Operación contra minería ilegal en Chocó: destruyen unidades que extraían 18.000 gramos de oro mensuales

La operación se enfocó en la maquinaria pesada, incluido cuatro “dragones brasileros”, motobombas industriales, motores y generadores de energía

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Según datos de las autoridades, las unidades mineras intervenidas estaban generando aproximadamente 18.000 gramos de oro al mes, con ingresos mensuales estimados en 5.599 millones de pesos colombianos - crédito redes sociales
Según datos de las autoridades, las unidades mineras intervenidas estaban generando aproximadamente 18.000 gramos de oro al mes, con ingresos mensuales estimados en 5.599 millones de pesos colombianos - crédito redes sociales

En una operación conjunta realizada por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional en el departamento de Chocó, específicamente en las zonas rurales de los municipios de Unión Panamericana y Cértegui, se llevó a cabo la intervención y destrucción de dos unidades de producción minera clandestinas. Esta fracción estaba operando con maquinaria pesada de alto rendimiento, utilizada para la extracción ilegal de oro.

Según información proporcionada por las autoridades, las unidades mineras intervenidas empleaban cuatro “dragones brasileros”, cuatro motobombas industriales, ocho motores industriales y cuatro generadores de energía. Este equipo permitía una operación continua y eficiente, que facilitaba la extracción masiva de recursos minerales en la región.

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La intervención fue parte de las actividades de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, fracción de la Fuerza Aérea de Colombia, que integra elementos del Ejército Nacional, Armada Nacional y Policía Nacional. Desde el inicio de 2024, esta unidad especial intensificó sus esfuerzos para ubicar y desmantelar operaciones mineras ilegales en el Chocó.

Hasta la fecha, han identificado y destruido un total de 28 unidades productoras mineras similares, acompañadas de 37 dragones y dragas, 141 motores, y procedieron con la incautación de 35 retroexcavadoras, al parecer estos serían operados por el grupo ilegal del Clan del Golfo, pero esta información aún está siendo investigada.

En una operación coordinada entre las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, se llevó a cabo la intervención y destrucción de dos unidades de producción minera clandestinas en los municipios de Unión Panamericana y Cértegui, Chocó - crédito @FTC_TITAN_/X

El impacto económico de estas actividades ilícitas es significativo. Según estimaciones preliminares, las dos unidades mineras destruidas en Unión Panamericana y Cértegui generaban aproximadamente 18.000 gramos de oro al mes. Esto se traduce en ingresos mensuales por ventas que podrían alcanzar los 5.599 millones de pesos colombianos.

Al evaluar el valor de la maquinaria y equipos confiscados durante las operaciones, las autoridades estiman un costo total de 46.508 millones de pesos. Este valor incluye no solo los equipos directamente utilizados en la extracción ilegal, sino también los generadores de energía y otros componentes esenciales para mantener las operaciones mineras en funcionamiento

De acuerdo con la información que obtuvo La FM, las fuerzas públicas señalaron que: el “estimado de producción mensual de 70.200 millones de pesos, afectando así el músculo financiero de los grupos armados organizados que se lucran con el cobro ilegal de extorsiones a estas unidades de producción minera”.

Las Fuerzas Militares destacaron la importancia de estas intervenciones en la lucha contra los grupos armados organizados que controlan estas actividades ilegales. Según declaraciones oficiales, estas organizaciones suelen extorsionar a los dueños y operadores de las unidades mineras para obtener ganancias ilícitas, que contribuyen así a la financiación de sus actividades criminales en la región.

Estos son los “dragones brasileros”

La minería ilegal en Colombia ha experimentado una transformación radical con la llegada de los llamados “dragones brasileños”. Estas enormes máquinas, adaptadas para la extracción de oro de manera eficiente, pero devastadora, han cambiado el paisaje y la dinámica social en varias regiones del país.

Según informes de las autoridades, estos dragones no solo alteran irreversiblemente los ecosistemas fluviales, sino que también están vinculados a redes criminales internacionales que explotan ilegalmente los recursos naturales de Colombia.

Los “dragones brasileños” son estructuras metálicas colosales, a menudo montadas artesanalmente, equipadas con potentes motores y bombas capaces de succionar grandes volúmenes de sedimentos de los lechos de los ríos. Estas máquinas no solo extraen arena y grava, sino que también remueven indiscriminadamente sedimentos ricos en oro, sin ningún respeto por la estructura natural de los cursos de agua.

infobae

La llegada masiva de estos equipos en 2005, inicialmente promovida por dos empresarios brasileños provenientes de Serra Pelada, en la Amazonía, marcaron un antes y un después en la minería ilegal colombiana. José Antonio Cavalcante Sousa y José Aroudo Sousa de Asís, conocidos por sus actividades en la fiebre del oro en Brasil, trajeron consigo una tecnología que aceleró exponencialmente la extracción, pero también multiplicó los impactos ambientales y sociales, de acuerdo con la información que obtuvo El Colombiano.

Según investigaciones de las autoridades colombianas, estos equipos operan de manera clandestina y con frecuencia involucran a trabajadores extranjeros sin permisos legales. La operación de los dragones no solo implica la extracción masiva de oro, sino que también incluye el uso indiscriminado de mercurio, un metal altamente tóxico utilizado en el proceso de separación del oro de otros minerales.

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