Así fue el asesinato de Vicente Castaño, según los detalles que reveló uno de sus hombres más cercanos en una carta

El crimen del último comandante de las AUC antes de la desmovilización continúa siendo un misterio sobre el que se han dado varias versiones

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Se presume que Castaño Gil
Se presume que Castaño Gil murió en 2007 a manos de sus hombres - crédito Colprensa

Alias Gordo Pepe, considerado como uno de los hombres más cercanos de Vicente Castaño, contó en una carta detalles del asesinato del comandante paramilitar; un documento que es exhibido por Salvatore Mancuso como prueba del crimen en el que ha mencionado a funcionarios del Gobierno nacional de la época.

La muerte de Castaño Gil ha vuelto a ser motivo de debate por cuenta de las declaraciones de Mancuso Gómez, quien señala que en el crimen supuestamente estuvieron involucrados miembros del Gobierno nacional, como el comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo.

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Sin embargo, las pruebas que dice tener el exjefe del bloque Catatumbo para las aseveraciones que ha hecho, no se conocen. Solo una de ellas fue revelada por El Tiempo y se trataría de una carta de Byron Jiménez Castañeda, conocido como el Gordo Pepe, quien era el encargado de administrar la fortuna del entonces líder de las AUC.

Salvatore Mancuso confirmó la traición
Salvatore Mancuso confirmó la traición entre los fundadores de las AUC - crédito Comisión de la Verdad / Colprensa

La misiva habría sido redactada a puño y letra poco tiempo después de que se produjera el homicidio. En ella, quien fue la mano derecha de Castaño, se refiere a su extinto jefe como “Señor” y asegura conocer todo lo que ocurrió para quitarle la vida al poderoso paramilitar.

Según el documento, el asesinato fue perpetrado el 17 de marzo de 2007 producto de una vendetta entre los jefes paramilitares. Asegura que alias don Berna y Rogelio convencieron a Carepollo, a quien dice que “fue el que se nos torció”, para ejecutar el crimen, en el que también habrían participado Éver Veloza y HH.

Aunque la carta sostiene que el homicidio se produjo como una vendetta de la mafia, también asegura que hubo interés del Gobierno en que lograra la muerte de Castaño, porque supuestamente tenía información sobre incumplimientos de los acuerdos alcanzados con los paramilitares.

“Gente del Gobierno que no querían que el Sr. fueran a cogerlo vivo, porque él sí sabía que el Gobierno había incumplido con el proceso de paz. El operativo lo hizo gente del Gobierno y Policía”, dice la carta de alias el Gordo Pepe.

Para el momento del crimen, Vicente Castaño Gil se encontraba prófugo de la justicia porque había rechazado desmovilizarse con el pacto de Ralito. Según Mancuso, el comandante paramilitar le hizo saber al Gobierno que no se sometería a la justicia por supuestos incumplimientos en lo acordado durante las negociaciones.

La traición que asegura Pepe que ocurrió fue la entrega de la información de ubicación de Castaño, que habría sido hecha por parte de alias HH, también conocido como alias Hernán Hernández.

“Ya ellos sabían dónde estaba el Señor porque Hernán había estado allá varias veces. El señor iba a hacer una reunión con Hernán a finales de febrero cerca de donde estaba él encaletado, pero días antes de la reunión Hernán fue muy grosero con él y no le quiso salir a la reunión”, dice el documento.

La reunión se canceló, según la carta del Gordo Pepe, debido a ese altercado, que produjo una pelea entre ambos comandantes paramilitares. Alias Hernán le habría respondido a través de una carta en tono alto, que fue respondida por Castaño Gil llamándolo desagradecido, tirador y acomodado.

“Que él un día se le había torcido, que los iban a matar que porque ellos dos se habían torcido y tenían con el Gobierno un (acuerdo)”, dice la carta, en la que sostiene que ambos comandantes paramilitares, según creía Castaño, se iban a ir a otro país.

Salvatore Mancuso asegura que el
Salvatore Mancuso asegura que el Gobierno nacional participó en el homicidio de Vicente Castaño - crédito Colprensa

En la carta se dice que los comandantes paramilitares que se acogieron a la desmovilización se sentían traicionados por Castaño Gil y lo acusaban de supuestamente colaborar con la DEA. Sin embargo, el Gordo Pepe dice que se trataba de una falsedad porque ‘El Viejo’ había dejado de tener contacto con otras personas desde que se escondió en la finca de Playa Rica, Córdoba.

“La matada del Señor fue dirigida por ‘don Berna’ desde la cárcel y por ‘Macaco’ (...) Ellos decían que al Señor no se la perdonaban porque él había sido el que los llevó a esa negociación, que todos ellos habían creído en él y que no era justo que él no estuviera con ellos en la cárcel”, dice el documento.

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