Alcalde Galán anunció nuevo modelo de salud en Bogotá: tiene grandes diferencias frente a la reforma del Gobierno

El proyecto propone mantener a las EPS como la principal puerta de entrada al sistema, contrario al plan del Gobierno de eliminar la intermediación financiera

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En el modelo de salud
En el modelo de salud del Distrito se mantienen las EPS como pilares fundamentales del sistema de salud - crédito Mauricio Dueñas Castañeda/EFE

Bogotá ya presentó su nuevo modelo de salud, que busca diferenciarse de la reforma de salud promovida por el Gobierno Nacional.

El nuevo enfoque, denominado ‘atención primaria social’, no solo se centraliza en el sector salud, sino que integra a otros sectores para promover el bienestar y abordar los determinantes sociales de la salud, como las condiciones de vida y vulnerabilidad.

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El modelo de Bogotá se fundamenta en una atención primaria integral y territorial, adaptada a las necesidades específicas de diversos grupos poblacionales y zonas de la ciudad. Se destaca una marcada diferencia con la propuesta gubernamental, ya que las EPS (Entidades Promotoras de Salud) siguen siendo la puerta de entrada principal al sistema de salud, algo que el Gobierno pretende cambiar transformándolas en Gestoras de Salud y Vida para eliminar la intermediación financiera y transferir al Estado el manejo de los recursos públicos de salud.

En Bogotá, la atención primaria social es la estrategia central que busca no solo ofrecer servicios médicos básicos, sino también abordar factores externos que influyen en la salud de los ciudadanos. Esta estrategia se enfoca en la promoción del bienestar a través de una red de colaboración multisectorial, reconociendo que “los determinantes sociales de salud son cruciales para la calidad de vida”, indican desde el distrito.

Una de las prioridades del nuevo modelo es la construcción de una red de asistencia involucrando múltiples actores del sistema de salud. Esto incluye a diversos sectores públicos y privados, instituciones educativas y la participación ciudadana para enfrentar conjuntamente las desigualdades sociales que afectan la salud de la población. Este enfoque holístico está diseñado para mejorar el acceso y eficacia de los servicios sanitarios en Bogotá.

La administración local también ha puesto énfasis en que este modelo especializado en atención primaria no solo interviene ante enfermedades, sino que promueve estilos de vida saludables y condiciones de vida adecuadas para prevenir problemas de salud.

“Este enfoque se diferencia claramente de la reforma propuesta a nivel nacional, donde se muestra una menor participación del sector privado en la gestión de servicios”, mencionó el informe.

El objetivo de la Alcaldía
El objetivo de la Alcaldía es reconocer la vulnerabilidad dentro de la población - crédito Shutterstock

Busca equidad y eficiencia en atención sanitaria

El modelo de salud busca transformar la atención sanitaria mediante enfoques y pilares fundamentales. Destaca por incorporar diversos enfoques como el territorial, de determinantes sociales, de derechos humanos y diferencial poblacional.

Según lo divulgado, “se garantiza la aplicación de acciones afirmativas para prevenir y superar las brechas de inequidad”. Además, se resalta un enfoque de cuidado integral que promueve la corresponsabilidad y la solidaridad en el cuidado de la salud.

La administración ha enfatizado la importancia de una gestión integral del riesgo en salud. Este concepto busca prevenir y responder de manera oportuna a emergencias y enfermedades. “Esto implica una actuación coordinada y eficiente para mitigar riesgos”, subraya el análisis.

Entre los pilares del nuevo modelo se encuentran la toma de decisiones basada en información estratégica, la participación social transformadora, la intersectorialidad y nuevamente la gestión integral del riesgo.

Estos pilares tienen como fin “crear un sistema de salud más equitativo, eficiente y centrado en las necesidades de la población”. La articulación de servicios públicos y privados en una red integrada es crucial para garantizar la accesibilidad, oportunidad y calidad en la atención sanitaria.

