El proceso para revocar el mandato del alcalde de Tunja, Mikhail Krasnov, ha sido puesto en marcha por ciudadanos descontentos a solo cinco meses y 18 días de haber asumido su cargo.
La revocatoria se fundamenta en el Artículo 103 de la Constitución Política de Colombia, que establece los Mecanismos de Participación Ciudadana, y ha generado una creciente controversia en el municipio.
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Cristián Leonardo Suescún Pérez, excandidato a la Asamblea por el Movimiento Boyacá Somos Todos, es uno de los impulsadores del comité de revocatoria.
Según comentó Suescún Pérez, “como ciudadano, me cansé de esperar que el alcalde empezara a gobernar”. Además, expresó su inquietud sobre la incertidumbre en la gobernabilidad y mencionó presunciones de “actos no solo de corrupción, sino de violencia de género y acoso laboral que finalmente repercuten en una inestabilidad para todos los ciudadanos”.
Mientras tanto, el alcalde Krasnov se encuentra de viaje en España, participando en el Encuentro de Líderes por la Educación, un evento que busca fomentar iniciativas educativas y la cooperación internacional en este ámbito. Su ausencia ha dejado espacio para que las críticas aumenten y se organice formalmente el movimiento para su destitución.
Suescún Pérez explicó que no se trata solo de una percepción personal, sino de una convicción compartida por muchos habitantes de Tunja, quienes sienten que la gestión de Krasnov ha sido incompetente y llena de irregularidades. “Nos preocupa que, en tan poco tiempo, ya haya tantas acusaciones graves contra este gobierno”.
La constitución colombiana permite estos procesos de participación ciudadana como una forma de control político para garantizar transparencia y eficiencia en la administración pública. El comité que promueve la revocatoria debe reunir un número significativo de firmas para formalizar el proceso y llevarlo a cabo de manera oficial.
La situación se ha convertido en un tema central de discusión, dividiendo opiniones entre los que apoyan al alcalde y aquellos que desean verlo fuera del cargo. Los seguidores de Krasnov sostienen que es prematuro realizar un juicio a la gestión del alcalde sin darle tiempo suficiente para demostrar su capacidad de gobernar y enfrentar los desafíos inherentes al cargo.
La razón de la revocatoria
Miguel Suescún Pérez ha manifestado su respeto por el mandato de los ciudadanos tunjanos, que en las últimas elecciones optaron por un candidato independiente. Sin embargo, Suescún Pérez criticó duramente las capacidades del alcalde actual, señalando que “este señor no sabe dónde se encuentra parado, desconoce totalmente los principios de la administración pública, no conoce nada del contexto legal, jurídico y normativo de la administración pública en Colombia y eso ha llevado a que la ciudad se encuentre en una situación de incertidumbre e ingobernabilidad”.
Esta situación ha provocado un clima de improvisación en la gestión de Tunja durante los primeros cinco meses y medio de mandato. Según Suescún Pérez, esta carencia de preparación ha puesto a la ciudad “a la deriva”, lo cual ha motivado la convocatoria de un proceso de revocatoria del alcalde.
Para convocar la revocatoria, la normativa indica que debe haber transcurrido al menos un año desde el inicio del mandato del alcalde. Además, el procedimiento legal estipula que se debe recoger el 40% de las firmas de los votos válidos de las elecciones del 29 de octubre de 2023. En este caso, de los 86.655 votos emitidos, se necesitarían aproximadamente 34.662 firmas. Según Suescún Pérez, alcanzar esta cantidad de firmas puede tomar entre tres y cuatro meses.
No es la primera vez que sucede una revocatoria en el departamento de Boyacá. El 29 de julio de 2018, los habitantes de Tasco decidieron revocar el mandato del alcalde Nelson Javier García Castellanos, quien tuvo que dejar su cargo después de 2 años y 7 meses en funciones. En esa ocasión, de un total de 4.826 ciudadanos habilitados para votar, 1.658 ejercieron su derecho, lo que representó un 34,43% del censo electoral. De esos votos, 1.609 fueron a favor del sí y 21 en contra.
Suescún Pérez reiteró la importancia de seguir las normas establecidas para la revocatoria y subrayó que “Tunja no puede estar a la deriva”.
La percepción de improvisación y falta de rumbo en la administración actual de Tunja ha generado una ola de descontento entre los ciudadanos. La revocatoria se presenta como una solución para quienes buscan estabilidad y una gestión más competente. “Estamos ante una situación crítica y es deber de todos los ciudadanos velar por la administración efectiva de nuestra ciudad”, concluyó Suescún Pérez.