En la cárcel La Modelo de Bogotá se inauguró el Mural por la Memoria, una obra creada por la campaña ‘No es Hora de Callar’ y que conmemora a mujeres periodistas y sobrevivientes de violencia sexual en Colombia.
El mural, que muestra rostros de mujeres violentadas, también es parte de las medidas de reparación hacia la periodista Jineth Bedoya Lima, que sufrió violencia física, sexual y psicológica en 2000, mientras realizaba una cobertura periodística en esa prisión.
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La obra tenía fecha de entrega para el 25 de mayo. Sin embargo, el asesinato del director de La Modelo, coronel en retiro Élmer Fernández Velasco, sucedido el 16 de mayo, retrasó el acto simbólico.
Bedoya es una reconocida periodista colombiana que tuvo que vivir en carne propia el horror de la violencia, siendo víctima de amenazas, secuestro, tortura y violencia sexual utilizada como forma de censura por su labor periodística. El ataque que sufrió Bedoya en 2000 ocurrió mientras investigaba los vínculos entre grupos paramilitares y funcionarios de la Policía Nacional en el tráfico de armas y otros delitos cometidos desde el interior de la cárcel.
Por décadas su caso se mantuvo en la impunidad. El 26 de agosto de 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una sentencia histórica que declara la responsabilidad internacional del Estado colombiano por los hechos del caso y estableció una serie de medidas para reparar los daños causados a Jineth Bedoya y a la sociedad en general.
Esta sentencia de la CIDH analizó por primera vez el uso de la violencia sexual como forma de silenciamiento y control en contra de una mujer periodista en el marco del conflicto armado colombiano.
‘Fragmentos que Florecen’
De acuerdo con la autora del mural, Natalia García, el mural está inspirado en el evento ocurrido a la periodista Jineth Bedoya Lima en el año 2000 dentro de la cárcel La Modelo, y en los cientos de eventos de violencia sexual que ocurren a diario a mujeres de todo el mundo.
“‘Fragmentos que florecen’, habla de la ruptura que produce una experiencia traumática, pero al mismo tiempo habla de como esa herida es compartida por muchas, que en la unión y comprensión mutua encuentran la transformación de ese dolor. Aquí se hace un homenaje a la herida, que no desaparece, sino que permite el nacimiento de algo nuevo, algo que se puede compartir para que otras encuentren un alivio. Habla del apoyo entre mujeres, de las marcas de sus luchas, que finalmente florecen”, aseguró la artista.
Violencia contra periodistas: “Un problema generalizado en Colombia”
Según un informe de ‘No Es Hora De Callar’ y el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, publicado a fines de 2020, las agresiones por violencia machista contra las periodistas son un problema generalizado en Colombia.
Por su parte, el informe regional titulado ‘Situación de violencia contra mujeres periodistas en América Latina’, en el capítulo de Colombia, presentó preocupantes hallazgos sobre el estado de violencia machista que enfrentan periodistas y comunicadoras en ese país. Publicado en 2021, el documento incluyó investigaciones de la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género y la Fundación Karisma.
Según el informe, las mujeres periodistas en Colombia enfrentan múltiples formas de violencia machista, que van desde el acoso en línea hasta agresiones físicas y amenazas en su entorno laboral. Este tipo de violencia no solo afecta su seguridad y bienestar personal, sino que también limita su libertad de expresión y las empuja a la autocensura.
“Las reporteras, por estar en el terreno, son quienes reciben el mayor número de agresiones al momento de realizar entrevistas, asistir a conferencias de prensa o cubrir incidentes en las calles, pero es importante señalar que en los últimos años, se ha registrado un incremento en las agresiones en contra de periodistas que cubren las fuentes de política, derechos humanos (como los movimientos feministas y en defensa de la tierra y del territorio), así como el aumento de ataques contra columnistas y/o articulistas, quienes, por opinar sobre temas que tradicionalmente habían estado reservados a los hombres, como la política, por ser críticas hacia los gobiernos de turno, colocar su perspectiva en el debate público o por exponer y condenar la violencia de género, se convierten en blanco de ataques”, señaló el informe.