Dos hombres de nacionalidad colombiana fueron detenidos en Michoacán, México, con un arsenal que incluía un fusil Barrett calibre .50, municiones y chalecos antibalas, informó la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de México. La detención, llevada a cabo en un operativo conjunto con el Ejército mexicano y la Guardia Civil, tuvo lugar en el municipio de Buenavista.
Los detenidos, identificados como Waneider L. y Anderson Xavier O., ambos de 34 años, fueron capturados en la localidad de Felipe Ángeles. Según fuentes de seguridad, se sospecha que los individuos actuaban como mercenarios, dada la presencia de varios grupos delictivos en la región.
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Durante el operativo, las autoridades incautaron a los sujetos tres armas de fuego, incluido un fusil Barrett calibre .50. Este tipo de arma, destacada por su capacidad para derribar aeronaves y penetrar vehículos blindados, es uno de los preferidos por los cárteles de la droga, como se refiere en una demanda de 2021 presentada por México contra fabricantes de armas.
Además de las armas, los agentes encontraron 115 cartuchos útiles, siete cargadores y varios chalecos tácticos en posesión de los detenidos. Todo el material decomisado fue puesto a disposición de las autoridades competentes para las diligencias correspondientes, según detalló la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán.
La alarmante situación destaca una tendencia en la que exmilitares colombianos estarían viajando a México para involucrarse en actividades delictivas, posiblemente colaborando con cárteles y grupos delictivos locales, según lo informó el medio N+.
Las autoridades continúan investigando el alcance de las operaciones de estos individuos y su conexión con otras actividades criminales en la región de Tierra Caliente, conocida por su alta incidencia de violencia y crimen organizado.
No solo hay mercenarios colombianos en Ucrania
Esto no es un hecho aislado, pues al inicio del conflicto Ucrania y Rusia, desde febrero del 2022, mediáticamente se ha conocido varios casos de exmilitares colombianos que por voluntad propia han decidido ir a pelear a un conflicto ajeno. Para el 8 de junio cancillería reportó por lo menos 51 de estos colombianos como muertos.
Además, según una investigación de Cambio, tampoco es nuevo el hecho de que organizaciones armadas ilegales en México usen los servicios de exmilitares colombianos, en la dinámica de mercenarismo.
Los principales cárteles del narcotráfico en México están incorporando exmilitares colombianos con experiencia en combate irregular para mejorar las capacidades tácticas de sus unidades armadas, según fuentes de inteligencia militar y exoficiales consultados por dicho medio. Esta estrategia busca formar unidades de élite con mayor fuerza letal para enfrentar a grupos enemigos en distintas regiones del país.
Las fuentes indican que entre los reclutados hay francotiradores, instructores de fuerzas especiales, comandos urbanos, guías caninos, personal médico, explosivistas y operadores de drones. La mayoría son militares retirados de unos 40 años de edad con 20 años de servicio en las Fuerzas Armadas Colombianas.
El Cartel de Sinaloa (CDS), el de Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios son identificados como los principales reclutadores de estos exmilitares, según exoficiales entrevistados por la revista mexicana Proceso. Estas fuentes destacan que esta táctica provee a los cárteles tanto de combatientes capacitados como de instructores para mejorar la formación de sus miembros.
En respuesta, el Departamento de Inteligencia y Contrainteligencia Militar de Colombia ha iniciado investigaciones para prevenir daños institucionales debido a las actividades ilegales de estos exmilitares. Desde el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en 2021, en el que participaron 24 mercenarios colombianos, se ha incrementado el monitoreo de exmilitares que viajan al extranjero.
Este monitoreo ha detectado un “aumento inusual” de viajes de exmilitares colombianos a México, incluyendo a jóvenes soldados y expolicías, algunos de los cuales pertenecieron a unidades especiales como los Comandos Jungla.
El proceso de reclutamiento se organiza a través de grupos de WhatsApp, aunque en el caso de los mercenarios en Ucrania, (se contactan por otras redes sociales como Tiktok por medio de propaganda belica) de exmilitares, donde se ofrecen trabajos tanto legales como ilegales.
Las ofertas incluyen empleos en fuerzas armadas internacionales y roles en cárteles mexicanos, con salarios que oscilan entre 2.500 y 4.000 dólares mensuales o $10.348.851 y $16.558.162 pesos colombianos, considerablemente superiores a las pensiones militares en Colombia.
Cabe destacar que algunos exmilitares terminan trabajando en condiciones difíciles y enfrentan riesgos sustanciales. Hay reportes de enfrentamientos entre colombianos reclutados por cárteles rivales y casos de incumplimiento de pagos y retenciones de pasaportes.
El presidente de la Asociación Colombiana de Soldados e Infantes de Marina Profesionales en Retiro y Pensión de las Fuerzas Militares (Acosipar), Raúl Musse Pencue, ha solicitado a los gobiernos de Colombia y México que coordinen esfuerzos para abordar este problema de seguridad y encontrar a los exmilitares desaparecidos.