El poder de las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco, en ciertas zonas del país habría llegado a un punto tal que los criminales ya se sentirían con la autoridad suficiente como para establecer normas a la ciudadanía.
Y es que, según explicaron en Red+, el grupo armado habría implementado un “manual de convivencia” para quienes residan en Caquetá, suroccidente del país. Las normas dadas a conocer en el documento, también denominadas “líneas de trabajo generales para un buen vivir”, tendrían el propósito de “mejorar” las condiciones de vida, seguridad y convivencia en la región.
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Inicialmente, el documento enfatiza en que está prohibido el expendio de licores y cigarrillos para menores de 16 años, así como también la operación de establecimientos comerciales más tarde de las 10:00 p. m., entre semana, y de las 2:00 a. m., los fines de semana.
De hecho, en uno de los puntos más polémicos, los disidentes ahondan en que cada una de las trabajadoras sexuales deberá portar su carné de control médico general, deben abstenerse de protagonizar actos de exhibicionismo.
Por otra parte, el documento indica que los dueños de talleres de motos deberán mantener sus “desórdenes” dentro de sus respectivos locales, los cuales deben estar completamente limpios y cerrados. En caso de que no se proceda con el aseo en inmediaciones a los locales, los disidentes aseguraron que recogerán lo necesario y los entregarán a quien lo necesite.
Así mismo, las disidencias impusieron 20 Km/h como la velocidad límite dentro de los caseríos, como una medida para evitar accidentes de tránsito.
Las medidas también impiden a los pobladores llevar a cabo peleas, frecuentar amanecederos y hacer parte de redes de informantes, esta última acarreando las consecuencias más serias. Los criminales también amenazaron a los “chismosos y chismosas” del municipio, a quienes se les sancionaría con multas económicas.
Las mismas normas ya habían sido impuestas en Antioquia
Y es que esta no es la primera vez que las disidencias de las Farc establecen un conjunto de normas para ciertas poblaciones en el país. Por ejemplo, en agosto de 2023, el grupo armado había establecido otro manual de convivencia para quienes residían en Briceño, Antioquia.
En aquella ocasión, los frentes 18 y 58 de las disidencias de las Farc dieron a conocer un comunicado en el que decretaban una serie de prohibiciones para los habitantes. De hecho, los criminales fueron enfáticos en que no cumplir con las medidas podría acarrearles a los pobladores del pueblo sanciones económicas por parte de los disidentes.
Al igual que las medidas impuestas en el Caquetá, algunos de los puntos impuestos por el grupo armado abarcaban la prohibición del consumo de sustancias psicoactivas, la construcción en propiedad ajena y el tránsito de vehículos después de las 2:00 a. m. Los criminales resaltaron que incurrir en una de estas prácticas abarcaría el pago de multas de hasta tres millones de pesos, así como el decomiso de los carros o motos por un mes.
Por otra parte, los disidentes amenazaron a los “chismosos y chismosas” del municipio, a quienes se les sancionaría con una multa de $1′500.000, situación similar a del Caquetá.
“El que no acate estas orientaciones será multado, porque de esta manera podemos ir dando una solución a los desórdenes en el municipio y zonas veredales. Pedimos y exigimos orden”, concluye el comunicado difundido por las disidencias de las Farc en Briceño, Antioquia.
Así las cosas, tanto las medidas impuestas en Antioquia como en el Caquetá contemplarían las medidas que estaría implementando el grupo armado en los municipios donde operan, desde hace meses, en el territorio nacional.