La creadora de contenido colombiana Alejandra Arenas, con residencia en México, está aterrada tras descubrir que uno de sus vecinos guarda un maniquí realista en el asiento delantero de su vehículo.
“El muñeco que tiene mi vecino en su carro está escandalizando a todo el edificio. Y es que, la primera vez que uno lo ve, parece una persona secuestrada, basta con verlo a los ojos”, advirtió a través de las redes sociales, en un intento por descubrir sus motivaciones.
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La situación ha escalado a tal punto que otros residentes de la torre han optado por dejar carteles anónimos en los que solicitan a su propietario retirar el muñeco.
Al grupo de residentes del conjunto, por ejemplo, llegó la fotografía de un letrero que otro vecino dejó sobre el panorámico del carro, en el que se lee con en letra que parece ser la de un niño: “Estimado vecino ¿Puede quitar su muñeca porque me da miedo? Gracias”.
Algunos sugieren que podría ser una herramienta para ahuyentar a los llamados ladrones de vehículos al salir a altas horas de la noche, pero los vecinos desconfían de sus intenciones, por lo que han decidido exponer la situación en redes.
“Uno baja al parqueadero y está siempre ese muñeco ahí, y es terrorífico. Claramente, los niños se están asustando porque, además, nadie sabe de qué se trata”, precisó Arenas, a través de la plataforma Tiktok, en una publicación que ya alcanza las trescientas mil interacciones.
Un joven bogotano decidió fabricar su propia familia de muñecos de trapo tras enfrentarse varias desilusiones amorosas
Cristian Montenegro, un joven bogotano que hizo viral a sus 27 años, es recordado entre en la región por la controversia generada en redes sociales, cuando hizo público su peculiar estilo de vida con muñecos de trapo como su familia.
Desde el 2022, Montenegro comenzó a compartir en plataformas digitales fotografías de él junto a estos muñecos, presentando a uno de ellos, con características femeninas, como Natalia Ortiz, su “pareja” y también afirmó tener tres hijos con dicha muñeca.
Después de varias relaciones amorosas fallidas, Montenegro decidió crear a esta “familia”. Su último intento de relación terminó cuando propuso a su novia tener un hijo de trapo, incluso organizando un baby shower para dicho muñeco. Lo que terminó por romperle el corazón y lo condujo a poner en marcha su idea, mostrando con orgullo las fotografías de su “esposa” Natalia y dos muñecos adicionales, a los que llamó Adolfo Daniel y Leidy María y presentó como sus hijos.
En una entrevista para CityTV, Montenegro explicó que la idea surgió tras experimentar problemas varios en el amor. “Duré solo y no encontraba a nadie en mi vida, decidí inventar y fabricar mi familia para que estemos todos y me acompañen en esta adultez”, precisó.
Sin embargo, en el 2023, Montenegro reapareció en redes y dijo haber destruido los muñecos tras entrar en una relación con una mujer mexicana que, a la larga, tampoco funcionó; lo que llevó al joven a retomar su vida al lado de los tres muñecos y anunciar la llegada de un “tercer hijo” al que llamó Sammy. Y, desde entonces, ha sido visto paseándose con su familia de trapo en parques y en el sistema de transporte masivo Transmilenio.
Pero, además de risas y comentarios burlescos, el comportamiento de Montenegro ha suscitado preocupación en las redes sociales, donde algunos usuarios sugieren la necesidad de que reciba atención psiquiátrica, advirtiendo sobre que podría ser un peligro para la sociedad. Y es que, a pesar de que ha sido objeto de memes y críticas, su persistencia en mantener esta “familia” ha llamado la atención de muchos.
En uno de sus videos más virales muestra se le ve con múltiples golpes en el rostro y señalando que su vida es un “infierno”. “Si yo no llego a cargar estas cosas... pierdo la libertad... No puedo estar solo ni nada… esta vida que tengo así es un infierno y no sé qué hacer”, denunció en lo que podría ser un terrible caso de matoneo que, sin embargo, no lo habría alejado de las redes sociales, en donde enseña una profunda necesidad emocional de compañía, tras experiencias dolorosas en su vida pasada.