por esas empresas de plataformas digitales”, afirmó.
También, la ministra indicó que la reforma contempla los empleos verdes y azules, que consisten en “la estrategia laboral para una transición justa y esto nos va a permitir que muchos de estos, por ejemplo, los sectores minero-energéticos, pasen a ser reconvertidos y de esta manera garantizarle a esa masa trabajadora que si ya no hay más explotación ellos van a poder migrar o mutar a otro oficio garantizado por las políticas del Estado”.
Finalmente, la ministra del trabajo cree que la reforma laboral tendrá la misma suerte que la Pensional en el legislativo. “Tenemos tres debates para seguir avanzando y trabajando, aquí se marcó una pauta que nos muestra que hay una gran opinión que está en contra del sindicalismo colombiano y esto es no reconocer la democracia”, puntualizó.