En un tenso encuentro en Popayán, el presidente Gustavo Petro enfrentó el descontento de líderes del departamento del Cauca. Los líderes, desesperados por ser escuchados, le exigieron al presidente que atendiera sus reclamos, argumentando que son los principales afectados por el conflicto armado que asola la región.
Sin embargo, ante el tumulto y la insistencia de los presentes, el mandatario decidió abandonar el lugar abruptamente. Esta acción generó una ola de reacciones, tanto de los líderes locales como de observadores políticos y ciudadanos.
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“Presidente, escúchelos a ellos porque también tienen ejemplos para mencionar. No se puede retirar sin hablar con los afectados del conflicto”, gritaron algunos presentes en señal de protesta.
Poco después del incidente, Petro recurrió a sus redes sociales para calificar de “mentira” las versiones que insinúan que no tiene interés en escuchar las demandas de las comunidades afectadas. “Mentiras y más mentiras”, dijo el presidente en su cuenta de X (antes Twitter).
El hecho tuvo lugar en el lanzamiento del programa ‘Misión Cauca’, evento que contó con la presencia de varios miembros de su gabinete y de los comandantes de las Fuerzas Militares. Durante la ceremonia, distintos funcionarios tomaron la palabra para explicar los objetivos y alcances del programa, el cual está incluido en el Plan Nacional de Desarrollo.
La respuesta del presidente no ha sido suficiente para aplacar el malestar de los líderes del Cauca, quienes insisten en la realización de un diálogo directo y urgente con el mandatario. Alegan que el abandono del lugar por parte de Petro solo refuerza la percepción de desatención que sienten las comunidades en medio del conflicto armado.
Otras declaraciones
El encuentro en Popayán, Cauca también fue escenario de otras declaraciones del presidente que interpelaron a la audiencia. Durante su discurso, Petro sorprendió a los asistentes con una pregunta provocadora: “¿Ameritaría un estado de excepción? Discútanlo. A mí ya me tumbaron uno cuando los niños de La Guajira no tenían agua. Pero discutámoslo. ¿O dentro de la arquitectura actual normativa ordinaria podemos movernos sabiendo cómo son las condiciones?”, señaló, refiriéndose a la paralización de algunas obras en el sur del país, como es el caso de un estadio en Buenaventura.
Adicionalmente, el presidente hizo referencia al programa de sustitución de cultivos de uso ilícito, conocido como Pnis, que es el encargado de dirigir esa política en los territorios colombianos. Petro mencionó un reciente encuentro en el cual recibió críticas por la implementación de los recursos destinados a los campesinos, destacando la necesidad de revisar y mejorar este proceso.
Gustavo Petro también denunció en el evento la crítica situación que enfrentan 350 niños indígenas en el departamento del Cauca, quienes fueron reclutados por grupos armados ilegales y utilizados como “escudos” humanos en enfrentamientos contra las Fuerzas Militares.
Según Petro, la utilización de menores en conflictos armados es un delito de lesa humanidad, conforme con los estatutos internacionales. “Eso para mí es un delito de lesa humanidad (...) no sé bien cómo tipificarlo porque un niño no es un combatiente, es un rehén”, señaló el mandatario. Además, destacó que estos niños no solo están siendo tomados como rehenes, sino que también son obligados a participar en actividades ilegales dirigidas por los grupos armados.
El presidente señaló que la presencia de estos menores en las filas de los grupos armados impide la realización de operaciones militares, lo cual pone en grave riesgo sus vidas. “Si los niños pasan a las armas, no se puede bombardear, los niños del Cauca se vuelven el escudo de los armados contra el Estado”, afirmó Gustavo Petro.
“Cuando es uno, es un rehén, cuando son varios es una toma de rehenes y cuando es todo el tiempo es una toma sistemática de rehenes”, señaló Petro.