Alrededor de 200 personas viven en un pueblo de Ciudad Bolívar (Antioquia) y todos son de la misma familia. En el lugar surgió una tradición que no se desmantela desde 1890: casarse y tener hijos entre primos, lo cual se conoce como una forma de endogamia. Este pueblo se llama Amaranto y está ubicado a dos horas de Medellín. Para llegar, es necesario cruza un cañón, por lo que el acceso puede ser complicado.
Según relató a El Tiempo la líder comunal Ana María Vanegas Galeano, todo empezó cuando, en 1890, llegaron Isaac Galeano y Eudoxia Vanegas a Amaranto, que fue fundado por Joaquín Galeano, padre de Isaac. Pues, ellos llevaron consigo a sus hijos y hermanos y, además, tuvieron siete hijos. Uno de ellos (Gregorio) se casó con Etelbina, hija de Isaac y Eudoxia, convirtiéndose en la primera pareja de primos del pueblo.
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De acuerdo con declaraciones brindadas al medio por Luis Aníbal Vanegas Galeano, hijo de Gregorio y Etelbina, otros tres tíos suyos hicieron lo mismo y, en aras de conservar esa tradición familiar, tomó la misma decisión y se casó con una prima hermana llamada Alba del Jesús Galeano Henao. Tuvieron 11 hijos.
A sus 85, Alba recordó que, para poder contraer matrimonio a pesar de su parentesco, tuvieron que pedir permiso al entonces obispo de Jericó, quien les ordenó que rezaran 50 padrenuestros y 20 rosarios y que hicieran seis confesiones, para poder casarse sin problemas.
“No había nada que hacer, nos enamoramos, así fue mal visto. Es que fuimos criados en la misma vereda, nos veíamos casi a diario, por eso resultamos casados, de estar tan cerca, tan apegados. Pero también había algo, una atracción, porque, a pesar de que yo me fui a Medellín unos meses, no me fijé en nadie más y cuando volví a la vereda nos ennoviamos”, explicó la ciudadana al medio citado.
Umberto del Jesús Henao Galeano, otro familiar del pueblo, aseguró que las cosas que se mantienen en familia son más fáciles de llevar y, en ese sentido, no se presentan tantas discusiones por cuestiones de envidia, por ejemplo. “Nos la llevamos bien entre todos, celebramos todas las fiestas juntos, somos la vereda más unida y sana que tiene Ciudad Bolívar”, indicó.
Los problemas de la endogamia
La endogamia no es única en Amaranto, de hecho, se ha detectado en otros departamentos como Boyacá. La Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Uptc), en su estudio realizado en 2019, destacó alarmantes cifras de endogamia en varias regiones de Colombia, con un problema particularmente grave en el departamento de Boyacá. Según los investigadores, este fenómeno estuvo vinculado con un aumento significativo en enfermedades genéticas en los recién nacidos.
De acuerdo con el informe de la institución educativo, mientras que la tasa de relaciones entre integrantes de una misma familia a nivel nacional fue del 1%, en Antioquia alcanzó el 4,4%, pero en Boyacá se elevó notablemente al 15,1%. Este alto índice de endogamia generó en muchos casos condiciones adversas de salud desde la gestación, con los niños creciendo en entornos conflictivos y tóxicos, enfrentando problemas de nutrición y psicosociales.
Los investigadores señalaron que los problemas de salud en los menores de edad boyacenses no solo son causados por la endogamia, sino también por la herencia de maltrato y las difíciles condiciones que enfrentan durante su desarrollo. Se evidenciaron conflictos en los núcleos familiares que afectaron a los niños desde etapas tempranas de gestación hasta su crianza.
“En términos de endogamia, encontramos en zonas altamente endogámicas como por ejemplo Antioquia con sus grupos y focos para Alzheimer y Parkinson del 4,4% y en estudio científico de la Universidad Nacional encontramos que en Boyacá el 15,1% de las familias con enfermedades genéticas tenían como factor de riesgo la endogamia”, explicó en su momento la investigadora Yasmín Sánchez, Cirujana y Especialista en Neurología Pediátrica, a W Radio.