En el municipio de Montañita (Caquetá) se conoció el caso de una profesora que tuvo que dejar su cargo, según sus denuncias por acoso sexual ppor parte del rector de la institución educativa.
De acuerdo con la denuncia que reveló la revista Semana, el victimario sería el señor Arvey Majé, del colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. La víctima, que llevaba unos meses como docente en la institución, tuvo que tolerar insinuaciones por parte del rector que estaban cargadas de obscenidades y licor.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
El alto funcionario citó en enero de 2024 a la profesora en una cantina del municipio de Montañita, allí la invitó a tomar una cerveza y le dijo que “aguantaba”. La reacción de la víctima fue no aceptar el licor y salir del sitio; sin embargo, el rector, que al parecer estaba en estado de embriaguez, la despidió con una frase fuera de base: “pese a tener poco trasero, se veía bien y que eso a él no le molestaba”, indicó la denuncia en poder de la Fiscalía General de la Nación.
Dentro de la acusación de la víctima contra el rector se agregó que “en el marco de la conversación del 7 de febrero de 2024, surgieron nuevamente comentarios morbosos e incluso, en algún momento, el señor Majé se refiere a la denunciante en los siguientes términos: ‘eso, tome cerveza para que le pique ese bizcocho’. Le hace comentarios insinuantes como: ‘por qué me mira así' en tono claramente de coqueteo”.
Semanas después las insinuaciones se intensificaron tanto, que culminaron en acoso sexual y un presunto intento de abuso. En una ocasión, el rector se presentó en la casa de la profesora, aprovechando una invitación que ella había extendido a sus colegas. Según la denuncia, el rector intentó besarla, acción que fue rechazada por la docente, pero ante su negación su respuesta fue aterradora: “Me calenté, vamos a su habitación a culear”.
“A pesar de lo anterior, el señor Arvey Majé se fue para la habitación de la denunciante, se acostó arbitrariamente en su cama y en el momento en que la señora se acercó para moverlo y retirarlo de allí, la tomó por la fuerza hasta que ella logró soltarse y retirarse hacia donde estaban todos los demás”, advirtió la acusación.
La situación culminó cuando el rector, aparentemente en un estado de ebriedad considerable, se quedó dormido en la cama de la docente, ignorando los repetidos intentos de ella para que se marchara. Todo quedó registrado en videos y audios que la víctima entregó a la Fiscalía.
En las imágenes obtenidas por la revista Semana, se puede ver a Arvey Majé, presunto rector, acostado en la cama como si estuviera en su propio hogar, ignorando que se encontraba en la casa de la docente a la que minutos antes había acosado. El rector no se marchó, y el comportamiento que mostró al despertar dejó a la profesora sorprendida luego de las acciones desagradables del funcionario de la institución educativa.
“El rector defecó en su cama y esparció sus heces en las sábanas, en el tendido de la cama, en la papelera del baño y de la habitación, en las cortinas del baño, en la almohada que había dejado encima del sofá cama y en un cinturón de su bata de baño y hasta esquirlas de mierda por todo el piso de su habitación. Orinó y dejó dos charcos de orines en el cuarto, uno en el tapete y el otro, al extremo del cuarto, detrás de un parapeto de ropa”, reveló la denuncia.
En un video, la profesora documentó la presencia de excremento en su cama, ropa y cortinas, así como orina, presuntamente del rector, como represalia por no acceder a sus demandas sexuales. Las imágenes dejaron en evidencia una escena traumática que la docente reportó a la Secretaría Departamental.
A través de su abogado Andrés Felipe Alzate, la docente detalló cómo informar el caso a la Secretaría de Educación Departamental se convirtió en una experiencia tormentosa. Se realizaron los trámites necesarios y un informe médico recomendó su traslado. Sin embargo, la directriz de la Secretaría fue remitir a la víctima con su agresor para completar el proceso de traslado.
El abogado señaló que, irónicamente, la investigada por la Secretaría Departamental fue la profesora y no el rector. La docente tuvo que huir debido al riesgo que corría, evidenciado en los videos, audios y testimonios presentados.
“Mi representada tuvo que salir huyendo de la región, abandonar todo su proceso y su proyecto profesional y académico. Es evidente que ha tenido unas repercusiones a nivel personal, psicológico y familiar que la sociedad colombiana tiene que reprochar. El manejo que le ha dado la Secretaría de Educación es absolutamente triste, no puede ser que nosotros acudamos a denunciar los hechos y sea esa institución la que nos termine investigando a nosotros”, contó la defensa de la víctima.