Influenciador encontró un lugar en Bogotá donde venden una libra de carne en menos de $5.000

Dentro de la canasta familiar, la carne es uno de los productos más valiosos por ser una fuente vital de proteínas y por su costo, que ha aumentado gradualmente en los últimos años. En Bogotá, una libra de carne puede costar, dependiendo del sector, desde $12.000. Sin embargo, un generador de contenido digital descubrió un lugar donde este alimento se puede adquirir desde $3.000 la libra.

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El youtuber bogotano Diego Andariego visitó la localidad de Tunjuelito, en el sur de la capital, donde encontró un lugar de comercio informal en el que se puede adquirir carne a muy bajos precios. Se trata del sector de las curtiembres, en cercanías al río Tunjuelo.

En un lugar donde se tratan cueros para marroquinería, el generador de contenido digital identificó una carne vendida a partir de los $3.000 y hasta $5.000 por libra. Después de una larga travesía, Diego Andariego mostró los lugares de la llamada ‘mota’, término utilizado para referirse a la carne obtenida de los cueros.

En estos lugares en los que se trabajan los cueros de los animales es donde se compra la carne a precios bajos, pero no en todas las curtiembres, solamente en algunas donde les llegan los cueros con trozos de carne y son separados en canecas para el consumo humano. Las de $3.000 son las de menor calidad, mientras que las de $5.000 son las que parecen un filete de carne normal.

En el video, el influencer destacó que la carne no tiene ningún tipo de tratamiento higiénico, ya que el producto se almacena en canecas y no en neveras o refrigeradores. Además, señaló que la carne es manipulada con las manos, sin guantes ni ningún tipo de protección.

Al observar la carne comprada, Diego Andariego resaltó que se evidenciaban pelos y pequeñas suciedades; así mismo, durante todo el recorrido señaló el olor nauseabundo que producía el sector. Al parecer, esta denominada ‘mota’ sería la que se implementaría en la fabricación de pinchos y empanadas en gran cantidad que son distribuidas por vendedores ambulantes en toda la ciudad.

“El problema no es el origen de esa carne, es la ausencia de cadena de frío y debido tratamiento correspondiente, si hubiera un adecuado trato de esos restos, no habría problema en consumirlos, al fin de cuenta, que se aproveche todo lo posible de una res, es lo mejor (SIC)”, “creo que los Bogotanos ya somos inmunes a todo gracias a la mota (SIC)”,“Aquí es cuando uno se da cuenta que los de la Secretaría de Salud no sirven pa’ nada (SIC)”, fueron algunos de los comentarios de los espectadores del video del youtuber.

El almacenamiento inadecuado de la carne destinada al consumo humano representa un grave riesgo para la salud debido a la posible proliferación de bacterias y otros microorganismos patógenos. La carne cruda es especialmente susceptible a la contaminación por patógenos como salmonella, escherichia coli (E. coli) y listeria, que pueden multiplicarse rápidamente cuando la carne no se mantiene a temperaturas adecuadamente bajas.

Estas bacterias pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos, que varían desde leves molestias gastrointestinales hasta infecciones severas con potencial riesgo para la vida.

Para asegurar que la carne se mantenga segura para el consumo, es vital que se respete la cadena de frío. Desde el momento del sacrificio del animal, la carne debe ser transportada en vehículos refrigerados que mantengan una temperatura constante por debajo de los 4°C. Una vez que llega al punto de venta o almacenamiento, la carne debe permanecer en refrigeradores o cámaras frigoríficas con la misma temperatura segura, idealmente entre 0°C y 4°C.

Durante cualquier manejo de la carne, se deben seguir estrictas normas de higiene, incluyendo el uso de guantes y utensilios desinfectados, y evitando el contacto con manos desnudas para minimizar el riesgo de contaminación cruzada. En los puntos de venta, la carne debe exponerse en vitrinas refrigeradas y nunca a temperatura ambiente, para prevenir cualquier proliferación bacteriana justo antes de la compra por el consumidor.

Hasta el momento de su cocción, la carne debe mantenerse refrigerada para asegurar su seguridad. Cualquier carne que permanezca a temperatura ambiente por más de dos horas (o una hora en temperaturas superiores a 32°C) debe considerarse contaminada y no apta para el consumo.

El incumplimiento de esta cadena de frío puede convertir la carne en un vehículo peligroso de enfermedades, subrayando la necesidad de una manipulación y almacenamiento adecuados en todas las etapas, desde el procesamiento hasta el consumo final.