El Magdalena, a la altura del municipio de Magangué, se convirtió en un río de ahuyamas, luego de que una tonelada de este vegetal terminara por hundir el bote que la trasportaba hacia el puerto local.
Así quedó registrado en una serie de videos que los locales captaron en medio de la emergencia con su teléfono celular y luego compartieron a través de las redes sociales para advertir a otros navegantes sobre los peligros de viajar con peso de más.
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El peso de las ahuyamas habría superado por mucho el limite de carga de la pequeña embarcación, como advirtieron otros navegantes, al tratar de evitar el hundimiento.
Al ver a su compañero, de gorra y camisa blanca, en problemas, intentaron ayudarlo, lanzando el peso de más al río, pero ya era demasiado tarde. El agua había comenzado a filtrarse en la embarcación y no tardó mucho en hundirla, provocando que no solo se perdiera la tonelada de ahuyamas, sino también la canoa.
“Hey, viejo, mejor que se te pierda una tonelada de ahuyamas y no la canoa, viejo ¿Cómo tu vas a decir que no, hombe?... se fue esa vaina, al menos tire el bolso para acá”, se escucha gritar a uno de los “socorristas” a contados metros del puerto.
Según parece, el navegante se habría negado en un principio a soltar la carga; lo que, terminó provocando la inmensa perdida material, aunque, por fortuna, no se registraron heridos ni victimas fatales.
Disposiciones generales para preparase una vez abordo, según Salvamento marítimo
- Asegúrese de que cada persona disponga de un chaleco salvavidas adaptado a su talla e informe sobre cómo colocarlo correctamente.
- Exija que lleven puesto el chaleco salvavidas de noche y con mal tiempo. Siempre es preferible que conserven el chaleco puesto durante toda la travesía (obligatorio para los que no saben nadar, quienes sufran alguna discapacidad y los menores).
- Informe a todos de la posición y uso de los extintores portátiles, así como de los medios pirotécnicos, la radiobaliza y la bomba de achique manual. Deberían saber localizarlos incluso en la oscuridad.
- Informe sobre el uso de la radio y explique claramente las reglas básicas para realizar una llamada de socorro por VHF o mediante la Llamada Selectiva Digital.
- Muestre a todos cómo activar manualmente la radiobaliza.
- Reparta las tareas a bordo para evitar confusiones en momentos de peligro.
- Infórmese del estado de salud de sus tripulantes e invitados, en cuanto a la necesidad de tomar medicamentos habituales, así como de su estado físico.
- Recomiende que no fumen a bordo e impida el consumo excesivo de alcohol durante la navegación.
- Compruebe que todos llevan la indumentaria adecuada para la travesía o el paseo, permaneciendo secos y abrigados.
- Tripulantes con frío y mojados reaccionan con lentitud y mal en una emergencia.
Disposiciones generales para preparar menores a abordo, según Salvamento marítimo
- Acompáñelos a visitar la embarcación y muéstreles cómo desplazarse por el puente, la bañera y la cubierta, lo que no deben tocar y dónde no deben ir o permanecer, especialmente en la proa y durante la navegación.
- Obligue a que lleven siempre puesto un chaleco salvavidas a su medida, perfectamente ajustado, incluso en puerto. Es muy recomendable que el chaleco disponga de cinchas a las piernas.
- Téngalos a la vista en todo momento y no dude en asegurarlos con un arnés, por si escapan de la cabina o de la bañera.
- Los menores son sensibles a los golpes de calor y la insolación. Manténgalos a la sombra y con un gorro.
- La navegación, sobre todo en embarcaciones a vela, es una fuente de golpes y pequeños accidentes. Identifique los lugares más conflictivos para ellos. Si duermen a bordo, asegure su litera con una malla para impedir su caída.
- Para mayor seguridad y evitar que caigan al agua, instale una malla o red a lo largo de toda la eslora de la embarcación, sujeta a los candeleros.
- Sea consciente de que navegar con menores representa un riesgo añadido y que deberá ajustar los rumbos, tiempos y velocidades a su presencia.