Colombia decidió no participar en la Cumbre por la Paz en Ucrania, celebrada en Suiza, que tenía como objetivo buscar una solución pacífica y negociada al conflicto entre Rusia y Ucrania.

La agenda del presidente Petro era viajar a Suecia, para una visita de como jefe de Estado, para luego participar en la cumbre de paz.

La decisión se tomó después de que Colombia revisara el texto de la declaración propuesta y no se lograra un consenso general, ya que varios países asistentes no suscribieron el documento.

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En su discurso desde Estocolmo, Suecia, Petro criticó el encuentro por buscar “construir bloques para la guerra”. “Lo que hemos encontrado en relación a la conferencia de paz, entre comillas, en Suiza es que es básicamente un alinderamiento al lado de la guerra (....) por eso he decidido suspender mi visita”, dijo a medios el mandatario.

Además, el presidente aprovechó para hacer un llamado a la suspensión del genocidio sobre el pueblo palestino. Y concluyó: “Nosotros estamos dispuestos a participar en conferencias que libremente se dediquen a buscar los senderos de la paz”.

A pesar de esta decisión, dice la Cancillería, el Gobierno nacional “reitera su disposición de apoyar en la solución dialogada que permita alcanzar la paz duradera lo más pronto posible y ofrece su experiencia en la atención de asuntos humanitarios a las víctimas de este conflicto armado”.

También se esperaba que el presidente Petro se encontrara por primera vez con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski. Sin embargo, debido a su ausencia, esto tampoco fue posible.

De acuerdo con el comunicado de la Cancillería, Colombia se compromete a participar en todos los escenarios necesarios para encontrar una salida política a la guerra y hace un llamado a reconocer los principios del Derecho Internacional Humanitario, la Carta de Naciones Unidas, la necesidad de garantizar condiciones de seguridad para todos y el respeto a los Derechos Humanos para las poblaciones tanto de Ucrania como de Rusia.

El Gobierno colombiano destaca la importancia de evitar mayores afectaciones a la seguridad alimentaria y energética mundial. También se adhiere a la necesidad de prevenir cualquier iniciativa que contemple el uso de armas nucleares. Además, considera imperativo detener la expansión del conflicto hacia otras áreas geográficas.

Colombia enfatiza la urgencia de poner fin a las guerras que actualmente afectan al mundo, detener el asesinato de miles de personas y concentrar la acción en los problemas urgentes que enfrenta la humanidad, como la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la pobreza y la desigualdad.

En Suiza, estaba previsto que líderes de 70 países se reunieran para diseñar una hoja de ruta hacia la paz entre Ucrania y Rusia, evento al que Colombia no asistió. Pero Gustavo Petro no fue el único que mostró su desacuerdo: entre los países que se abstuvieron de firmar la declaración se encuentran Brasil, India y Sudáfrica. Tampoco se unieron Armenia, Baréin, Indonesia, Eslovaquia, Libia, Arabia Saudí, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos.

En contraste, 80 países suscribieron el documento, incluyendo la mayoría de los países de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón. Del subcontinente de América Latina, los principales que mostraron su acuerdo con la cumbre fueron Argentina, Chile y Ecuador.

Sin embargo, el consenso, al parecer, está en que todos estos países están de acuerdo en el uso seguro de la energía nuclear, considerando las consecuencias ambientales y rechazan cualquier amenaza del uso de este tipo de armas.

Esta semana, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, integrantes del G7, anunciaron un préstamo de 50.000 millones de dólares a Kiev, financiado con los intereses de los activos rusos congelados.