El grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) notificó a la opinión pública la conclusión de su sexto congreso interno, en el que participaron Antonio García y Pablo Beltrán, líderes políticos de la organización.
En un comunicado que resume los temas abordados en el encuentro, se deja claro que el proceso de diálogos con el Gobierno está en uno de sus momentos más complejos debido a una serie de “incumplimientos” por parte del Estado. Sin embargo, manifiestan que están dispuestos a seguir adelante con los esfuerzos para consolidar la paz.
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Una vez conocidas las conclusiones del ELN, el Gobierno, a través de su delegación de paz, hizo un llamado a la estructura ilegal para que no deje de lado el interés común y retome los ciclos de negociación en el menor tiempo posible.
“Para la superación de las dificultades y situaciones críticas que afronta la mesa, invitamos a la Delegación del ELN al diálogo constructivo, al examen bilateral para transitar salidas y reanudar a la mayor brevedad los ciclos de diálogo de la mesa”.
Descartan fracturas internas
Parte del escepticismo de muchos ciudadanos sobre los avances en la mesa de diálogos entre el Gobierno y el ELN tiene que ver con la sospecha de que, en el fondo, el grupo armado no está del todo unido y que hay directrices que chocan entre sí. Los voceros de esta estructura aseguraron que no hay tales grietas y que, por el contrario, pese a las mencionadas dificultades, han evidenciado fortalezas a lo largo del proceso.
Con esto último se refieren a la participación de la sociedad en general y su interés en que se logre un cese al fuego definitivo.
“Este proceso de paz, construido con la participación de la sociedad, al recoger las expectativas de cambio de las mayorías, puede abrir o confluir en un proceso constituyente (sic)”, indican.
Asimismo, se mostraron conformes con el rol que hasta ahora han cumplido los observadores internacionales, pues encuentran en ellos garantías y voluntad.
Flechazo a Estados Unidos y apoyo a las reformas de Petro
Como parte de su lectura general del panorama político colombiano, expusieron su inconformidad con las dificultades que han enfrentado las reformas propuestas desde el gobierno del presidente Petro. La justificación la encuentran en el exterior: señalan a Estados Unidos de organizar un complot para obstaculizar la aplicación y el avance de las reformas.
Al respecto, argumentan que “Colombia no ha sido la excepción en las luchas masivas del pueblo por conquistar los cambios para la sociedad. Como producto de esa esperanza, el Pacto Histórico logró la presidencia con Gustavo Petro, pero las reformas propuestas han sido bloqueadas por los grupos de poder económico y político que son hegemónicos en el régimen y el Estado”.
Pese a las complejidades dialógicas para alcanzar la paz, dejaron claro que ven con buenos ojos los esfuerzos de la administración de Petro para consolidar los cambios estructurales prometidos en campaña.
“Los casi dos años que lleva este gobierno son la reafirmación de que solo la lucha y movilización creciente de las masas, de sus organizaciones, será la que abrirá el verdadero camino para las transformaciones que las mayorías de Colombia reclaman desde hace décadas y que son las causas por las que ha luchado el ELN”, se lee en el comunicado.
Con esto podría concluirse, al menos por ahora, que los ciclos de diálogos y negociaciones se mantendrán, algo que resulta particularmente importante para el Gobierno, teniendo en cuenta que la Paz Total se ha convertido en una de sus banderas políticas más importantes y sobre las que tendrá que rendir cuentas al finalizar su período.