El trámite de la ley estatutaria de educación pende de pocas posibilidades en el trámite de su último debate y tiene las horas contadas. Gobierno y oposición se midieron las fuerzas con el nuevo proyecto, pero a falta de acuerdos todo parece indicar que terminaría archivado.
Fuentes del Congreso señalan que el proyecto está prácticamente hundido debido a que no ha sido posible agendarlo para que surta el último debate, lo que reduce las posibilidades de que pueda ser aprobado antes del 20 de junio, cuando se terminan las sesiones extraordinarias.
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Tras la protesta de Fecode, el Gobierno se apartó de acoger la enmienda aprobada por la Comisión Primera del Senado que modificaba varios apartes del texto con proposiciones de la oposición, debido a que rompía con varios de los acuerdos alcanzados durante siete meses de asambleas con diferentes sectores de la educación.
En cambio, el Gobierno decidió radicar una ponencia que mantiene lo aprobado por la Cámara de Representantes, al considerar que mantiene el espíritu del proyecto y, además, le evitaría llevar a conciliación el texto por lo que solo bastaría su aprobación en la plenaria del Senado.
Así las cosas, la bancada oficialista tendría que conseguir los votos necesarios para que el Senado acoja la iniciativa. Requiere de 53 votos porque al ser una ley estatutaria requiere de mayorías calificadas, pero las cuentas no están aseguradas para alcanzar ese número de apoyos.
Además, el Gobierno esperaba que el proyecto fuera debatido y votado en la sesión de este 18 de junio, pero el proyecto no fue anunciado en la agenda, en la que se tiene como primer punto un debate de control político de la oposición al director del Departamento Nacional de Inteligencia, Carlos Ramón González.
Para la senadora Angélica Lozano, del Partido Alianza Verde, la ley estatutaria de educación está hundida. “¿Es posible debatir y aprobar el 19 y además anunciar conciliación para el 20? No. Está hundida, o ¿el @SenadoGovCo adoptaría ponencia de gobierno que rompió los acuerdos y unanimidad que habían votado en comisión primera? Lamentable”, señaló.
Lozano sostiene que, como ocurrió con la reforma pensional, el Senado podría acoger íntegramente lo aprobado por la Cámara de Representantes, con la ventaja de que en este caso no habría los posibles vicios de legalidad, al tratarse de la votación de una ponencia. Sin embargo, la senadora considera que no están asegurados los votos necesarios.
En ese escenario la ley estatutaria de educación solo se salvaría si el Gobierno cuenta con los votos en la plenaria. Algunos congresistas, como Lozano, no están de acuerdo con aprobar el texto sin modificaciones, lo que llevaría al texto a hundirse por no contar con el tiempo para la conciliación.
Óscar Sánchez, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media aseguró que el trámite en el Congreso es confuso luego de que el proyecto no fuera agendado y que el proyecto que se llevó hasta el segundo debate no es fácil de recuperar. “El trabajo hecho hasta la plenaria de @CamaraColombia fue esperanzador. Ojalá se lograra algo, pero no se ve tiempo ni voluntad”, señaló.
La senadora María José Pizarro señaló que el proyecto de la ley estatutaria de educación llegó tarde al Senado, debido a que tomó ocho meses de debate en la Cámara de Representantes, en la que se realizaron audiencias públicas con la participación de más de 4.000 personas.
“Teníamos un mes para tramitar toda la ley”, sostuvo Pizarro en Señal Colombia y aseguró que la oposición utilizó la estrategia de dilación para retrasar el debate. Además, la bancada de Gobierno es minoría en la Comisión Primera, por lo que debían negociar para que el proyecto pudiera ser aprobado.
“Nuestro peor enemigo son los tiempos. La ley estatutaria de educación llegó en coma, intentamos revivirla para llegar aquí”, manifestó Pizarro. Ahora el Senado deberá someter la votación de la ponencia del Gobierno y que se midan las fuerzas que tiene para que sea aprobada.