Un conflicto ocurrido en la estación Tercer Milenio de TransMilenio generó indignación entre el gremio de vendedores informales, que asegura ser víctima de persecución. El jueves 20 de junio, un vendedor de ponqués fue sacado del lugar de manera violenta y esposado por la policía.
Las imágenes, difundidas por el gremio, muestran al vendedor de ponqués forcejeando con los uniformados y resistiéndose al procedimiento, exigiendo que lo dejen trabajar. Al final del clip se ve cuando los oficiales lo reducen, lo esposan y lo retiran del lugar. Los productos del hombre quedaron en el piso, por lo que se escucha a una persona protestar porque alguien más se los lleva. El hecho, ocurrido alrededor de las 10:20 a. m., se produjo simultáneamente con un robo no relacionado.
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“Hubo dos hechos en ese momento: un robo ajeno a lo del vendedor, por un lado, y en otro el trabajador informal impuso resistencia a que le quitaran la mercancía de ponqués, entonces la autoridad bajó lo bajó del bus y atacó al vendedor, lo redujo en frente de todos y lo esposaron entre al menos seis policías”, relató Armando Suárez, líder del gremio, a El Espectador.
Los vendedores informales y el artículo 148 del Plan de Desarrollo
La situación en TransMilenio está agudizada por la aprobación del artículo 148 del Plan de Desarrollo, titulado “Prevención y atención de ventas informales en el Sitp”, propone medidas para prevenir y atender las ventas informales en el sistema de transporte. Este artículo establece que las entidades distritales deben acompañar las actividades dentro de las estaciones y portales del SITP junto con TransMilenio S.A., con el objetivo de mitigar los factores que afectan la seguridad y reducir los riesgos operativos.
Los representantes de los vendedores consideran que esta medida, impulsada por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, implica una “criminalización” de su trabajo en lugar de regularlo de manera adecuada. Esta situación llevó al gremio a iniciar protestas y exigir un diálogo con la administración. “El artículo nos criminaliza en lugar de regular la actividad,” afirmó Suárez. Esta postura ha llevado a los vendedores a protestar en varias ocasiones, incluyendo una manifestación multitudinaria frente al Concejo de Bogotá el 8 de junio.
Respuesta del gremio y futuras acciones
Suárez detalló para el medio citado inicialmente: “Ese mismo Policía golpeó a este mismo vendedor hace ocho días y no nos deja trabajar en su turno. Recurrir a agresiones es violar nuestros derechos, tenemos que trabajar y llevar el pan a la casa, por eso insistimos en que nos persiguen sin proponer soluciones”.
El gremio sostiene que los operativos contra ellos no son equitativos en comparación con las acciones para atrapar a los ladrones. La tensión entre la comunidad de vendedores y las autoridades distritales podría derivar en nuevas protestas, dado que los vendedores sienten que no se están sugiriendo soluciones viables a su situación. Aunque se logró establecer un canal de comunicación entre las partes, incidentes recientes, como los ocurridos en Tercer Milenio, podrían desencadenar nuevas manifestaciones, según advirtieron los líderes de los vendedores informales.
Antecedentes y reacciones
El conflicto no es nuevo. En semanas anteriores, los vendedores informales realizaron múltiples protestas contra las políticas de la administración de Carlos Galán, que culminaron en una reunión sin resultados concretos. Las imágenes del reciente episodio reavivaron el descontento. El gremio continuará exigiendo condiciones de trabajo dignas y rechaza las acciones que perciben como violencia y persecución. La policía, por su parte, defiende la necesidad de orden dentro del sistema de transporte.