Mientras el dólar estadounidense se fortalece y parece que la tendencia al alza permanecería, según análisis de expertos, se está presentando un contraste marcado en el peso colombiano. Durante la semana comprendida entre el 11 y el 14 de junio, la divisa nacional sufrió una significativa devaluación, y el viernes 14 de junio se consolidó como la moneda emergente más afectada, con una pérdida del 3,72%.
Los analistas explican este fenómeno como un ajuste regional impulsado por eventos en otros países de América Latina, que, desde luego, se complica con la subida de la moneda norteamericana.
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Un análisis que realizó el medio Eje21, el peso ha registrado una marcada devaluación de casi el 7% desde el inicio de junio, que ha sorprendido a los analistas económicos. Desde diciembre del año anterior no se había visto una caída tan significativa, especialmente si se considera que el dólar no había superado la barrera de los $4.000 en varios meses, en los primeros cinco meses del 2024.
Al respecto, Yovanny Conde, cofundador de Finxard, señaló en diálogo con La República que este fenómeno se debe principalmente al nerviosismo generado en México debido al nuevo gobierno y a los gastos descontrolados en Brasil, por ejemplo. “Aunque el Marco Fiscal presentado recientemente tiene su impacto, la incertidumbre regional es un factor predominante”, comentó.
En sintonía con esta observación, Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa, destacó que las elecciones en México han exacerbado el deterioro de las monedas en la región, incluido el real brasileño, el peso chileno y el peso mexicano, mientras que el dólar se fortalece en Colombia. Toro destacó que la percepción de riesgo en Colombia ha aumentado debido a la preocupación fiscal y al déficit generado por el gobierno actual, situación similar a la de Brasil y México.
Para explicar mejor, no se trata solo al comportamiento de la divisa estadounidense, es también un asunto de los movimientos políticos de los países de la región. Y Colombia ha obtenido resultados menos favorables, además, porque su consumo de productos importados es fuerte.
El peso chileno también experimentó una devaluación significativa esta semana, con una caída del 1,31%, posicionándose como la segunda moneda más devaluada. Le siguieron la lira turca con una depreciación del 1,29%, el zloty polaco con 1,23%, el forínt húngaro con 1,10% y la rupia indonesia con 0,67%.
Es importante destacar que, en lo que va del mes, el peso colombiano también ha sido la divisa más devaluada, con una caída del 6,58%.
El encarecimiento de la vida
La devaluación del peso tiene un impacto directo en el costo de vida de las familias colombianas, en un contexto donde aproximadamente el 30% de los artículos de consumo diario son importados.
Según un informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en marzo de 2024, el déficit comercial de Colombia llegó a los 1.081,9 millones de dólares. Este déficit refleja la gran dependencia del país de productos importados como petróleo refinado, automóviles, equipos de transmisión, maíz y medicamentos envasados, así como aceites y cereales.
De hecho, la subida del dólar implica un incremento en los precios de la canasta básica colombiana, compuesta por más de 400 productos, de los cuales el 38% son importados y se transan en dólares, según el Dane. Esto se traduce en costos más altos para bienes de consumo diario como la carne, el pescado, la leche y el café, indicó el diario Portafolio.
Camilo Pérez Álvarez, director de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá, aclaró que la transmisión del alza del dólar a los consumidores puede tardar alrededor de seis meses debido al rezago en los procesos de importación y a las tarifas previas ya pactadas.
Además, el aumento del dólar afecta a consumidores con pagos automáticos en dólares, especialmente en servicios digitales y suscripciones, que también son conocidos como “gastos hormiga”.