Este modelo se sustenta en la evolución de sistemas de salud en el Distrito Capital y en otras regiones del país y del mundo. “Se han integrado diversas experiencias y realizado análisis situacionales (Asis), geoespaciales y herramientas epidemiológicas y sociales”, según detallan los informes.

Este exhaustivo proceso permitió identificar necesidades clave, como mejorar el acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud, fortalecer la gobernabilidad y reducir las desigualdades poblacionales, ambientales, sociales, económicas y territoriales.

De acuerdo con el modelo
De acuerdo con el modelo de salud propuesto, se busca dar un carácter social al mismo y entender las diferencias entre los diferentes grupos - crédito Etienne Laurent/EPA

Uno de los aspectos cruciales de este modelo es su enfoque en el reconocimiento histórico y la definición de necesidades. La evaluación de experiencias pasadas permite elaborar estrategias más precisas y ajustadas a la realidad actual. Es así que se identificaron las áreas que requerían mejoras sustanciales, sirviendo de base para las propuestas actuales.

La participación comunitaria y la articulación intersectorial son elementos vitales. “La participación social transformadora busca empoderar a la ciudadanía en la toma de decisiones”, se lee en la documentación.

El uso de información estratégica es otro punto destacado. Este modelo plantea la utilización de datos precisos y análisis continuos para tomar decisiones informadas y efectivas. “La información es poder, y en salud es sinónimo de vida”, afirman los especialistas. Sobre este aspecto, se emplean herramientas tecnológicas avanzadas para el monitoreo y control de la salud pública.

La equidad en la atención sanitaria es un objetivo central. La implementación de políticas diferenciadas por población pretende “superar las inequidades y brechas existentes”.

La atención primaria sociales determinante

Este enfoque reconoce la importancia de los determinantes sociales de la salud y establece la responsabilidad de las autoridades territoriales en garantizar el derecho a la salud. Además, enfatiza la necesidad de acuerdos entre los diversos actores del sistema de salud para construir e implementar un modelo que satisfaga las necesidades diferenciales de la población, asegurando una atención más equitativa y oportuna.

En este contexto, se ha destacado que el modelo debe enfocarse en la gobernanza y la toma de decisiones fundamentadas en información sectorial e intersectorial, lo que permite una gestión estratégica y una priorización eficaz de las intervenciones. “La utilización adecuada de datos y estadísticas es crucial para identificar y gestionar riesgos en salud,” según las fuentes expertas. La participación social también juega un papel vital en este modelo, alentando la participación activa de la ciudadanía en la mejora de sus condiciones de vida y bienestar.

El modelo de atención primaria social se basa en varios pilares fundamentales que guían su implementación. Uno de estos pilares es la intersectorialidad y transectorialidad, que implica la coordinación y articulación entre actores públicos, privados y sociales para abordar los determinantes sociales de la salud.

Otro aspecto clave es el modelo territorial, que considera el contexto específico de cada territorio, así como las relaciones de poder y vulnerabilidad social y ambiental. Este enfoque territorial permite adaptar las intervenciones a las necesidades particulares de cada comunidad, respetando su diversidad y particularidades.

La protección de los derechos humanos y la garantía de estos en el ámbito de la salud también son puntos centrales en este modelo. Se busca proteger los derechos vulnerados y asegurar que todos los individuos reciban una atención que respete su dignidad y derechos básicos.

El enfoque poblacional diferencial reconoce la diversidad humana y subraya la necesidad de implementar acciones afirmativas para prevenir y corregir desigualdades. Esto significa que las políticas y programas de salud deben ser adaptativos y sensibles a las diferencias de género, edad, etnia, y otras características que pueden influir en la salud de las personas.

El cuidado integral es otro de los componentes esenciales del modelo, promoviendo un enfoque holístico para el bienestar y la protección social. Se reconoce la interdependencia y vulnerabilidad humana, apuntando a un sistema que no solo trate enfermedades, sino que también promueva la salud a través de la prevención y la educación sanitaria.

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