Sorprendidos se mostraron los pasajeros de la Línea A del metro de Medellín, tras encontrarse con un colectivo de por lo menos 15 hombres que, pasando por las 19 estaciones entre La Estrella y Niquía, encontraron un espacio en vías de ser seguro para resignificar las masculinidades.
Así lo habría descrito la empresa Metro de Medellín en un hilo de la red social X en el que promociona su iniciativa junto al colectivo ‘Costurero de la casa’ para hacer del transporte masivo un lugar más empático:
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“¿Y quién dijo que los hombres no tejen? Más de 15 hombres recorrieron de norte a sur la línea A de nuestro Metro y sorprendieron a nuestros viajeros tejiendo. El objetivo es resignificar las masculinidades y generar espacios de empatía”.
Y es que, frente a un alto flujo de pasajeros, algunos de pie y otros sentados, los miembros del colectivo exhibieron su talento y demostraron que tejer es para todos, sin importar su género u orientación sexual.
“Desde nuestra agenda cultural y con el apoyo del colectivo ‘Costurero de la casa’ realizamos esta iniciativa que concluyó con una actividad abierta en las afueras de la estación Universidad con la participación de más de 30 personas”, precisó Metro Medellín y continuó:
“Puntada tras puntada compartimos historias y vivencias con costureros, tejedoras y aprendices de la ciudad-región; quienes reflexionaron sobre las masculinidades y los estereotipos alrededor de actividades como tejer. ¡Tejer es para todas las personas!”
El crochet los unió como ‘Costurero de la casa’ y, ahora, como ejemplo de vida, en una ciudad en la que siguen registrándose cifras récord de violencia e intolerancia contra quienes se expresan de maneras diversas.
“Chimba, que no dejen perder ese arte”, “La reencarnación de las abuelitas, pero en versión masculina”, “Bello, un sueño que debería convertirse en realidad, demasiado bello”, “Esta práctica de tejer es algo que se enseña desde el colegio en países nórdicos y es maravillosa”, “Tejer es extremadamente relajante, bueno para la concentración y la meditación”, “Estoy encantada viendo a jóvenes y viejos tejer”, “¿Hombres sentados? Los milagros existen”, “¡Genial!”, “Lovely work”, “Estoy es muy común en el metro de Nueva York, también”, “La madre para el que teja así. Son unos duros”, se lee en algunas de las reacciones a la publicación de Metro de Medellín.
Buenos hábitos en mal momento: pasajero del metro de Medellín se hace viral por usar seda dental en el sistema
Medellín, conocida por su sistema de transporte público eficiente, fue testigo en los primeros meses del 2024 de un incidente que generó un amplio debate en las redes sociales. Y es que un video que circula en redes sociales muestra a un hombre de mediana edad realizando prácticas de higiene dental en un vagón del Metro de Medellín llenando de trozos de comida e incomodidad a los demás pasajeros.
El curioso momento ocurrió en un vagón del metro que estaba a plena capacidad, donde el hombre, sentado, usando hilo dental repasó sus dientes repetidamente. Según las imágenes registradas por otros usuarios, los residuos caían al suelo del vagón, lo que rápidamente generó molestia entre los pasajeros presentes. “No todos los usuarios del sistema Metro de Medellín parecen tener claro que comparten el sistema con otras personas”, fue uno de los comentarios realizados en redes sociales.
Sin embargo, grabarlo con un teléfono celular y subir el video a plataformas digitales, como Facebook y Twitter, también habría generado molestia entre algunos paisas, iniciando así un debate entre quienes consideran adecuado exponer los comportamientos inapropiados para alertar a las autoridades del metro, mientras otros opinaron que hacerlo solo contribuye al morbo y no resuelve problemas de convivencia. “A diario se evidencian comportamientos indebidos que atentan contra una sana convivencia y las buenas costumbres”, mencionó un internauta en los comentarios.
El Metro de Medellín, reconocido por su limpieza y orden, se enfrenta constantemente al desafío de mantener dichas características en un ambiente de alta afluencia. A la par que el personal del metro promueve campañas sobre el comportamiento adecuado dentro de sus instalaciones, incluyendo mensajes sobre higiene y respeto hacia los demás pasajeros.
Este incidente da cuenta de lo difícil que puede llegar a ser la convivencia y respeto mutuo entre personas con principios reglas de comportamiento tan distantes entre sí.
Mientras, queda claro que las redes sociales se han convertido en una herramienta doblemente útil; por un lado, permiten a los ciudadanos evidenciar y denunciar comportamientos no apropiados y, por otro, generan polarización y debates acerca de la privacidad y el proceder ético en estos casos.
No es la primera vez que comportamientos similares son vistos en el transporte público. Desde el inicio de su operación, el metro ha realizado campañas educativas para fomentar la buena conducta entre sus usuarios.
Se recuerda frecuentemente, mediante avisos en vagones y estaciones, la necesidad de mantener un espacio limpio y respetuoso. Lo que generó opiniones divididas en las redes sociales:
“Por lo menos muestra que le gusta mantener sus dientes limpios, no le veo el problema”, “Lo peor de todo es que se sientan con el derecho de grabar a todo el mundo como si nada. No está bien normalizarlo ¿Mañana me hurgo la nariz en el metro y ya me graban porque no les gusta?”, “Señor, la higiene oral es en la casa. Entiendo su inconformidad con la carne que se llevó a la boca, pero no es el lugar”, “Hay acciones que en público no convienen, como rascarse las partes íntimas, usar seda dental o dejar salir las flatulencias”, “Él es libre, no lo vean y listo”, “Sacarse los mocos con el dedo y lanzarlos como proyectil, cortarse las uñas y limpiarse los dientes de la forma más antihigiénica es extremadamente común en esta ciudad”.