Juan Diego Hincapié Metaute, de 35 años, fue enviado a prisión tras las graves acusaciones de haber abusado sexualmente de al menos cuatro mujeres en Medellín, bajo el pretexto de ser un supuesto angeólogo. El hombre deberá enfrentarse al juicio estando encarcelado mientras se determina su responsabilidad en estos delitos, según informó la Fiscalía.
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Los hechos ocurrieron entre enero y diciembre de 2023 en los barrios Zamora de Bello y Belén, Campo Valdés y Villa Hermosa, de Medellín, donde el acusado operaba. De acuerdo con la Fiscalía, Hincapié engañaba a sus víctimas prometiéndoles “limpiezas espirituales” y cobraba por estos servicios entre 700.000 y 900.000 pesos.
Un grupo de cerca de 25 víctimas acudió a la redacción de El Colombiano el 22 de diciembre del 2023 para denunciar los abusos cometidos por Hincapié Metaute, que para entonces ya era conocido por la Fiscalía seccional debido a antecedentes por violencia intrafamiliar agravada, calumnia, lesiones personales, hurto agravado, estafa y amenazas.
Hincapié Metaute atraía a sus víctimas con su supuesta habilidad en prácticas esotéricas, usando esta cobertura como una vía para abusar de ellas sexualmente. “Se hacía pasar por angeólogo para aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas, ofreciéndoles un falso servicio de limpieza espiritual”, comentó la Fiscalía en su informe.
El juez de la República que lleva el caso decidió que Hincapié permanezca en prisión mientras se adelanta el juicio, dada la gravedad de las acusaciones y el riesgo de fuga. La defensa del acusado ha intentado argumentar en contra de esta decisión, sin éxito.
La Fiscalía ha recaudado testimonios y pruebas que sugieren que las víctimas podrían llegar a ser 25, pero oficialmente se investigan cuatro casos específicos, según documentos judiciales.
Las mujeres afectadas describieron métodos similares utilizados por Hincapié Metaute para lograr que confiaran en él. Una de las víctimas relató: “Me convenció de que necesitaba una limpieza espiritual para deshacerme de energías negativas. Me cobró una suma considerable y durante el proceso cometió los abusos”. Estos testimonios coinciden con el modus operandi que el acusado repetía en los diferentes barrios.
Se espera que en los próximos meses surjan más detalles y testimonio sobre el caso a medida que avance el juicio.
El modus operandi de Hincapié
El sujeto utilizaba tácticas para engañar a las mujeres y hacerles creer que poseía “poderes curativos”. Una vez que había obtenido su confianza, les advertía que padecían enfermedades de transmisión sexual o que estaban a punto de enfrentar tragedias que solo él podía evitar. En uno de los casos, Metaute convenció a una joven de 20 años en un salón de belleza del barrio Campo Valdés.
Era tal la influencia de Metaute que logró convencer a las trabajadoras del salón de belleza para quedarse a solas con la joven, a quien luego llevó al baño con la excusa de realizar un ritual de sanación. Una vez allí, abusó de ella. “Realizó tocamientos indebidos y otros tipos de abuso”, subraya el comunicado de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
El 18 de diciembre del 2023, este individuo fue capturado por la Policía tras ser interceptado por una comunidad enfurecida en Campo Valdés, después de que trató de convencer a una joven de que estaba enferma y realizar el ritual de abuso. En aquella oportunidad, la Policía trasladó a Metaute al Instituto Neurológico de la ciudad. Sin embargo, perdió su rastro cuando fue dado de alta.
Después de este incidente, Metaute cambió su apariencia física: perdió peso, se dejó crecer la barba y se rapó el cabello. No obstante, eso no impidió que las autoridades finalmente lograran rastrear su paradero y capturarlo nuevamente en junio.
Las denuncias de las víctimas permitieron a la Fiscalía reconocer el patrón de comportamiento del acusado y comprobar las sustancias que utilizaba sobre sus víctimas. Metaute, supuestamente, rociaba un depresor del sistema nervioso central, aprovechándose del estado alterado de las mujeres para cometer sus crímenes.
Hincapié Metaute no aceptó su responsabilidad por el delito de acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir agravado.