La mantequilla es uno de los productos más frecuentes en la canasta familiar, el cual viene presentando escasez en el último tramo del primer semestre de 2024. Esta situación se debe directamente a una cadena de problemas en la producción de leche y la disminución en el consumo de lácteos.
Ana María Gómez, representante de la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche, Asoleche, explicó en medio de una entrevista en Teleantioquia que “la mantequilla se fabrica a partir de la crema de la leche. En la medida en que el consumo de lácteos, en general, ha disminuido, la disponibilidad de crema de leche. Y, por ende, se procesa menos mantequilla”.
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De acuerdo con Asoleche, en el mercado se ha notado una disminución en la disponibilidad de la mantequilla, pues se debe a que, desde febrero, las más importantes procesadoras del país, Alpina y Alquería, redujeron el volumen de leche comprada a los productores en 15%; además, cabe añadir que el precio pagado por la leche bajó un 12,2%.
Esta medida, según información de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, deterioró aún más la situación de los productores, que ya enfrentaban una crisis debido a la caída de precios y los altos costos derivados del fenómeno de El Niño.
Otro de los obstáculos que genera esta problemática es la falta de crema de leche, derivada de la disminución en la producción y consumo de lácteos, reduciendo así, la disponibilidad de la materia prima para la fabricación de mantequilla. Este fenómeno, vinculado principalmente a la baja producción de leche causada por el fenómeno de El Niño, ha afectado la disponibilidad de materia prima necesaria para la fabricación de este ingrediente.
Por lo tanto, los productores prefieren guardar el insumo como leche en polvo, que no sirve para fabricar mantequilla.
Analac señaló que la reducción en la compra de leche por parte de las procesadoras ha agravado una crisis que los productores enfrentan desde hace más de 14 meses. Pero esto no solo perjudicaría a los campesinos que han asumido costos adicionales para mantener su producción, sino que también impactaría los precios que reciben y, en consecuencia, sus ingresos y empleos.
“La coherencia en los precios a lo largo de la cadena es importante para la seguridad alimentaria y nutricional del país, así como para fortalecer la recuperación del consumo de lácteos”, resalta el gremio lechero.
Además, a pesar de la reducción en las compras de leche, los precios en planta y al consumidor no muestran una reacción acorde, incentivando la informalidad en el sector y frenando el desarrollo productivo. El desajuste en los precios generó un llamado urgente de Analac para una mejor articulación de la cadena láctea, con el fin de proteger a las más de 320.000 familias que dependen de la producción de leche.
Cabe destacar que, en el pasado, se han presentado crisis de este tipo que han puesto en aprietos a pequeños y grandes productores, por lo que, en varias ocasiones, factores climáticos y económicos han llevado a situaciones similares. Esta situación no solo afecta a los negocios, sino también a los consumidores, quienes ven reflejados estos incrementos en el precio final de los productos.
Mientras tanto, la industria se enfrenta a la tarea de buscar soluciones para mitigar los efectos de esta crisis recurrente y garantizar la sostenibilidad de sus operaciones. La búsqueda de alternativas y la adaptación a estas fluctuaciones serán cruciales para que panaderos y pasteleros puedan seguir ofreciendo productos de calidad a sus clientes y permanecer en un sector que ha sido su sustento.